viernes, 6 de septiembre de 2013

Madrid, 6 de septiembre de 1913

Efemérides del 6 de septiembre de 1913

Sábado 6



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Mínima   15,7º



Contenido:
Recuerdos del verano - Las vacaciones de Juan - Cosas de la Villa - Explosión detrás de la estación de Goya - Reapertura del Teatro Novedades - Algo para recordar sobre el Novedades - En las calles de Madrid - Noticias de Marruecos


1913
SEPTIEMBRE
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Recuerdos del verano
Últimos coletazos del veranito de los madrileños en las playas de España y parte del extranjero. En las fotos, las ganadoras de la carrera de 400 metros del concurso de natación organizado por la "Femenina Natación Club" en las playas de Barcelona. Poco después, coche o tren y regreso a casa.





Las vacaciones de Juan 
La antítesis del título anterior es el anuncio de vacaciones del autor de la columna "Cosquillas" que se publicaba en el Heraldo de Madrid y es bien conocida en nuestras efemérides.
D. Juan Pérez Zúñiga, con la gran elocuencia y chispa que le caracterizaba, se despedía de los lectores para iniciar sus vacaciones en Cubas de la Sagra. Desde allí continuaría nutriendo de risas las páginas del emblemático periódico.




Cosas de la Villa
En el pleno del Ayuntamiento se rindió homenaje al Sr. Andrés Mellado, fallecido el día 30 de agosto, quien había sido alcalde de Madrid y uno de los pioneros de la cesión del Canal de Isabel II al municipio.
Además, se trataron estos temas:

La visita del presidente de Francia
Se dio lectura a una comunicación del gobernador civil, por la que, de conformidad con lo informado por la Comisión provincial, se autorizaba la habilitación de los suplementos de créditos aprobados para atender a los gastos que ocasionase la recepción y estancia en Madrid del Sr. presidente de la República francesa, y la realización sin trámite de subasta de las obras acordadas.
El alcalde propuso, y se acordó por unanimidad, invitar a la Municipalidad de París y al Consejo general del Departamento del Sena para que enviase una Comisión a Madrid con motivo de la próxima visita a esta corte de M. Poincaré.

Lápida conmemorativa
Fue aprobado un proyecto de lápida conmemorativa de la construcción del Canal de Isabel II, para su colocación en la Presa del Villar, y que su coste aproximado de 4.000 pesetas fuese consignado en el presupuesto del año 1914.
En la fotografía, cortesía del blog SENDERISMO 2011, la dicha placa que finalmente fue colocada en 1915.



Enterados
El Ayuntamiento quedó enterado de cuatro comunicaciones del Gobierno civil trasladando reales órdenes del ministerio de la Gobernación, por las que, estimando los recursos de alzada interpuestos por la Alcaldía-presidencia, se revocaban las providencias gubernativas que dejaron sin efecto varias multas impuestas a la Compañía General de Tranvías, por
el mal estado de pintura y limpieza general de determinados coches.
También quedó enterado de otras dos comunicaciones del Gobierno civil trasladando reales órdenes del ministerio de la Gobernación, desestimando los recursos interpuestos por la Alcaldía-presidencia contra providencias gubernativas que dejaron sin efecto dos multas impuestas a dos empleados de tranvías por faltas en el servicio.

Propuestas
Pasaron a estudio de las correspondientes Comisiones las propuestas siguientes:
La del Sr. García Cortés y otros señores concejales proponiendo que en todas las Casas de Socorro se llevasen libros de denuncias, para facilitar el conocimiento de las faltas que pudiesen cometerse por el personal adscrito a las mismas.
Otra de los mismos señores concejales proponiendo la instalación de una biblioteca en la Primera Casa Consistorial, para uso de los miembros que integran el Municipio y de sus funcionarios, y la inclusión en el presupuesto próximo de una partida para su instalación y adquisición de libros.



Explosión detrás de la estación de Goya
En la fábrica de explosivos, que se hallaba situada detrás de la estación de Goya (1), ocurrió por la tarde un accidente desgraciado que estuvo a punto de costar la vida a varias infelices operarias.
En el taller de cargas de la fábrica se dedicaban a cargar un cartucho algunas obreras, cuando de pronto hizo éste explosión.
El fogonazo alcanzó una tabla inmediata que contenía 50 cartuchos más, los cuales explotaron también en el acto, produciendo un ruido ensordecedor.
Grande la alarma que en toda la fábrica se produjo al oír las detonaciones.
Numerosos obreros y operarias acudieron inmediatamente al lugar y bien pronto pudieron advertir que había ocurrido una desgracia de verdadera importancia.
Al pie de los cartuchos, aún humeantes, yacían en tierra las infelices obreras a quienes la explosión había cogido cerca. Se quejaban de agudos dolores, y presentaban en los rostros y las manos importantes quemaduras causadas por los fogonazos.
Las víctimas, que tenían entre dieciocho y veinte años de edad, se llamaban Julia de Trubia, Julia Campos, Flora Quintana, Clotilde García, Matilde Gayoso y Luisa Ortíz.
Fueron trasladadas a la Casa de Socorro de Puente de Segovia, y desde allí a las del Centro y Palacio. Cuatro de las desafortunadas fueron llevadas al hospital en estado grave.

(1) La estación de Goya era la cabecera de la línea ferroviaria Madrid-Almorox y estaba ubicada en los terrenos de la Quinta del Sordo. En la actualidad se conoce esta zona como barrio de Goya.

La línea Madrid-Almorox estaba compuesta por las siguientes estaciones:
Goya - Campamento - Empalme - Cuatro Vientos - Alcorcón - Colonia Ramirez - Móstoles - Villaviciosa de Odón - Río Guadarrama - Navalcarnero - Villamanta - Valquejigoso - Méntrida - Rincón - Villa del Prado - Alamín - Almorox

Estación de Goya. Línea Madrid - Almorox



Reapertura del Teatro Novedades
El popular teatro Novedades, conocido también como de la Cebada, que estaba en la calle de Toledo frente al Mercado de la Cebada, inauguraba su temporada cuando aún no habían terminado las obras de remodelación comenzadas al finalizar la temporada anterior.
Para la presentación de la compañía se estrenaron 'Gente menuda', 'La señora capitana', 'Renato, conde de Luxemburgo', y 'Con permiso de Romanones'.
En todas las secciones hubo buenas entradas; en algunas, lleno completo.
Hubo grandes ovaciones para los actores y autores de la obra 'Con permiso de Romanones'.



Algo para recordar sobre el Novedades
Inauguración
Un mes de septiembre pero del año 1857, exactamente el día 13, se inauguraba el Teatro de Novedades con la asistencia de la reina Isabel II y D. Francisco de Asís.
En cartel la obra de Lópe de Vega "El mejor alcalde, el rey" y el juego cómico "Ella es el", con los primeros actores Trinidad Vedia y José Valero.



La catástrofe de 1928
También en septiembre, el día 23 del citado año, sobre las nueve de la noche se produce un brutal incendio que destruye el teatro y casas colindantes. Hubo que lamentar la muerte de 80 personas y 200 heridos.


Las fotografías muestran la fachada del Novedades después del incendio y la esquina donde estuvo ubicado el teatro en una imagen actual de Google Maps (Calle Toledo esquina con López Silva).




Ramón Gómez de La Serna redactará un artículo publicado en la Gaceta Literaria del 1 de noviembre de 1928.

LAS COPLAS DEL INCENDIO
Tenían que entrar en la Plaza Mayor, por todas sus puertas, los copleros que romancean los sucesos trágicos. Nunca más indicado el sitio para el estreno de las geremíadas de los cantaores y tristes guitarreros.
La desgracia ha sido al lado y la misma plaza fue herida por ella, padeciendo directamente su público, ese público que escucha las coplas de siempre y que se sienta en los bancos de en medio o compraba las gorras de sus gorrerías.
Todos los relojes de bolsillo de los que se quemaron eran de la Plaza Mayor.
En el atardecido de esa Plaza, que conserva un eco de los cantares que le cantaron al Cid y a don Rodrigo Calderón, se celebra estos días el último responso a las víctimas, y el corro que se forma alrededor de los cruzados de guitarras, es espeso, como de gentes que junto al hoyo no quieren aún que sean sepultados los suyos y lloran lágrimas retenedoras.
"Si pudiesen arder las guitarras—se piensa por pensar absurdos—habría otro grupo de víctimas. Tal se apiñan y tanto se atropellarían al correr."
No se deshace la multitud cuando acaban las coplas, no huyen de comprarlas, pues con esas negras monedas pagan al responsero; esperan oírlas de nuevo como quienes no encuentran monotonía en que se repitan las oraciones.
Las cabezas de los que no están en las primeras filas, tienen ese gesto retorcido del escuchar coplas, que es de una melomanía conmovedora. Parecen mirar a los que tienen junto a ellos, pero su mirada es distraída y, a lo más, corroboran en su alrededor que son muchedumbre, que otros rostros de mujeres y hombres se enlividecen bajo la misma emoción.
En ese aglomerado que atiende con el oído a la música y con los ojos las turbias siluetas de los apeñuscados junto al mismo jipío, las mujeres feas adquieren una belleza entrañable y comienza a hacerse interesante una morena que no tiene nada de particular, sino unos ojos que brillan mucho.
El tono de la copla es su actualidad, es lo que produce emoción de letanías en los corazones, es lo que eleva esa prosa entrecortada de los romances de ciego.
Primero es imponente la invocación del título de los cantares, dicho con voz de antiguo explicador de películas, por el vendedor de los papeles rojos y amarillos:
"Horroroso incendio del teatro de Novedades, de Madrid."
Ese "de Madrid" es necesario porque da alcurnia de corte al suceso y porque el impreso está hecho para propagarse en los pueblos y cantarse en las pequeñas plazas en que resulta exorbitante eso de Madrid.
La voz desgarrada cantaba así:

"El Teatro de Novedades
espíritu de Madrid
y de los más principales
ha dejado de existir.

Quiso la fatalidad
que un fuego devorador,
trajera a esta capital
luto, llanto y dolor.

Y miles de espectadores
al final de la función,
en gritos desgarradores
buscasen su salvación."

Un momento se perdía la letra de la canción en ampulosidades de gacetilla de duelo, pero en seguida reaparecía bárbara, sencilla, con letras de duelo en el portal de la enlutada:


"¡Qué angustias no pasaría
toda madre que a su niño
al ver de que fallecía,
abrazaba con cariño!

¡ Y en aquel inmenso fuego
cual ninguno comparado,
despedirse desde luego
sobre el ser para ella amado."

De nuevo otro trecho de carretera monótona, de romance, y en seguida laconismos de compadre, como ese "por si se carbonizaban", intenso y resuelto:


"Presos de grande locura
porque las llamas surgían,
era dolor y amargura, 
salvándose el que podía.

La confusión fué espantosa
el pánico se aumentaba,
era una hora angustiosa
por si se carbonizaban.

Por las columnas caían,
se dejaban descolgar,
y un gran tropel se sentía,
allí dentro del local."

Todos miran a las columnas en que se apoyan los soportales de la Plaza y revive y llamea un recuerdo de las veces que ardió esta.
Plaza, tan castigada por los incendios, tan experta en gritos y en ver los hierros de los balcones convertidos en únicas rejas del resplandor.
La voz llena de anginas, continúa:

"Horrorizaba de ver,
era terrible, espantoso,
de los artistas correr
presos de ataques nerviosos.

El que salvarse podía 
o le podían salvar,
casi asfixiado salía
de aquel volcán infernal.

Y cuando hacerse del fuego 
ya pudieron conseguir, 
respiraron los bomberos 
y también todo Madrid."

El cantable continúa con aire de periódico ilustrado, con coplas para completar la información.
Un momento nos distraemos viendo la cruz blanca que, sin inscripción ninguna, está pintada en una de las columnas de este rincón del recuadro de la plaza, el rincón que escogen siempre los cantaores, como si fuese el más acústico y el más trágico, pues esa cruz blanca recuerda la catástrofe del automóvil de viajeros que se estrelló contra las piedras, causando víctimas.
Otra vez recojo la letra de la copla, que ya agoniza en un final, con su advocación a las víctimas, lanzada desde el púlpito fervero de los copleros:


"Lloremos por los que han muerto 
por niños abandonados 
que en los terribles momentos 
quedaban desamparados. 

Entre las penalidades 
y el grito desgarrador, 
lloremos por Novedades 
que el fuego lo destruyó. 

Y por los que amontonados 
en este acto imponente, 
se ven del pelo agarrados 
por las ansias de la muerte."

Por fin otro recuerdo al Madrid de luto, y  el ofrecimiento que hace de la jaculatoria el del gran bolsillo en banderola, ese zurrón de feria en que se mezclan coplas y calderilla.
Y allí dejo tundidos, en rescoldo de pánico, una multitud que parece de supervivientes, pero sobre la que se destaca, como sacada de entre los escombros del incendio, la comparsa de los copleros.

Ramón Gómez de la Serna




En las calles de Madrid
Calle de Argumosa, 7
En esta calle había un casero de apellido Tovar que poco cuidado tenía de sus inquilinos. Después de ocurrir en uno de los cuartos de su finca dos fallecimientos por viruela, el muy tirano no fue capaz de blanquear las habitaciones.
El alcalde, después de comprobar la veracidad de los hechos denunciados por un vecino, ordenó colocar la consabida placa de "Casa peligrosa" de la que hemos hablado en las efemérides del 29 de agosto de 1913.

CALLE ARGUMOSA, 7











Calle de Galileo, 8
En la obra en construcción esta calle se produjo un trágico suceso. Al elevar un bloque de piedra de 2.000 kilos de peso, cayó sobre el contratista de las obras, Sr. Ángel Pedregosa, de treinta y nueve años, con domicilio en la calle Alberto Aguilera, 42.
El pobre hombre sufrió heridas de gravedad en todo el cuerpo y fue trasladado con urgencia al Hospital de la Princesa.

CALLE GALILEO, 8












Noticias de Marruecos
En el día de la fecha se recibió el siguiente telegrama del Alto Comisariado al Ministerio de la Guerra:

"General Arraiz, con algunas fuerzas procedentes de Tetuán y disponibles de Ceuta, ha efectuado ayer movimiento de avance por ambos flancos del camino Kudia Federico, tomando posiciones frente á Afresignan y protegiendo regreso á Ceuta sin novedad acémilas convoy día 2, que mañana llevarán otro con municiones y raciones para veinte días. Columna sostuvo combate tres horas con enemigo reconcentrado, rechazándolo por completo y haciéndole numerosas bajas, teniendo nosotros que lamentar unas veinte, entre ellas el capitán Igualada, de Borbón, y teniente Piñeiro, de Ceuta, heridos.
Cuando conozca detalles se los comunicaré."

Los heridos fueron veintiocho, y muerto el cabo de Ceuta Victorino Martín.
Lo importante de estos hechos era que demostraban la situación precaria en que se encontraban nuestras fuerzas en Marruecos, puesto que sólo el aprovisionar un fuerte costaba treinta bajas.
Y esto, con mayor o menor número de heridos, casi a diario, sin contar las emboscadas.







Pasarela Cibeles
Sombreros de entretiempo de paja y fieltro.



Los colores que no se ven en las fotografías:
1. Sombrero tendido de faya verde aceituna. Copa y drapeado bajo ala de terciopelo negro. Gran lazo de tul negro con ribete de terciopelo negro,
2. Boina nueva de tul negro sobre un sombrerito de terciopelo azul de Prusia que se transparenta bajo el tul. Un ribete de terciopelo negro une la copa y el ala de la boina. Aigrette negra.
3. Sombrero campana cubierto con vuela de seda blanco porcelana. Lazo de moaré negro. Adormideras de seda, violáceas.
4. Sombrero para señorita, de fieltro y cinta de raso gris níquel. Rosa de vuela de seda gris con el corazón amarillo.
5. Sombrero de mañana, de tagalo corteza de nuez, adornado con un lazo de cinta de moaré verde aceituna.
6. Bolero de terciopelo negro tendido, con lazo de cinta de terciopelo hoja muerta.
7. Sombrerito de tagalo gris, forrado con terciopelo. Aigrettes violeta hincadas debajo del drapeado de charmeuse violeta.



Varietés
Espacio dedicado a los artistas residentes en Madrid que alegraban las tardes y noches de los madrileños.






Las fotos
El reportaje gráfico de Alfonso del día de la fecha, publicado en El Liberal con el título "Travesuras infantiles: en la barra del Prado", muestra los juegos de los peques madrileños.





Recetas de la bisabuela
PARA EL MES DE SEPTIEMBRE (III)
Jalea de uvas
Diez kilos de uvas. Cuatro kilos de azúcar.

Las uvas de moscatel ó albillo se desgranan, se lavan bien y se ponen en un perol á fuego lento dándoles vuelta con el cucharón de madera. Cuando están calientes se ponen en un cedazo sobre un perol, y apretando la uva se deja pasar todo el jugo. El azúcar, desleído en un litro de agua, se mezcla al jugo de las uvas y se acerca á la lumbre moviéndolo constantemente.
Se prueba, como dijimos en la jalea de ciruelas, y se colocan los tarros de la manera ya indicada.

Coste aproximado, 3,50 pesetas.


Carne de membrillo
Cuatro kilos de membrillos. Dos kilos de azúcar.

Se pelan los membrillos y partidos en pedazos se ponen en agua fría para que no se ennegrezcan.
Las pipas y las cascarillas se atan en un pedazo de tela fina y cuando se cuecen los membrillos se mete esta muñequilla en el perol. Deben cocerse con poca agua. Cuando están blandos se pasan por un cedazo y en acabando la operación, se pesa la pasta y para cada kilo de ella, se pone medio kilo de azúcar tamizado, se mezcla perfectamente con la cuchara de madera y se deja reposar dos horas.
Se cuece, moviéndolo sin cesar media hora á buen fuego. Cuando está frío, se echa en los moldes y rociándolo de azúcar por todos lados se deja enfriar.

Coste aproximado, 4 pesetas.




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© 2013 Eduardo Valero García - HUM 013-209 EFEMERIDES1913


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