domingo, 26 de septiembre de 2010

El tranvía de la calle Serrano

Antes de comenzar con este tema, es bueno aclarar que la Compañía de Tranvías de Madrid será el fruto de la agrupación de varias líneas de distintas compañías. Digamos que cada una 'era de su padre y de su madre', porque no coincidían ni el ancho de vías ni el trazado de líneas, que estaba muy disperso.

Las concesiones
La primera concesión se otorgará en el 10 de julio de 1869 a Daniel O'Ryan y a José Domingo Trigo. Contemplaba el establecimiento de un trayecto desde las cocheras que se construirían en la calle Serrano, hasta la calle Goya, con cuatro apartaderos y una parrilla de retorno que uniera Cibeles, Recoletos, Villanueva y Serrano. El trayecto tendrá una longitud de 1,435 ml de ancho.

Los señores, o señoritos, O'Ryan y Domingo Trigo vendieron la concesión a la firma londinense “Guillermo Morris y Cia”, quienes prolongaron la línea de Cibeles por Sol hasta el Palacio Real, que será inaugurada el 31 de mayo de 1871, y desde allí hasta el Paseo de Areneros (Alberto Aguilera) y la calle Princesa.

El recorrido quedaba así constituído: calle de Serrano, Paseo de Recoletos, calle de Alcalá, Puerta del Sol, calle Mayor, Bailén, Quitapesares y Princesa, hasta el barrio de Pozas.

Los flamantes coches de tranvía eran tirados por mulas, es decir que se movían con tracción a sangre.

Tranvía con tracción de sangre - Copyright 'La Druida de Madrid'


En un primer momento, los coches eran de dos pisos, tipo imperial, con el piso superior descubierto, pero pronto fueron retirados por no ser adecuados para el clima de Madrid.
Aquellos coches, diseñados por Morris y Cía bajo la dirección del ingeniero Mr. Gore, tenían capacidad para 18 personas en cada piso, accediendo al piso superior por una escalera de caracol.

Esta concesión fue transferida nuevamente el 23 de diciembre de 1872 a la compañía "The Madrid Street Tranway Cº Ltd" filial de la "Tranway Unión Company Ltd" que amplió la red con otras líneas, solicitando su electrificación en Agosto de 1895 para las líneas Sol - Serrano - Recoletos - Hipódromo, autorizado por el Ayuntamiento en noviembre de 1897.
La compañía montará una central generadora de electricidad C.C. con generadores a vapor de 500 CV que entrará en funcionamiento el 3 de octubre de 1898.

 Revista  ILUSTRADA DE LAS VIAS FERREAS, 10 de septiembre de 1899
Para conocer más sobre la historia de los tranvías madrileños, recomendamos visitar el sitio web de Euroferroviarios.


El tranvía eléctrico



En 1898 se decía que en Madrid no era necesario tener dinero para divertirse.
"La Corte siempre tiene un espectáculo gratis que ofrecer a los desocupados; ahora es el tranvía eléctrico en sus ensayos nocturnos, y en el trozo de línea destinado a escuela práctica de conductores", escribía Félix Méndez en 'NUEVO MUNDO' del 7 de septiembre de 1898.


Y es que la gente se agolpaba a lo largo de la calle de Serrano para ver pasar el veloz y luminoso convoy. Cafés y Horchaterías se llenaban de curiosos que querían ver el espectáculo desde la platea, porque aquello se había convertido en la diversión veraniega de los madrileños.

En aquellos tiempos lo de la electricidad era novedoso, y hasta invenciones del demonio para los más anticuados, pero, a ciencia cierta, algunos ni sabían que era aquello.
Una madrileña la definió como "una cosa que lo mismo da luz que tira del tranvía."

Complicado era lo de suplantar la noble mula por estos trastos electrificados. Un buen señor recibió una descarga al dar la moneda al cobrador, otro no sabía si empujar o pedir mulas cuando en un tramo del tendido se quedaron sin suministro. Cosas de aquella 'nueva tecnología'.

Lo cierto es que los vecinos de la calle Serrano eran víctimas y esclavos de los ensayos del luminoso tranvía. Además del gentío de las calles tenían que aguantar las visitas de parientes y amigos que acudían a sus balcones con la excusa de ver los nuevos coches.


Columnas del tendido eléctrico del tranvía en la calle Serrano

Ya conocemos el inicio del tranvía por la calle Serrano, y por otras de la ciudad. Dejaremos a un lado la evolución de este transporte, consideramos que sería extenderse demasiado. Nos interesan más las curiosidades de aquel pintoresco Madrid y aquella modernísima calle Serrano. Continuamos entonces con algo muy común que acontecía en las calles y avenidas...

Los accidentes históricos
Lo cierto es que con el pasar de los años, los tranvías, aquellos vetustos carruajes carentes de todo romanticismo, se movían por un amplio entramado de vías instaladas en las no tan amplias calles madrileñas.

Los accidentes no se hicieron esperar; los había de diferentes tipos, en distintas circunstancias... y en cualquier arteria madrileña.

Para que os hagáis una idea del estropicio que causaban los tranvías nada mejor que el humor de la revista Gedeón.
En 1902 Gedeón le pregunta a su sobrino Galínez si sabe lo que es un cangrejo... y su sobrino responde:
"Un tranvía colorado que anda hacia atrás, descarrila y mata y destroza al respetable público"


Aquel sarcasmo, típico de Gedeón, venía dado por el estrepitoso accidente ocurrido en la Carrera de San Jerónimo (Plaza de Cánovas) y del que la Empresa salió de rositas.

Aquí os dejo el ejemplar de la revista Gedeón del 4 de septiembre de 1902 donde, de forma satírica, se da cuenta de la noticia.

La verdad es que no hemos encontrado muchos periódicos de la época que hablen de aquel accidente, lo que nos lleva a confirmar la indignación de Gedeón por aquel trágico suceso y la poca o nula difusión que se le dio en la prensa.

Sí podemos asegurar que sólo fueron imputados el Director y al Ingeniero de la Compañía con una fianza de 250.000 pesetas

¿Intereses creados? ¡Vaya usted a saber! La cuestión es que donde manda capitán no manda marinero, y en muchos casos los accionistas y miembros de la Directiva  de aquellas Compañías de tranvías también participaban, o eran dueños, de periódicos... y hasta ocupaban un escaño en el Congreso. ¿Otras épocas?

Eran tan frecuentes los accidentes de tranvía que otra vez el ingenio de Gedeón lanza la satírica crítica.

Revista 'Gedeón', 24 de septiembre de 1903
Gedeón dice: -Mira, Regleta, no distribuyas los titulares de Las víctimas del tranvía, que ese epígrafe se queda de sección fija.-

Como sería el tema de los accidentes que, en el año 1904, el libro 'Almanaque Bailly-Baillière o Pequeña enciclopedia para la vida práctica para el año 1905" regalaba a sus compradores un seguro con póliza de 1000 pesetas contra cualquier accidente, incluido el de tranvía... que lo deja bien claro.


En 1908, a propuesta del Ministerio de Fomento, se modificará el Reglamento de marzo de 1874 y se dictaminará que los tranvías no podrán exceder los 20 km/h en carreteras y 8 km/h en las calles estrechas. Si la tracción a sangre era lenta para los tranvías, este nuevo Real Decreto no les daba mucha más velocidad... andando se llegaba antes, pero la intención era provocar el menor número de accidentes.


El primer mes del año de 1926 acabará muy mal para los tranvías de la calle Segovia. Este es el titular aparecido en el periódico 'EL IMPARCIAL', del 31 de enero de ese año.


Un tranvía de la Línea Plaza Mayor - Puerta del Ángel, identificado con el disco 35, número 217, colisionó con el autobús disco R, número 133, de la Línea de la Plaza Mayor. Ambos transportes quedaron hechos añicos.
El suceso ocurrió sobre las nueve de la noche a la altura del número 39 de la calle Segovia. A las nueve y cuarto eran muchos los heridos que llegaban a la Casa de Socorro del Puente de Segovia.

El fotógrafo Pio tomó esta instantánea donde podemos ver el estado en que quedó el autobús...


...y en esta otra el estado en que quedaron algunos de sus ocupantes



La fotografía inferior, del año 1928, muestra el resultado de un aparatoso choque de una camioneta con un tranvía en la calle Serrano.


Y otro notición; esta vez del periódico 'EL HERALDO DE MADRID' del 14 de noviembre de 1935 que relata el accidente del tranvía número 347, disco 8, que circulaba por el Paseo de San Vicente en dirección a la estación del Norte.


Estaba detenido en la parada provisional de la calle de Arriaza cuando fue envestido por otro del mismo disco, el número 331; al parecer no pudo frenar porque los raíles estaban mojados. Pero ahí no queda la cosa, detrás de éste apareció otro tranvía, el número 342, que chocó violentamente con el 331, y ocasionó que los tres tranvías se deslizaran a toda velocidad hacia el Paseo de La Florida, frente a la estación del Norte.
No hubo que lamentar víctimas fatales, pero heridos y sustos hubo unos cuantos.


Claro que no todos los accidentes eran provocados por los tranvías. A veces eran ellos las víctimas de un conductor loco o, como es el caso de la fotografía inferior, por el descontento de las masas frente a una huelga.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Casas y Palacios de la calle Serrano

En nuestro artículo anterior que habla de "la antigua calle Serrano del barrio de Salamanca", pudimos conocer detalles sobre su creación y evolución.

Hoy conoceremos más de cerca las casas y Palacios de la calle Serrano que, en algunos casos, forman parte de la historia urbana de nuestra ciudad por haber desaparecido.

Palacio de 'Las Huertas'



El Palacio de 'La huerta' dista mucho de tener la suntuosidad y abolengo artístico de otros palacios de Madrid, sin embargo poseía una gran belleza arquitectónica y buen gusto.

Fue mandado a construir por el hijo del conde de Villaflorida, D. Joaquín Osma a mediados del siglo XIX sobre el Paseo de la Castellana con fachada posterior sobre la calle de Serrano (en aquel entonces boulevard Narváez). En aquellos tiempos el palacio de 'Las Huertas' quedaba a las afueras de Madrid.

En 1887 Dña. Joaquina de Osma, hija de Joaquín Osma y la marquesa de Puente y Sotomayor, recibirá el Palacio como regalo de bodas al contraer matrimonio con D. Antonio Cánovas del Castillo.

Gracias a las crónicas de la época podemos hacernos una idea de cómo era aquel edificio. Amplias salas, magníficas escaleras de ferrea estructura y cubiertas por pesadas alfombras, grandiosas arañas de cristal, esbeltas columnas y un jardín, verdadero bosque.
Lugar donde Cánovas, el hombre de La Restauración, citaba a gentes de la más alta alcurnia en las artes, la política, la guerra y las finanzas. Rodeaba al político conservador todo cuanto brillaba en la escena política y social de aquella España.

Años más tarde el palacio será Capilla ardiente de los restos del político, asesinado en el balneario de Santa Águeda el 8 de agosto de 1897. Sus restos mortales reposan en el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid.

Como en todos, o casi todos los Palacios de Madrid, existen leyendas e historias. La del Palacio de 'Las Huertas' es, quizá, una historia de amor con final trágico.
Desde aquel terrible asesinato, Dña. Joaquina de Osma continúo viviendo en el Palacio. Jamás se repuso de la muerte de su marido; atormentada y olvidada, Joaquina se fue consumiendo y perdiendo la razón poco a poco.
El destino, que a veces es un bromista, quiso que fuese agosto el mes en que su corazón, aquel que tanto dolor y tristeza cargaba, se colapsara. Doña Joaquina de Osma y duquesa de Cánovas del Castillo falleció en el año 1901.



Detalles sobre Joaquina de Osma. 'La Época' 16 de agosto de 1901

Posteriormente el Palacio será vendido a la marquesa de Argüelles y en 1931 lo comprará el Gobierno para residencia del Presidente de la República y los señores Azaña y Quiroga.

Interiores del Palacio de 'La Huerta'
Las fotografías tomadas por Cortés para el periódico 'El Mundo', del 14 de noviembre de 1931, dan cuenta de los maravillosos interiores del Palacio.








Palacio de Anglada



Este Palacio es obra del arquitecto Emilio Rodriguez Ayuso, quien lo construirá en la segunda mitad del siglo XIX (ca. 1870) para un acaudalado banquero en el Paseo de La Castellana, entre las actuales calles de Marqués de Villamagna, Serrano y José Ortega y Gasset.

Su segundo propietario será D. Juan de Anglada, hombre de negocios y ligado a la política. De él se escribe en la revista 'Escenas Contemporáneas' del 1 de abril de 1883:


El Palacio de Anglada fue levantado alrededor de un gran patio cerrado, al estilo árabe que entonces estaba de moda.
Una obra de gran calidad construida en piedra y ladrillo, con dos plantas y un ático.
Lo más notable del edificio era su patio central, hecho con vaciados y copias del Alcázar de los emires granadinos, que copiaba a la perfección aquel estilo gracias al arte y la mano de Contreras, quien fuese restaurador de la Alhambra.
En torno a él se distribuían las distintas dependencias, dormitorios, comedor, despachos, gabinetes, tocadores, etc.


Los mejores pintores y escultores participaron en la decoración interior, como Emilio Sala, que pintó los techos del Palacio.
Gran variedad de estilos decoraban el edificio, como elementos egipcios en la fachada, neoclásicos en el patio y griego, romano, gótico y renacentista en los distintos salones.


El 27 de mayo de 1895 se inaugurará una exposición artística en el Palacio. El periódico 'La Época' del día anterior publica detalles sobre la exposición.


Era una iniciativa del vizconde de Iriuste (en aquellos años el Palacio era propiedad del Banco Hipotecario) y, aunque algunos la denominaron "Exposición de baratijas", tal fue su importancia que a la inauguración  asistieron S. M. la Reina y S. A. R. la Infanta Isabel.
La revista 'La ilustración Española y Americana' publicaba un extenso artículo con todo lujo de detalles que puede ver siguiendo este enlace.


En la Guía Oficial de España del año 1916 aparecen como propietarios el marqués de Genal y sus sobrinos, los marqueses de Larios, jefes de la ilustre Casa Larios de Málaga. Es por ello que este palacio es conocido también como el de Larios.

En 1962, como ocurrirá con tantos palacios del Paseo de la Castellana, el de Anglada será demolido. Diez años más tarde se construirá en ese solar el Hotel Villa Magna, que conserva dos grandes coníferas pertenecientes al jardín del palacio.

Como hecho curioso podemos decir que, en el año 1968, la puerta de hierro que daba acceso a los jardines del palacio, fue trasladada al Parque de El Retiro (Puerta de O’Donnell esquina Menéndez Pelayo).




Las casas de la marquesa de Felguera


La modernidad se ve reflejada en la construcción de estas casas, obra del arquitecto Manuel Cabanyes, construida por Antonio Vallejo en 1935.
Son dos casas gemelas completamente independientes en cuanto a sus servicios. Cada una de ellas de siete plantas; la baja destinada a alquiler de locales comerciales, servicios generales y garage para los inquilinos. Las seis plantas restantes se destinan a viviendas, existiendo cuatro por planta, dos de ellas exteriores, de gran lujo, y otras dos interiores.
Contaba con los servicios más modernos, incluida la calefacción central por agua caliente.

Sobre cimiento de hormigón en masa se levantó la estructura metálica que constituye el elemento resistente de todo el edificio. Los muros exteriores, ligeros y aislantes, se levantaron con ladrillo hueco doble y sencillo, dejando cámaras de aire y aplicando una protección de corcho aglomerado para aislarla del frío y los ruidos

La revista de construcción 'Eco Patronal' publica todos los detalles de esta obra y muestra los planos que ofrecemos a continuación.



Estos son tres ejemplosde arquitectura en la calle Serrano, muchos quedan en el recuerdo, pero con estos podemos hacernos una idea del lujo y poder de esta calle madrileña.

Hasta aquí hemos llegado, y antes de seguir con otro tema, hacemos una parada para saciar la sed que estos viajes en el tiempo proporcionan, visitando un comercio situado en el número 44 de la calle Serrano allá por el año 1876.



Damos paso ahora al entrañable artefacto que circulaba por Serrano. ¡Señoras y señores, viene el tranvía!



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sábado, 18 de septiembre de 2010

La antigua calle Serrano del Barrio de Salamanca

El próximo 25 de septiembre se reinaugura la calle de Serrano después de un largo y tedioso tiempo de obras y remodelaciones. El evento será tan pomposo como la calle misma y el barrio donde se ubica, como lo demuestra la noticia aparecida hace unos días en Cocidito madrileño.

Historia Urbana de Madrid retrocede en el tiempo para traer a la memoria de los ciudadanos los inicios de esta calle que forma parte de la Milla de Oro madrileña.

Nacimiento del Barrio de Salamanca
A mediados del Siglo XIX (1863) nacerá el elegante barrio, situado entre la Puerta de Alcalá y la fuente de La Castellana, por orden y a expensas del acaudalado banquero malagueño José de Salamanca y Mayol.
En breve aparecerían largas manzanas de casas, calles alineadas, preciosos chalets y pintorescos jardines donde, hasta entonces, había existido un terreno improductivo y abandonado.

Era idea del Primer marqués de Salamanca y Primer conde de los Llanos hacer en aquel sitio un "faubourg Saint-Germain" madrileño (prescindiendo del aspecto monumental que mostraba el parisiense).

El diseño de este nuevo barrio fue realizado por Carlos María de Castro, dentro de la primera fase del ensanche de Madrid (Plan Castro), que permitió ampliar la ciudad más allá de la cerca que rodeaba Madrid desde el siglo XVIII.

'El Globo', 16 de julio de 1876

Debido al declive de la economía del marqués, el barrio de Salamanca pasó a ser propiedad de la Sociedad Española de Crédito Comercial, que ensayó el sistema francés de rifar algunas casas y chalets por medio de la Lotería Nacional.




El boulevard Narváez
Por esas cosas de la vida la calle se denominó inicialmente como bulevar Narváez, acérrimo enemigo de Salamanca, a quien le hizo emigrar en dos ocasiones. Tras la revolución de 1868 fue denominada tal y como se conoce en la actualidad (caudillo de La Gloriosa).

Las primeras viviendas que se construyeron iban desde la calle de Villanueva hasta la calle de Goya (es decir las calles detrás del Museo Arqueológico). En aquella época las condiciones saludables del barrio le convertían en ideal para las viviendas de lujo, amplias avenidas, cerca del campo, y con abundantes aguas.

En el Diario Oficial de Avisos de Madrid del año 1868 encontramos referencias sobre el boulevard de Narváez.



También del mismo año, pero en este caso del periódico 'La Época', podemos conocer dos comercios que publicaban sus anuncios.



Con el tiempo irán naciendo otros comercios, ya con domicilio en la calle Serrano, como el Café Roma, donde tendrá su tertulia Gregorio Marañón; el restaurante 'Filiquier', donde Cánovas del Castillo se reunirá con los redactores de 'La Época', y otros tantos.

Diario 'La Iberia', 5 de octubre de 1884

Calle de Serrano, caudillo de La Gloriosa
Francisco Serrano y Domínguez (Isla de León, San Fernando, Cádiz, 17 de diciembre de 1810 – Madrid, 25 de noviembre de 1885), duque de la Torre y conde de San Antonio.
Fue un militar y político español que ocupó los puestos de Regente, Presidente del Consejo de Ministros de España y último Presidente de la Primera República Española. Vivió en el número 14 de esta calle.

La calle comienza en la Puerta de Alcalá y finaliza en la Avenida de Concha Espina, siendo en la actualidad, junto a las Claudio Coello y Ortega y Gasset, una arteria comercial de lujo.

La imagen corresponde a un grabado publicado en la revista 'La Ilustración Española y Americana' del año 1873 donde ya son visibles las vías del tranvía.

Aún se conservan en la zona las viviendas características del arquitecto Lecumberri, con amplios portales para carruajes, patios interiores y una altura máxima entre 3 y 4 plantas.

En 1865 se comenzarán a construir los Museos de Arte Moderno y Arqueológico, Biblioteca Nacional y Archivo Histórico sobre el solar que ocupó la primera Escuela de Veterinaria. Las obras no se concluirán hasta el IV centenario del descubrimiento de América (1892).

Desde 1861 y hasta 1964 estuvo ubicada en esta calle la Casa de la Moneda, en el lugar que hoy ocupan los Jardines del Descubrimiento y el Centro Cultural de la Villa.

Cortesía del diario ABC - Fotografía de 1969 que muestra el edificio de la Casa de la Moneda

En 1872 establecerá su despacho la Compañía Ferro-Carriles del Norte de España (en el número 22).
En 1880 será el conde de Mejorada quien construya su palacio. En 1908 se construirá otro sobre el anterior para el marqués de Portazgo (hoy sede del Colegio de Abogados).

En 1889 se inaugura el ABC Serrano, uno de los edificios más representativos de la calle, obra del conocido arquitecto López Salaverry. Aquí estuvo la sede de Prensa Española, editora de Blanco y Negro, hasta 1989, año en el que fue transformado en el actual centro comercial.
Se trata de un conjunto formado por varios edificios: el construido por López Sallaberry en 1899 para Blanco y Negro, con fachada neoplateresca a la calle de Serrano; la ampliación del mismo mediante una nave de imprentas que llegaba hasta el paseo de la Castellana, efectuada en 1904 -un año antes del lanzamiento del diario ABC- por Francisco del Villar Carmona, que aplica un interesante sistema de bóvedas tabicadas patentado por Madurell Hermanos.


El edificio en la actualidad

La revista 'Actualidades' instalará su redacción en el año 1909 (en el número 55)

En la manzana comprendidas entre las calles del Marqués de Villamagna y José Ortega y Gasset estuvo el magnífico Placio de Anglada, del que sólo quedan las enormes coniferas de su jardín que hoy pertenecen al hotel Villamagna.

Palacio de Anglada

En el terreno que ocupa hoy la Embajada de Estados Unidos se encontraba el 'Palacio de la Huerta'. Pertenecía al marqués de la Puente y Sotomayor, que la cedió a su hija como regalo de bodas al contraer matrimonio con Cánovas del Castillo. Allí estuve la capilla ardiente del político, tras ser asesinado en Santa Agueda. Los restos de Cánovas descansan en el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid.

También tuvieron su residencia en el Barrio de Salamanca grandes personalidades de la vida política y cultural española, como Antonio de los Ríos y Rosas, José Fernández de la Hoz, Antonio Romero Ortíz, Manuel Alonso Martínez, Emilio Castelar, Francisco Navarro Ledesma, Miguel Moya, Laureano Figuerola, José López Domínguez, Rafael María de Labra, Julio Burell, María Bushental, Angel Carvajal, José Lázaro Galdiano, Jacinto Miquelarena, Benito Pérez Galdós, Francisco Silvela, Manuel de Falla, etc.


Las casas de la calle Serrano
En las imágenes inferiores vemos el precio del alquiler de las casas en el año 1876.


Las edificaciones tienen todas el mismo rasante; son altas y plagadas de balcones. En la imagen inferior podemos apreciar la configuración del barrio. Se trata de una vista aérea tomada desde el dirigible 'España' el 7 de mayo de 1910.


El dirigible 'España' efectuando pruebas de velocidad - 1910

A primera hora del día abren sus ventanales de par en par dejando ver sus magníficos techos artesonados y el marco de oro de grandes espejos.

Decoración interior hacia 1915

En estas casas la separación de clases es evidente. Tras los amplios zaguanes otra puerta de cristales conduce a un patio donde están las cocheras y los garages. También hay una escalera, la escalera interior, que da acceso a las viviendas humildes. Pisos interiores que asemejan celdas de ermitaños donde la luz llega casi muerta y el aire pasa de vez en cuando.

En estos cuartos interiores, inmediatos a esos otros que tienen salones tan grandes como los de Palacio, viven gentes modestas, artesanos y menestrales, sobre los que el portero ejerce una tiranía de señor.
No ofrecen mas perspectiva que el cielo que se puede ver coronando el patio; al menos desde los  pisos abuhardillados se ve la luz del sol y las panorámicas vistas de tejados y cúpulas.

Las modistillas del Barrio de Salamanca
A varias horas llega de los diferentes barrios de Madrid a las calles del de Salamanca un ramalazo de alegría. Son aquellas horas en que las modistillas, alegría de Lavapiés, aristocrácia de Chamberí, entran y salen de los talleres de las calles Jorge Juan, Lagasca, Olózaga, y otras tantas, donde las modistas más acreditadas tienen sus talleres.
Las calles de Serrano, Velázquez, Recoleto, se avivan al paso de estas señoritas, alegres, de líneas suaves y ademán aristocrático, que regresan a sus hogares. Esa es parte de la vida de la calle Serrano.