Ayer, sábado 15 de junio de 2013, nos enteramos que el Teatro Alcázar se estaba incendiando. No es la primera vez que ocurre; los madrileños recordamos con gran duelo el incendio acontecido el 17 de diciembre de 1983 en la Sala Alcalá 20, que estaba situada en los sótanos del mismo edificio. Fallecieron allí ochenta y dos personas y veinticuatro sufrieron heridas de gravedad.
Historia Urbana de Madrid, satisfecho por la labor realizada por las fuerzas municipales de bomberos y policía, y dando gracias al cielo porque no hubo víctimas en este nuevo incendio, quiere recordar los mejores momentos del Teatro 'Alkázar' o 'Alcázar', antes Trianón Palace.
El arte frívolo, género ínfimo o de variedades
El arte frívolo o de las variedades nació oficialmente en Madrid con el 1900. Hizo su tímida aparición a principios del siglo XX, en un saloncito titulado Ideal Japonés, que estaba emplazado en el edificio que más tarde ocuparía el Lion d'Or de la calle de Alcalá número 18. [El edificio que ocupaba el Lion d'Or se hundirá el 26 de marzo de 1921 a consecuencia del vaciado de cimentación para la construcción del actual Teatro Alcázar.]
En el Trianón triunfaron Susana Aura, Paulette Darty y otras "divettes" parisinas, y allí se reveló, en una pantomima galante titulada "El pacha Bumbúm", la famosa Fornarina como una futura diosa de la frivolidad.
En la calle de la Montera, casi esquina a Jardines, funcionó por aquella época cierto Salón Bleu, que regentó durante mucho tiempo el aplaudido autor Ernesto Tecglen, figura preeminente del cotarro varietinesco, y en la calle de Alcalá 4 estuvo el renombrado Salón de Actualidades, del cual fue empresario D. Ramiro Cebrián y director artístico Eduardo Montesinos, también autoridad competente del género ínfimo.
Posteriormente, Romea, que no pasaba de ser una barraca, cultivó asimismo el arte frívolo, y hasta 1911, en que D. Antonio Moriones inauguró el Trianón Palace, donde hoy se halla enclavado el Alcázar, el género ínfimo se incubó en locales equívocos de escasa categoría, como el teatro de la Encomienda; el Salón Madrileño de la calle de Atocha, y otros sitios infectos a los cuales no concurrían las familias honorables.
El Trianón Palace da categoría al teatro de variedades
Correspondió a D. Antonio Moriones aristocratizar el género ínfimo, que empezó a titularse de variedades, y en aquel primoroso Trianón Palace, inaugurado el 15 de abril de 1911, se señaló la nueva orientación.
La buena sociedad madrileña concedió beligerancia a las cancionistas y bailarinas que dejaron de ser conceptuadas corruptoras de padres de familia y de niños precoces.
El periódico "El País" del 16 de abril de 1911 anuncia la inauguración del que más tarde será popularmente llamado el "Real" de las varietés:
Inmediatamente D. Antonio Alesanco, empresario del Romea, convertirá su barraca en una pastelería, con sus paredes blancas, sus espejos y sus cortinas de terciopelo, y lavando la cara al teatro de la calle de Carretas, asequible ahora al público que se baña y detesta los malos olores.
El Trianon y Romea, Moriones y Alesanco, se esforzaron en la presentación de "estrellas", y cuando carecieron de ellas las improvisaron, como Lola Montes.
En el Trianón fue donde por primera vez cobraron las estrellas cincuenta y sesenta duros y en donde Raquel Meller trabajó gratis durante una temporada por haber perdido un pleito que sostuvo contra el señor Moriones.
Telón... y final
El martes 10 de febrero de 1920 el Trianón Palace dará su última función. Las artistas que trabajaron aquella noche por última vez en el Trianón fueron cariñosamente despedidas. Merceditas Seros y Lolita Baldó, lloraban de emoción.
Era el final del Teatro "Real" de las variedades y las frivolidades. Templo del género ínfimo elevado a su máxima categoría que en pocos días quedaría completamente desmantelado.
Ya sólo quedaba otro teatro veterano como el Trianón, el Romea.
De Trianón a Alkázar
El "Heraldo de Madrid" del 27 de enero de 1925 publica esta noticia en su sección de espectáculos:
"La Empresa del Alkazar reunió anoche en el nuevo teatro a una nutrida representación de la Prensa y a autores, músicos y artistas, para que visitasen el edificio, que es, en conjunto y por separado, sencillamente magnífico.
José Juan Cadenas, con su amabilidad característica, acompañó en la visita a los invitados, en unión del joven arquitecto don Eduardo Lozano Laudet*, que ha construido el Alkazar, recorriendo todo el teatro , el casino y el "cabaret " y admirando el lujo y buen gusto que ha presidido su decoración.
La sala del nuevo teatro es muy amplia y alegre, un poco parecida a la del Reina Victoria , pero de más dimensiones. El escenario es magnífico y pose e un gran fondo, muy apropiado al espectáculo que allí ha de cultivarse.
Todas las localidades están muy bien dispuestas y ofrecen gran comodidad.
El "danzing " constituye un local elegantísimo, de tonos claros, al que se desciende por una escalera verdaderamente regia .
Tiene un piso de palcos, instalados a todo lujo.
Los cuartos para los artistas, el casino y todos los interiores están perfectamente dispuestos y con toda riqueza de detalles.
La Empresa obsequió a los invitados con un lunch.
El señor Cadenas y el arquitecto señor Lozano recibieron muchas felicitaciones, justamente merecidas."
* Los planos del nuevo edificio que albergaría al Teatro Alkázar fueron realizados por el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga, quien no llegó a ver finalizado su proyecto.
El nuevo Teatro se inaugurará con el estreno de la opereta "Madame Pompadour", interpretada por Julia Fons.
De Alkázar a Lope de Vega
La publicación "Mi revista" (Barcelona), del 1 de abril de 1938, anunciará un cambio en la denominación del Teatro Alkázar:
En los años 40 recuperará su antiguo nombre pero con un matiz, será llamado 'Teatro Alcalá', sin la k que para el gobierno franquista tenía connotaciones de nombre extranjero.
Y este ha sido el recorrido por la historia de uno de los templos del género ínfimo o de variedades que fue una vez, hoy teatro gentil que lleva por nombre el de Cofidis y al que le deseamos buena salud y éxito a pesar de las adversidades.
Copyright 2013 EFE/Chema Moya |
Historia Urbana de Madrid, satisfecho por la labor realizada por las fuerzas municipales de bomberos y policía, y dando gracias al cielo porque no hubo víctimas en este nuevo incendio, quiere recordar los mejores momentos del Teatro 'Alkázar' o 'Alcázar', antes Trianón Palace.
El arte frívolo, género ínfimo o de variedades
El arte frívolo o de las variedades nació oficialmente en Madrid con el 1900. Hizo su tímida aparición a principios del siglo XX, en un saloncito titulado Ideal Japonés, que estaba emplazado en el edificio que más tarde ocuparía el Lion d'Or de la calle de Alcalá número 18. [El edificio que ocupaba el Lion d'Or se hundirá el 26 de marzo de 1921 a consecuencia del vaciado de cimentación para la construcción del actual Teatro Alcázar.]
En el Trianón triunfaron Susana Aura, Paulette Darty y otras "divettes" parisinas, y allí se reveló, en una pantomima galante titulada "El pacha Bumbúm", la famosa Fornarina como una futura diosa de la frivolidad.
En la calle de la Montera, casi esquina a Jardines, funcionó por aquella época cierto Salón Bleu, que regentó durante mucho tiempo el aplaudido autor Ernesto Tecglen, figura preeminente del cotarro varietinesco, y en la calle de Alcalá 4 estuvo el renombrado Salón de Actualidades, del cual fue empresario D. Ramiro Cebrián y director artístico Eduardo Montesinos, también autoridad competente del género ínfimo.
Posteriormente, Romea, que no pasaba de ser una barraca, cultivó asimismo el arte frívolo, y hasta 1911, en que D. Antonio Moriones inauguró el Trianón Palace, donde hoy se halla enclavado el Alcázar, el género ínfimo se incubó en locales equívocos de escasa categoría, como el teatro de la Encomienda; el Salón Madrileño de la calle de Atocha, y otros sitios infectos a los cuales no concurrían las familias honorables.
El Trianón Palace da categoría al teatro de variedades
Correspondió a D. Antonio Moriones aristocratizar el género ínfimo, que empezó a titularse de variedades, y en aquel primoroso Trianón Palace, inaugurado el 15 de abril de 1911, se señaló la nueva orientación.
La buena sociedad madrileña concedió beligerancia a las cancionistas y bailarinas que dejaron de ser conceptuadas corruptoras de padres de familia y de niños precoces.
El periódico "El País" del 16 de abril de 1911 anuncia la inauguración del que más tarde será popularmente llamado el "Real" de las varietés:
Inmediatamente D. Antonio Alesanco, empresario del Romea, convertirá su barraca en una pastelería, con sus paredes blancas, sus espejos y sus cortinas de terciopelo, y lavando la cara al teatro de la calle de Carretas, asequible ahora al público que se baña y detesta los malos olores.
El Trianon y Romea, Moriones y Alesanco, se esforzaron en la presentación de "estrellas", y cuando carecieron de ellas las improvisaron, como Lola Montes.
En el Trianón fue donde por primera vez cobraron las estrellas cincuenta y sesenta duros y en donde Raquel Meller trabajó gratis durante una temporada por haber perdido un pleito que sostuvo contra el señor Moriones.
Telón... y final
El martes 10 de febrero de 1920 el Trianón Palace dará su última función. Las artistas que trabajaron aquella noche por última vez en el Trianón fueron cariñosamente despedidas. Merceditas Seros y Lolita Baldó, lloraban de emoción.
Era el final del Teatro "Real" de las variedades y las frivolidades. Templo del género ínfimo elevado a su máxima categoría que en pocos días quedaría completamente desmantelado.
Ya sólo quedaba otro teatro veterano como el Trianón, el Romea.
De Trianón a Alkázar
El "Heraldo de Madrid" del 27 de enero de 1925 publica esta noticia en su sección de espectáculos:
"La Empresa del Alkazar reunió anoche en el nuevo teatro a una nutrida representación de la Prensa y a autores, músicos y artistas, para que visitasen el edificio, que es, en conjunto y por separado, sencillamente magnífico.
José Juan Cadenas, con su amabilidad característica, acompañó en la visita a los invitados, en unión del joven arquitecto don Eduardo Lozano Laudet*, que ha construido el Alkazar, recorriendo todo el teatro , el casino y el "cabaret " y admirando el lujo y buen gusto que ha presidido su decoración.
La sala del nuevo teatro es muy amplia y alegre, un poco parecida a la del Reina Victoria , pero de más dimensiones. El escenario es magnífico y pose e un gran fondo, muy apropiado al espectáculo que allí ha de cultivarse.
Todas las localidades están muy bien dispuestas y ofrecen gran comodidad.
El "danzing " constituye un local elegantísimo, de tonos claros, al que se desciende por una escalera verdaderamente regia .
Tiene un piso de palcos, instalados a todo lujo.
Los cuartos para los artistas, el casino y todos los interiores están perfectamente dispuestos y con toda riqueza de detalles.
La Empresa obsequió a los invitados con un lunch.
El señor Cadenas y el arquitecto señor Lozano recibieron muchas felicitaciones, justamente merecidas."
* Los planos del nuevo edificio que albergaría al Teatro Alkázar fueron realizados por el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga, quien no llegó a ver finalizado su proyecto.
El nuevo Teatro se inaugurará con el estreno de la opereta "Madame Pompadour", interpretada por Julia Fons.
De Alkázar a Lope de Vega
La publicación "Mi revista" (Barcelona), del 1 de abril de 1938, anunciará un cambio en la denominación del Teatro Alkázar:
En los años 40 recuperará su antiguo nombre pero con un matiz, será llamado 'Teatro Alcalá', sin la k que para el gobierno franquista tenía connotaciones de nombre extranjero.
Y este ha sido el recorrido por la historia de uno de los templos del género ínfimo o de variedades que fue una vez, hoy teatro gentil que lleva por nombre el de Cofidis y al que le deseamos buena salud y éxito a pesar de las adversidades.
© 2013 Eduardo Valero García - HUM 013-008 ESP TALCAZAR
.
Magnífico y completísimo relato.
ResponderEliminarMuchísimas gracia