Este artículo se actualiza con fecha 5 de septiembre de 2021 para incluir datos de interés sobre el lugar donde Otto Wunderlich toma las fotografías.
El pasado 26 de agosto, en el grupo de Facebook Historias Matritenses, el señor Felix Calle publica las dos fotografías que aparecen en este artículo. No lo hace valiéndose de las aquí publicadas sino de las procedentes de la Fototeca de Patrimonio Histórico (Archivo WUNDERLICH); procedimiento correcto y poco frecuente debido a la denunciable costumbre de los “copiapeguistas”.
Felix Calle lanza la siguiente pregunta: «¿Alguien puede identificar la ubicación?». Inmediatamente, varios miembros del grupo aportan localizaciones posibles; aunque no son las correctas, demuestran el interés por encontrar la solución. En sus aportaciones aparecen datos interesantes sobre otras zonas de Madrid.
Miguel Chacón, otro miembro del grupo, razona detalles de las fotografías y, con un exquisito trabajo de investigación, aporta datos suficientes que ubican a la trapera y su burro en la calle Augusto Figueroa, 15 (actual 13), local de la Droguería Romero Girón. Estos datos son ratificados con aportaciones de Alejandro Amador Hernández.
Según comentan los implicados en la búsqueda y otros miembros, se daba por hecho que la fotografía había sido tomada en una calle del Rastro, demostrando un error en la ubicación y denunciando que así se ha ido repitiendo sin molestarse en investigar; costumbre muy propia de los “copiapeguistas”.
Todo ese trabajo de investigación pueden verlo a través del siguiente enlace: https://www.facebook.com/groups/312465008885513/posts/2412138092251517/
Mi enhorabuena a los citados.
Fototeca: El burro de la trapera. Madrid, hacia 1920
Es curiosa la fotografía, pues poco se veía a las traperas por el día. Tal parece que habían cambiado las costumbres en los madriles de los años veinte del siglo veinte.
Decía el romántico Mariano José de Larra en 1835:
“Pero de entre todos los modos de vivir ¿qué me dice el lector de la trapera, que con un cesto en el brazo y un instrumento en la mano recorre a la madrugada, y aun más comúnmente de noche, las calles de la capital? Es preciso observarla atentamente. La trapera marcha sola y silenciosa; su paso es incierto como el vuelo de la mariposa; semejante también a la abeja, vuela de flor en flor (permítaseme llamar así á los portales de Madrid, siquiera por figura retórica, y en atención a que otros hacen peores figuras, que las debieran hacer mejores).”
La trapera utilizaba, en aquellos tiempos decimonónicos, un gancho para atrapar despojos y echarlos en su cesto. Así lo hacía portal a portal como lo describe Fígaro, quien añade:
“En una noche de luna el aspecto de la trapera es imponente: alargar el gancho, hacerlo guadaña, y al verla entrar y salir en los portales alternativamente, parece que viene á llamar á todas las puertas, precursora de la parca. Bajo este aspecto hace en las calles de Madrid los oficios mismos que la calavera en la celda del religioso; invita á la meditación, á la contemplación de la muerte, de que es viva imagen.”
Triste y arriesgada labor para una mujer en las noches pendencieras de Madrid, más propensa a morir que a figurar la muerte.
No había edad para comenzar en el oficio, pues la retratada seguramente lo era desde la niñez y gracias al fotógrafo lo será por los siglos de los siglos.
De 1852 traemos la siguiente noticia, publicada en el periódico literario La Esperanza, para ilustrar un poco más el oficio de trapera:
Era muy frecuente en las columnas de la prensa que las traperas formasen parte de las crónicas diarias, principalmente en el siglo XIX. No siempre la noticia era como la aquí publicada, aunque sí hacían muchos hallazgos, y entre ellos algún bebé recién nacido. Pero abundaban las asesinadas; las atropelladas; las maltratadas; las cómplices de algún delincuente, y las deshonradas y engañadas.
Como en el caso de los mozos de cordel, la profesión de trapera (también hubo traperos, claro) va desapareciendo y del mismo modo las noticias sobre ellas. La más sonada del siglo XX fue el asesinato a palos de la trapera Macaria García Sobrerbiola, de cincuenta y siete años. El crimen fue cometido en el Puente de Vallecas el 5 de noviembre de 1934.
Se desvanece ahora la añeja trapera y su burro queda. Precioso asno que llega a nuestra literatura de la mano de Cervantes como “el Rucio”. Sin perder su condición de animal de carga -que lo era desde antiguo-, sube a lo más alto en las Reales Academias cargando en el lomo a Sancho y su panza.
¡Cuánto has trabajado! Penita da verte solo sobre la calle empedrada, junto a los sacos de vacíos tesoros que recogió tu ama y que serán su sustento en el Rastro, si se da bien la mañana.
Desde este siglo XXI te recordamos, y acariciando tu sacrificada testa susurramos:
“Vive tranquilo, Platero. Yo te enterraré al pie del pino grande y redondo del huerto de la Piña, que a ti tanto te gusta. Estarás al lado de la vida alegre y serena. Los niños jugarán y coserán las niñas en sus sillitas bajas a tu lado. Sabrás los versos que la soledad me traiga. Oirás cantar a las muchachas cuando lavan en el naranjal y el ruido de la noria será gozo y frescura de tu paz eterna. Y, todo el año, los jilgueros, los chamarices y los verdones te pondrán, en la salud perenne de la copa, un breve techo de música entre tu sueño tranquilo y el infinito cielo de azul constante de Moguel.” Juan Ramón Jiménez
Bibliografía | ||||||
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor. En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2015) "Fototeca: El burro de la trapera. Madrid, hacia 1920", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ • Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. • En todas las citas se ha conservado la ortografía original. |
ISSN 2444-1325
aquí también hablan de la foto y se preguntan en qué calle puede estar hecha:
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/groups/312465008885513/posts/2412138092251517/
Gracias,Eduardo Valero. Yo no tuve más mérito que preguntarme y preguntar la posible localizacion, porque la verdad, dudaba de lo del Rastro, sobre todo sin la mínima "prueba".
ResponderEliminarLo que sí hice fue preparar una imagen de Street View de Google maps para compararla con las imágenes antiguas, donde se podía distinguir aún el marco con la rejilla florida.
Félix Calle
Félix, el sólo hecho de tener curiosidad por conocer más de nuestros espacios urbanos poco destacados, formular la pregunta y tomarte el trabajo de hacer una comparativa,es suficiente y meritorio como para mencionarte. En todo caso, el agradecido soy yo, y supongo que mi agradecimiento es representativo del de muchos madrileños. En breve estará listo mi investigación sobre la Droguería Romero Girón. Un saludo
Eliminar