A las once de la noche del 19 de enero de 1986, contando 67 años de edad, en la Clínica Ruber fallece D. Enrique Tierno Galván, el "viejo profesor".
A las once y veinte de aquella triste noche, en la Casa de la Villa era leído el parte de defunción. Lo hacía D. José María de la Riva en compañía del segundo teniente de alcalde, D. Emilio García Horcajo, y dos concejales.
Por su parte, y a la misma hora, el primer teniente de alcalde y alcalde en funciones, D. Juan Barranco, anunciaba oficialmente el fallecimiento de Tierno Galván. Lo hacía con estas palabras:
Don Enrique murió en domingo.
Había ingresado el miércoles, día 15, horas después de sufrir una caída en el cuarto de baño de su domicilio. El sábado por la tarde había agravado su situación, entrando en coma profundo.
Poco a poco sus constantes vitales fueron mermando sin que los médicos pudieran hacer nada, por expreso deseo del enfermo. Tierno Galván había manifestado que no quería ser entubado como Franco ni recibir tratamientos excepcionales.
El jefe del equipo médico, Dr. Dionisio Ballesteros, llegado el momento, ordenó se dejasen de suministrar sueros y se aplicasen sedantes. El "shock" tardó en llegar. Según palabras del galeno, Tierno Galván tenía "un corazón como un roble".
En la habitación 517 de la citada clínica, en compañía de su esposa, doña Encarna Pérez, su hijo Enrique, el alcalde en funciones D. Juan Barranco y D. Manuel Ortuño, concejal de Relaciones Institucionales, dejaba de existir el "viejo profesor".
Durante todo el día muchos madrileños estuvieron atentos a las novedades sobre la "mala salud de hierro" del querido alcalde. Algunos se habían instalado en las puertas de la clínica; otros seguían las últimas noticias desde sus casas, atentos a la radio y al televisor. Poco después de las 23 horas, las emisoras anunciaban la lamentable pérdida.
El Defensor del Pueblo, D. Joaquín Ruiz Giménez, notablemente atribulado, había dicho a su salida de la clínica:
Pocos días antes, en el almuerzo anual de la Asociación de la Prensa de Madrid, un afectado Tierno Galván recibía de manos del periodista César Navascués (ABC) una vara de alcalde. Don Enrique, siempre con humor a pesar de la adversidad, aseguró que no utilizaría el bastón "más que en ocasiones especiales", y advirtió a los periodistas "tengan cuidado con lo que hagan a partir de ahora".
En febrero de 1985, afectado ya por el cáncer de colon que le robó la vida, "el viejo profesor" recibía a los periodistas en su domicilio de la calle Ferraz, convaleciente después de una operación.
La fotografía, tomada por Ana Echegaray para Hoja Oficial del Lunes, mostraba al alcalde en una imagen inusual, sin el habitual chaleco que lucía hasta en verano.
El alcalde se había ganado a pulso la simpatía y el cariño de los madrileños, quienes en aquel momento eran muchos más de los que le habían votado en 1983.
Y se marchó Tierno Galván. Y Madrid decretó tres días de luto desde el lunes 20 de enero.
Historia Urbana de Madrid, en memoria de D. Enrique Tierno Galván, y emulando aquel luto celebrado en Madrid hace treinta años, recordará durante tres días al "mejor alcalde de Madrid".
A las once y veinte de aquella triste noche, en la Casa de la Villa era leído el parte de defunción. Lo hacía D. José María de la Riva en compañía del segundo teniente de alcalde, D. Emilio García Horcajo, y dos concejales.
Por su parte, y a la misma hora, el primer teniente de alcalde y alcalde en funciones, D. Juan Barranco, anunciaba oficialmente el fallecimiento de Tierno Galván. Lo hacía con estas palabras:
"Desgraciadamente, lo que todos los madrileños temían se ha producido. A las once de la noche del día 19 de enero de 1986 se constata el fallecimiento del excelentísimo señor alcalde de Madrid, don Enrique Tierno Galván, por fallo cardiorrespiratorio.
A veces el destino es caprichoso y otras tremendamente cruel. El mejor alcalde de Madrid, el mejor alcalde de España, el viejo profesor y el maestro de tantos y tantos, descansa en paz."
Don Enrique murió en domingo.
Había ingresado el miércoles, día 15, horas después de sufrir una caída en el cuarto de baño de su domicilio. El sábado por la tarde había agravado su situación, entrando en coma profundo.
Poco a poco sus constantes vitales fueron mermando sin que los médicos pudieran hacer nada, por expreso deseo del enfermo. Tierno Galván había manifestado que no quería ser entubado como Franco ni recibir tratamientos excepcionales.
El jefe del equipo médico, Dr. Dionisio Ballesteros, llegado el momento, ordenó se dejasen de suministrar sueros y se aplicasen sedantes. El "shock" tardó en llegar. Según palabras del galeno, Tierno Galván tenía "un corazón como un roble".
En la habitación 517 de la citada clínica, en compañía de su esposa, doña Encarna Pérez, su hijo Enrique, el alcalde en funciones D. Juan Barranco y D. Manuel Ortuño, concejal de Relaciones Institucionales, dejaba de existir el "viejo profesor".
Durante todo el día muchos madrileños estuvieron atentos a las novedades sobre la "mala salud de hierro" del querido alcalde. Algunos se habían instalado en las puertas de la clínica; otros seguían las últimas noticias desde sus casas, atentos a la radio y al televisor. Poco después de las 23 horas, las emisoras anunciaban la lamentable pérdida.
El Defensor del Pueblo, D. Joaquín Ruiz Giménez, notablemente atribulado, había dicho a su salida de la clínica:
"...era un hombre de paz y se nos va en el año de la paz; espero que desde arriba, el Señor se apiade de un hombre como éste, que ha sabido transformar la política en humanidad."
Pocos días antes, en el almuerzo anual de la Asociación de la Prensa de Madrid, un afectado Tierno Galván recibía de manos del periodista César Navascués (ABC) una vara de alcalde. Don Enrique, siempre con humor a pesar de la adversidad, aseguró que no utilizaría el bastón "más que en ocasiones especiales", y advirtió a los periodistas "tengan cuidado con lo que hagan a partir de ahora".
En febrero de 1985, afectado ya por el cáncer de colon que le robó la vida, "el viejo profesor" recibía a los periodistas en su domicilio de la calle Ferraz, convaleciente después de una operación.
La fotografía, tomada por Ana Echegaray para Hoja Oficial del Lunes, mostraba al alcalde en una imagen inusual, sin el habitual chaleco que lucía hasta en verano.
El alcalde se había ganado a pulso la simpatía y el cariño de los madrileños, quienes en aquel momento eran muchos más de los que le habían votado en 1983.
Y se marchó Tierno Galván. Y Madrid decretó tres días de luto desde el lunes 20 de enero.
Historia Urbana de Madrid, en memoria de D. Enrique Tierno Galván, y emulando aquel luto celebrado en Madrid hace treinta años, recordará durante tres días al "mejor alcalde de Madrid".
Bibliografía | ||||||
Velazquez, Carlos (20 de enero de 1986) Enrique Tierno pidió no ser entubado como Franco y no ser sometido a tratamientos excepcionales. LA VANGUARDIA, p. 3, 8 Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor. En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2016) "El día de Tierno Galván: De Madrid al cielo", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325 • Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. • En todas las citas se ha conservado la ortografía original. |
© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-001 TIERNO GALVÁN
ISSN 2444-1325
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