jueves, 29 de mayo de 2014

Madrid y Galdós: Diccionario galdosiano, por Tomás Borrás


Los modismos del pueblo madrileño, que en tantas obras de Galdós quedan representados, son hoy protagonistas en la palabra del cronista de la Villa de Madrid, D. Tomás Borrás y Bermejo.
Borrás escribe el artículo "El decir del pueblo, en Galdós" que la revista del Ayuntamiento "Villa de Madrid" publica en 1970.

Interesante trabajo del que transcribimos sólo el fragmento en que Borrás enumera una por una parte de las expresiones madrileñas utilizadas por Galdós en su obra. Compendio de frases que para Borrás merecen un diccionario.

Antes de comenzar, con la intención de ilustrar y crear el ambiente apropiado, un fragmento de zarzuela, género que identifica el gracejo madrileño y costumbres de otros tiempos. Con ustedes, La verbena de la Paloma.





(1)
"Benito Pérez Galdós ha legado una suma incalculable a rápido mirar y no contar, de locuciones, expresiones, reproches, exclamaciones, ingeniosidades, conceptos, construcciones, perífrasis burlonas, síncopas, figuras y tropos, hallazgos, onomatopeyas, díceses, aliteraciones, mutilaciones, atrevimientos, insultos, valgamedioses y mandangas del absolutismo de lo libérrimo, pero salido de la entraña de eso perdurablemente vivo y sano que llamamos «la gente». Cualquier gente y las demás.

La calle y la casa, el taller y el viaje, la academia y la verdulería. Aquella estatua que era don Benito pasaba rozándola y, sin contacto sensorial, ellos delante del encubierto, sin temerle, se desahogaban dándole al aire sus quejas y alegrías. Y el Galdós que iba bien oculto en don Benito, después dejaba sin disecar, sin diccionarierar, aquellas expansiones de la verba y potencia expansiva de ellos. Como salieron.




Podría catalogarse un centón de nombres sustantivos, porque el instrumental de la existencia corriente, desde el menaje a lo ingenieril—que nacía—, lo registra Galdós en su Monumenta. Y de los adjetivos. Y de los topónimos. Y sucesivamente. Lo mejor será, no lo dudéis, la locución. Que es el pensamiento y el sentimiento que sale a flor de boca.

En mi lectura de Galdós reuní, por capricho, muchísimas de las que el Padre Mir denomina «frases». ¿Cuántas tengo anotadas? Calculo que unas mil. Entre otras notículas que no acuerdan con este caso. Habrá, por lo menos, diez veces más en sus novelas.

Ni soy biólogo ni lo intento. Sí, que el habitante de la España del centenario de Galdós sepa cómo perpetúa el habla de las Españas del XIX y lo que coleó del XIX en el lector complicado, el del oficio de ta, un apunte periodístico. Vale para dos cosas quizá: que el lector sencillo se admire y disfrute y que el lector complicado, el del oficio de cerner la cosecha del habla, algún día forme el «Diccionario galdosiano». ¡Pues qué trabajo cuesta, Señor, que nosotros mismos estudiemos en serio lo que ha salido de nosotros mismos!

Esta es la muestrilla de lo caudaloso—locuciones del inspirado vulgo o pópulo—, que podemos apellidar de galdosiano:

Tiene muchas tragaderas.

Eso es una bicoca.

Un sinfín de cosas.

Poner a la sombra (cárcel).

Es un jerifalte (personaje).

No están de compinche (combinados).

Llorar a moco y baba.

Restregarse las manos (contento).

Llover almendradas (piedras).

Es un pimpollo (jovencita).

Tiene un genio picón como un alacrán.

Está sin parientes ni habientes.

¡Qué garambaina!

De menos hizo Dios a Cañete, a quien hizo de un puñete.

De hombres se hacen los obispos, como dijo el otro.

Te lo juro como éste es día.

¡Pataplús!

Yo no soy saco de paja.

Tengo malas pulgas.

Dar cordelejo (perseguir y no hacer caso).

Es una tonta de camisón.

Tan claro como el agua.

Hay que tentarse la ropa.

Le recibió con mucho agasajo.

Desembuche, alma de cántaro.

Tiene telarañas en los ojos.

Le ha tomado ojeriza.

Por la escalera pobre (de servicio).

Los metesillas y sacasietes (enredadores).

Callaré como un marmolejo (estatua).

Eso se trata de aquí para ahí (de aquí para allá).

El porqué (el gasto).

Se armó la tremolina.

Esas son bolas (mentiras).

Se pusieron en buen pie (ricos).

Casar y compadrar, cada uno con su igual.

Viene cualquier pelón v...

¡Qué bueno por aquí!

Es gente de malos modos.

El diablo de siete colas.

Ya se lo dirán de misas.

Cobró la soldada (sueldo).

Corre la mosca (el dinero).

Se hacen la mamola (se adulan).

Ayuda a misa como un zarapico.

Parece un ascua de oro.

Pelillos a la mar.

No se para en pellizos (insignificancias).

No hacía más que arrastrar el guardapiés por las calles.

De ceca en meca.

Aquí te pongo, aquí te dejo.

Le daremos cordelejo.

Se chuparán los dedos con el alegrón.

¡La paz puerca!

Descajillarse por un maravedí.

Mi padre se llamaba hogaza y yo me muero de hambre.

Primero me aspan.

Mordió la tierra (cayó).

Que se lo lleve Patillas.

¡Qué matraca! (pesadez).

Me engañó como a un dominguillo.

Poco mal y bien quejado.

Malas brujas me chupen.

No sé palotada.

Hablaba como un cotorro.

Era perdona muy corrida.

Es de clavo pasado.

Le trae entre ojos.

Que no lo sepa ni la camisa que llevo puesta.

Ya andas en los tres duros y medio (setenta años).

Ni el canto de un duro.

Con santa pachorra.

Ha escupido en corro con los hombres de más fama.

Pero ,¡quiá!

Todo facha, nada más que facha.

Se acabó lo que se daba, y daban palos.

Cuando el diablo se propone enredar a los mortales, no caben lavativas ni flores cordiales.

Es bocado de príncipes.

Ha corrido la tuna (se ha divertido de joven).

No ha nacido en las hierbas del campo (es de buena familia).

A media miel.

¡Vaya noramala!

Al que mal vive, el miedo le sigue.

No soy saco de paja (despreciable).

A todos les di cordelejo (engaño).

Son morondongas (futesas)

Que no le atarugasen la cabeza (demasiados estudios).

Eso de que los demás se queden bailando el pelao... (desengaño y fracaso).

Tuve que meterme en el contrabando para que no se me helara el cielo de la boca.

No se meta en trigos ajenos.

Me quito el garbanzo de la boca para ahorrar.

Tanto sueldo y manos sucias (lucros ilícitos).

Chúpate ésa y vuelve por otra.

Tiene un humor de mantequillas

De peras a higos (le veía).

Tiene buenas explicaderas.

A mucha prisa, gran vagar.

Estoy como si me pincharan.

¡Tate! ¡Tate!

¡Vaya noramala!

De ésos entran pocos en libra.

Será lo que tase un sastre.

Está a punto de caramelo (a punto de lograrse).

No lo haré así me abran en canal.

Te viene de molde. Te está de molde. Te está pintiparado.

No te pongas tan picona (arisca, rebelde).

¿Soy figura de tutili-mundi?

Poner la vida en un tris.

El abad, de lo que canta, yanta.

Tienes que hacerte gente (elevante de categoría).

Mi hija tiene su siempre y cuando, como cualquier otra.

Está enfoguetado (enfadado).

Quiere enmarañar a tu hija (enamorarla, enredarla).

Se lustrea (se alaba).

Palabra y piedra suelta, no tienen vuelta.

Los traeres de Fulano (lo que hace Fulano ).

Dicen esto, lo otro y de acá y allá.

Se armó un zipizape que déjelo usted estar.

Gente de poco más o menos.

Será lo que tase un sastre.

De todo en todo se engañaba.

Poner las peras a cuarto.

Está de Dios.

Mala sarna se los coma.

Apañado tienes el ojo (te engañas).

Huir de ellos como de la sarna.

Le puso como ropa de Pascua.

A cencerros tapados (sin que se note).

Adelante con los faroles.

Si tienes hogazas, no pidas tortas.

Si te dan la vaquilla, acude con la soguilla.

Mano que da mendrugo, buena es aunque sea de turco.

Unas estaquitas de la olla (tajadas).

Me vino de perillas.

No me daba el naipe por.

Viene como de molde.

Dimes y diretes.

En priesa me ve y don Ayer me demanda.

Me saca los colores a la cara.

Le puso un puñal al pecho.

Arde en un candil (apuro) .

Hártate, comilón, con pasa y media.

Lo dijo con un tonillo...

No me molestó que me llamase tal, sino el retintín.

Soy el juego de la corretuela: cátate dentro, cátate fuera.

Muy tomada de lengua (vituperada).

Aquí tienes el siempre y cuando de mi resolución (lo que la justifica).

Me ha llenado la cabeza de catálogos ( proyectos)

¡Mira el duque de papelón! (de mentira).

¡ Porra!

De peras a higos.

Un ten-con-ten.

¿Tengo monos en la cara?

Le ha vuelto la cabeza del revés (convencido).

Se le da el pie y se toma la mano.

Haría bien en ponerle una calza al pie (frenarle).

Doy estos puntos y comas (puntadas).

La gente me picotea por ahí (murmura).

Es un tres-al-cuarto.

Princesa del estropajo.

Estás hecho un basilisco.

¡Qué fundamento de hombre!

Los aposentos altos (la cabeza).

Se pasa la vida arando la tierra por... (murmurando).

No me des matraca.

No te metas en camisa de once varas.

Estás encalabrinado.

Estar en el ajo.

Tiene todo el salero en la punta de la uña (ladronzuelo).

A ese le desmondongo (le saco las tripas).

Tiene corazón de alcorzo- (cobarde).

Es un licurgo (listo).

Es una gatada (maldad traviesa).

Si da en el hito de acompañarme (en el tesón).

El diablo no duerme y todo lo añasca.

Quien no puede dar en el clavo, da en la albarda.

Nos cascamos las liendres (pegarse).

Por la uña se saca el león

Por miedo de gorriones no se deja de sembrar cañamones.

Tan bueno es como el rey y el Papa el que no tiene capa.

Lo que has de dar al mur (ratón), dalo al gato y sacarte ha de cuidado.

Aunque mucho sabe la zorra, más sabe el que la toma.

Al que Dios quiere bien, en casa le traen de comer.

Ojos que se quieren bien, desde lejos se ven.

Quien te da el hueso, no quiere verte muerto.

Cada lobo en su senda y cada gallo en su muladar.

Sobre un huevo pone la gallina más.

No va a quedar uno para simiente de rábanos.

Perdona, por Dios hermano, que no tenemos suelto (al pedigüeño en burla).

No me quedaré de monago. Sacaré el pie del lodo (enriquecerse, progresar).

Está en todas partes, como perejil mal sembrado.

Vino puro y ajo crudo hacen al hombre agudo.

Se necesitaba no tener ni un gramo de sal en la mollera para...

¡Gran bomba, señores! (gran notición).

Tenía su alma en su almario.

Tener la cabeza a las once (tarambana, locatis).

No es una familia de tres por un cuarto (no es pobre).

De arrepentidos se hacen los santos.

Es un buen momio (negocio, colocación).

Tenía la llave dorada (dinero).

¡Voto al chápiro!

Ahí está el busilis (el nudo de la cuestión).

Hacía cocos a aquella mujer.

Luchando v desgreñándome a machacaliendres.

La lleva en palmitas.

No parecía haber roto plato ni escudilla.

Hay que buscar el pelo al huevo (el pretexto, lo que justifica aunque no existe).

Eso es como poner a la burra las arracadas.

Tenía la cabeza podrida de talento.

Todo Madrid se puso sobre un pie.

Un señorón de los más trompeteados.

Tenía aún cascarón de inocencia.

No había venido a coger moscas (pretendiente de algo sustancioso).

Tenía tal garabato para burlarse...

De veinticinco alfileres (muy compuesta).

Se encuentra en apreturas (situación difícil).

Es zapato muy grande para tal pie.

No hay lengua más cortante (murmuradora).

Es una tijera que corta vestidos a sus amigos (crítica).

En la aldehuela hay más mal del que suena.

Esto es mezclar berzas con capachos.

¿Qué es lo que pide la mona? Piñones mondados (lo no acorde con su índole).

¡Abrete, tierra, y trágame!

Ese es un tonto de siete capas.

¡Qué poste! Es un poste (un pesado).

Va bien en el machito (triunfar).

Hay que bajar del machito (ceder).

Están a partir un confite.

Una mujer que toma varas (conquistable).

De tomo y lomo (calificativo definitivo).

En Madrid no se habla de otra cosa.

Se inclinaba a la tierra (se moría).

No hay que andarse con paños calientes.

Estaba como un guante (mansito).

Le zurró la pavana (riña).

Se empingorotó por encima de los demás.

Has pisado mala hierba.

Disfrutaba una posición tónica (buena).

Entre el sí y el no de una mujer no se puede poner la cabeza de un alfiler.

Está haciendo el bu (ridículo).

Fulano nos va a meter el diente (atacar).

Somos tan listos que vemos un mosquito en la punta de una torre

¡Por vida de la chilindraina!

Dios te hizo y rompió el molde

Tiene el pensamiento en las quintas regiones (distraído).

¡Buena alhaja! (como ¡Buena pieza!, elogio crónico).

No tarda quien viene grandón (rumboso, rico).

No sé palotada.

No se irá la fiesta por el repulgo.

A su tiempo maduran las uvas.

¡Canario!

No cree en el fuego hasta que se quema.

Se nos va a subir San Telmo a la gavia (enfado).

Me estaba amostazando el pelma.

Fulano no la parece de palo (desdeñable).

¡Y no se le cayó la mano al escribirlo!

Cosas tan graves no se despachan en un credo.

Se me cayó el cielo encima.

Se puso un poco chispo.

Por falta de hombres buenos a un padre hicieron alcalde.

Comimos a qué quieres, boca.

Quien te dio el pico, te hizo rico (elocuencia).

En las telas del corazón (o en las entretelas).

Me hubiera metido siete estados bajo tierra (confusión, fracaso).

No es ni esto, ni lo otro, ni cosa que tal valga.

Eso es vestirse y paramentarse de veras (lujo).

Le dio un torozón.

Allí no hay más que maulas (engañifas).

Le pusieron como siete caños (murmuración).

Del vicio de sobar las cuarenta (jugar a las cartas).

¡Demonches!

Ya ve usted qué cosas.

De quita y pon.

Por jamás de los jamases.

¡Carambo!

Es un palomino atontado.

No tiene quien la diga por ahí te pudras.

¿Cuál es su gracia? (su nombre)

Ir a gusto en el machito.

Aquí hay gato encerrado.

Hizo su pacotilla.

Esto se llama nacer en Jueves Santo (suerte).

Está esperando a que San Juan baje el dedo lo (imposible).

Es una loquinaria (alocada).

Tanta parabomba (tanto elogio).

Se pasaba el día de mazo en calabaza paseándose.

Con la pulga en el oído. Con la mosca en la oreja.

Se puso de veinticinco colores.

Se me van a atufar las narices.

Le dio un súpito (idea repentina).

¡Cuerpo de tal!

Conquibus. Mosca (dinero).

Le salió grilla (salió mal).

Está de non (no hay otra).

Eres un fuguilla (de fácil enfado).

No se sabe si eso se come con cuchara o con tenedor (si es verdad o no).

Es más conocida que la ruda.

Tirar chinitas (indirectas )

Una buena pella (de dinero)

No había de aquí (dinero).

¡Carachis!

¡Vaya un golpe de ojos! (de una mujer).

¡Voto a Sanes!

No le echa Fulana el pie adelante en lo de honrada.

Que si patatín, que si patatán.

No creo en brujas.

¡Otra que tal!

Se creció al castigo.

Una noche de las que llaman a Dios de tú.

Daba a tutiplén (manirroto).

Andar al zancajo por los caminos.

Tiene pasión de ánimo (tristeza, pena).

Es la sábana más corta que la pierna (deseo excesivo).

Se me caen las alas del corazón.

No quiero, no quiero, échamelo en el sombrero.

Salió con la falsa tecla (engañoso).

De pe a pa (todo).

Con tu pan hagas las migas, que con el viento no se oye.

Hoy hará usted la penitencia con nosotros (comer, invitación).

¡Por los clavos de Cristo!

No lo creo aunque me lo aseguren los frailes descalzos.

Huye de la chamusquina.

Voy a bajarle el tupé. Voy a bajarle los humos.

Es oro molido.

Es un hombre de hígados.

¡Con mil pares de demonios!

¡Anda, morena!

Estar en su esfera (clase social).

Es un Juan Particular.

No se me pasa nada. ¡¡El que me la dé a mí!

No son run ruñes (sedices).

¡Puso una jeta! (una cara).

Se va del seguro.

No tarda quien a casa llega.

Se encalbrinó (se enamoriscó).

No quería dárselo ni por un Dios.

Se le bajó el copete (la vanidad)."


Finaliza este artículo con las palabras con que Borrás lo iniciaba en la revista Villa de Madrid:

"Nadie más augusto que don Benito ha sido estatua viviente de sí. Callado, ojos diminutos, paso lento, ajenado, macizo, grandón, inmóvil. Andar era pasar la estatua solemne; quedar sentado, imitar a Victorio Macho antes de que le repitiera en piedra; estar don Benito entre gentes, la escultura en el centro del corro. Y su silencio.
Su silencio adensado en él, que transcurría por los días sin mover su onda, águila muda. Se le veía, no se le notaba. ¿Está don Benito?
Estaba y no, ajeno, ajenado, dentro de él, misterio de un escritor encerrado en otro hombre, que le portaba. Habitante de otro mundo y sin eco, desterrado en el ruido de nuestro agitar.
Pues no. La impresión primera enseguida la ahuyentaba la verdad. La verdad de don Benito la revelaban innúmeras vidas rodeadas de márgenes blancos Vidas-novelas, novelas-vividas y vívidas. Palpitando. El lenguaje de Galdós era el escrito.
La palabra incisa con buril. Entonces,¡cómo hablaba, por Dios! Era el tonante rumoroso decir de nuestro mundo."




Bibliografía y Cibergrafía

(1) Caricatura de Tomás Borrás, realizada por Tovar en 1920, para la portada de "La novela teatral nº 208 "También la corregidora es guapa", zarzuela en tres actos de Borrás y Pastor, adaptación escénica del romance anónimo "El molinero de Arcos", que originó la novela de Alarcón "El sombrero de tres picos".

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© 2014 Eduardo Valero García - HUM 014-009 MADGALDÓS
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