Efemérides del 17 de agosto de 1913
Domingo 17
Máxima 25,6º
Mínima 14,2º
Contenido:
Coplas del domingo, por Antonio Casero
El madrileñista Antonio Casero escribe desde San Sebastián este gracioso y madrileño diálogo para el "Heraldo de Madrid".
Una realidad de las calles madrileñas
En la actualidad vemos noticias sobre el ejercicio de la prostitución en barrios, polígonos y carreteras; también sobre los desmadres que bajo los efectos del alcohol y/u otras sustancias organizan los "majos" de hoy. Hace cien años, salvando las diferencias, las calles de Madrid mostraban un aspecto similar.
El "Heraldo de Madrid" critica esa situación en un artículo que transcribe "La Época" con el título de "La chusma, dueña de Madrid":
"Continúan las calles de Madrid en posesión plena de la chusma, sin que ni el gobernador, ni el jefe de Seguridad, ni el alcalde, ni los tenientes, ni los comisarios, ni los inspectores, ni los agentes, ni los guardias, ni los serenos, consigan el que las golfas y los chulos dejen vivir y sosegar a las personas decentes.
Nunca ha estado Madrid en semejante estado de abandono por parte de la autoridad. Jamás se han presenciado las escenas de escándalo repugnante, de intolerable grosería, que todas las noches, en los barrios bajos, en los altos y en los del centro, así en la plaza de Chamberí como en la del Progreso, como en la Puerta del Sol, dan las mujeres públicas y sus chulos.
Por si esto fuera poco, cierta clase do señoritos majos y de niñas cloróticas, pero livianas, al volver a la madrugada a sus domicilios, dan en la flor de ir en pandillas, cantando a voz en grito, y rematadamente mal por añadidura, todo el repertorio soez que la dinastía, de fregatrices cupletistas, inspirada por literatos y músicos del hampa, está sembrando por Madrid.
Los escándalos callejeros adquieren tales proporciones y son tan continuos, que va a ser necesaria la acción conjunta de la Prensa y del vecindario pacífico y decente para que cese de una vez la desidia incalificable de las autoridades.
La calle no es, en ningún país de la tierra, exclusivamente, únicamente, de los borrachos, ni da las golfas, ni de los chulos, ni de los señoritos majos que alborotan de madrugada a voz en grito.
Las autoridades tampoco son, en ningún país medio culto, hombres que cobran y que se dan tono luciendo sus bastones y enamorando cupletistas."
El conflicto en Marruecos
La situación de las tropas en Marruecos no era nada favorable. Materialmente, los moros freían a los soldados españoles y no había día que no sufrieran graves agresiones.
De Ceuta llegaba un telegrama despachado a las 14:30 de este día de hace cien años:
"Según costumbre semanal, esta mañana salió un convoy de víveres para la posición de la Condesa, protegido por fuerzas de Caballería del regimiento de Victoria Eugenia, Infantería de Borbón, artillería y una sección indígena montada.
El convoy, al llegar a Condesa, se divide para proveer Kudia Federico, Negrón y Alferiguan.
Cuando subía la cuesta de Kudia Federico, un grupo de moros le recibió con nutrido fuego, que fue contestado furiosamente por las fuerzas de protección.
Al efectuar el repliegue en el ataque al convoy, el escuadrón de Victoria fue rodeado por el enemigo, que intentó, con verdadera furia, destrozarle.
Las bajas fueron:
El primer teniente D. Manuel Besala, gravemente herido, y el de la misma graduación D. Domingo Mesa, heridas leves; dos soldados muertos y 11 heridos. (Un teniente y cinco soldados muertos y varios heridos hubo el día antes)
Muerte de Aimé Morot
Llega a Madrid la noticia del fallecimiento del magnífico pintor francés Aimé Morot, acontecido el 12 de agosto de 1913.
Dice "La Época":
En París ha fallecido el pintor Aimé Morot, uno de los artistas franceses de más sólida reputación.
Fue uno de los discípulos predilectos de Cabanel.
Muy joven todavía—pues apenas contaba veinte años—, se dio a conocer Aimé Morot por su cuadro "La cautividad de los judíos en Babilonia", que mereció grandes elogies de la crítica consagrándose su nombre poco después con otro lienzo, titulado Dafais y Cloe.
Entre los cuadros de más mérito pintados por Aimé Morot, figuran "La tentación de San Antonio", "El buen samaritano", "La batalla de Rezonville" y "La carga de los Coraceros".
En 1892 decoro la sala de fiestas del Ayuntamiento de París, pintando "Las danzas francesas a través de los años".
Humor centenario
El dibujante Tovar pone una nota de humor en el dilatado caso de "el hombre invisible". Ya es más que conocido en nuestras efemérides el asesinato del pobre D. Rodrigo García Jalón y el juicio contra el supuesto asesino, capitán Sánchez.
Las fotos
Dos fotografías correspondientes a los reportajes gráficos de Alfonso que se publicaban en "El Liberal"; estos llevan el título de "Las tardes del Retiro" y muestran las diversiones de los madrileños de aquellos tiempos en el parque.
Recetas de la bisabuela
PARA EL MES DE JUNIO (IV)
Dulce de tomate
Seis kilos de tomates. Seis kilos de azúcar molido.
Para pelar los tomates hay que meterlos en agua hirviendo. Una vez pelados, se parten en ruedas y al partirlos, se van quitando con mucha paciencia todas las pepitas que se vean.
En una ensaladera se coloca capa de tomate y capa de azúcar, alternándolas así hasta terminar la cantidad y sin moverlas se tienen en sitio fresco veinticuatro horas; pasado este tiempo vuélcanse en el perol y se acercan á la lumbre moviéndolas sin cesar.
Este dulce queda muy espeso, pero no debe dejarse espesar el almíbar con exceso, porque se azucarará si se guarda algún tiempo.
Coste aproximado, 7,50 pesetas.
Flan de albaricoques
Dos kilos de albaricoques. Tres cuartos de kilo de azúcar glas. Cincuenta gramos de cola de pescado blanca.
Sobre un cedazo, se aplastan bien los albaricoques para que pase todo el jugo. Se parten diez huevos y con las almendras bien mondadas, se hace medio vaso de horchata. Se deshace la cola de pescado y se vierte en un vaso, llenando éste de agua fría. Y todas estas cosas, se unen al jugo de los albaricoques y mezclándolo perfectamente, se vierte en el molde, poniéndolo en hielo ó en sitio muy fresco.
Coste aproximado, 4 pesetas.
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EN LA PLAYA
—Pero, Lola, ¿tú con gorro
y falda ceñía? Vamos,
paeces la caricatura
de Kuroki; ¿quién t'ha entrao
en la gilife, mundóloga
de la sociedad?
—Luciano,
que está pa que lo encasillen
pa concejal.
—¿y qué pájaro
es el que llevas?
—Pos uno
que dicen que lo han cazao
en la verde oliva.
—Tonta,
si eso es un loro borracho;
mia que si fueras así
por la ribera del Rastro,
iban a tener que atar
a toos los perros del barrio,
porque estás pa que te pongan
en cualesquier tiro al blanco.
—Pos, oye, no es tan redícula
el ave.
—Pero si el caso
es que vas que hasta parece
cuasi que t'has escapao
d'alguna maison de de modes;
pero debe ser el cambio
d'haberte visto hace días
en Madrid con cuatro trapos.
Oye: te tendrán pelusa
las demimoidonas.
—Claro.
—¡Cualquiera dice que vendes
pan duro y muebles usaos!
Le comprarás una jaula
en los Madriles al pájaro.
—Güeno; basta de chungueo,
y dime: ¿cuándo has llegao"?
—Ayer mañana, en el fósforo,
vulgo mixto, con Casiano,
que quie que tome las algas
de la mer, por tomar algo,
—¿Adonde vivís?
-Ahí cerca;
en Euscalduna narriaco,
ú no sé qué.
—Sí; no m'hables
no chanelo na del vasco,
y allí ties lo que son las cosas
del picaro mundo; en cambio,
estuvimos en Bayone,
y cuasi en un día escaso,
pos que manejo el francaise
a la carrerille, Amparo.
—¿Pero tú?
—Moi
—No te creo;
pos si tardastes seis años
en manejar los palotes,
que parecían espárragos,
—Oye: con permiso tuyo,
voy A llamar a Luciano.
—¿Donde está?
-En esa caseta
preparándose p'al baño.
¿Y va a bañare en el agua?
—¡Natural!
—Y desde cuándo
se t'ha vuelto tu mario
tiburón?
—Es que el adagio
ya lo dice: "Donde fueres,
haz lo que vieres", y, vamos,
con tu permiso, y perdona,
voy a dir ya preparando,
porque luego tarda un siglo
el amigo mio en pensarlo,
y no se mete en el agua
ni con calzado!-. ¡Venancio!
—¿A quién llamas?
—Al bañero,
que es aquel mozo gallardo.
—¿Qué se quiere la señora?
—¡¡Uy, señora!!
—(¡Calla, Amparo!)
—Que ya va a salir mi esposo,
y entre con él a bañarlo,
y zambúllale en las olas.
—Ya se es difícil; yo agarro,
y él se te escurre y te dise
que el agua le sienta malo,
muerde o así también hase.
—Ya sabe usté lo tratao;
le daré güena propina.
—Ya el señorito me es dado
también pa que no sambulla
duro que te tienes.
—¡Diablo!
¿Qué le dio a usté un duro?
—Dise,
o así, que dará si estamos
orilla, y dejamos olas
que pasen, pues, sin mojarlo;
miedo el hombro que se hase,
que se dise estar temblando.
—Pos duro con él, y al agua,
señor Goitia.
—Yo me llamo
Iturrigoitia Echenique,
y mi esposa Uranga Utarrio,
no como dise que dijo
la siñorita, ¿ya estamos?
—Ay, chica, con tu licencia
yo me quedo pa contarlo.
Además, si no te enfadas,
tengo un negocio pensao,
y te doy el treinta y cinco
por ciento, si es que lo hago.
—¿De qué se trata?
-Se trata
d'hacer pa el cini de Paco
una película de esto,
y se anuncia por el Rastro,
y por verte a ti con gorro
y a tu mario de barbo,
no queda un alma viviente
que no asista al espestáculo.
—¡Ya sale!
—¡Jesús, qué gracia!...
¡Qué película. Dios santo...
«¡Entrada triunfal del Chiva,
Una realidad de las calles madrileñas
En la actualidad vemos noticias sobre el ejercicio de la prostitución en barrios, polígonos y carreteras; también sobre los desmadres que bajo los efectos del alcohol y/u otras sustancias organizan los "majos" de hoy. Hace cien años, salvando las diferencias, las calles de Madrid mostraban un aspecto similar.
El "Heraldo de Madrid" critica esa situación en un artículo que transcribe "La Época" con el título de "La chusma, dueña de Madrid":
"Continúan las calles de Madrid en posesión plena de la chusma, sin que ni el gobernador, ni el jefe de Seguridad, ni el alcalde, ni los tenientes, ni los comisarios, ni los inspectores, ni los agentes, ni los guardias, ni los serenos, consigan el que las golfas y los chulos dejen vivir y sosegar a las personas decentes.
Nunca ha estado Madrid en semejante estado de abandono por parte de la autoridad. Jamás se han presenciado las escenas de escándalo repugnante, de intolerable grosería, que todas las noches, en los barrios bajos, en los altos y en los del centro, así en la plaza de Chamberí como en la del Progreso, como en la Puerta del Sol, dan las mujeres públicas y sus chulos.
Por si esto fuera poco, cierta clase do señoritos majos y de niñas cloróticas, pero livianas, al volver a la madrugada a sus domicilios, dan en la flor de ir en pandillas, cantando a voz en grito, y rematadamente mal por añadidura, todo el repertorio soez que la dinastía, de fregatrices cupletistas, inspirada por literatos y músicos del hampa, está sembrando por Madrid.
Los escándalos callejeros adquieren tales proporciones y son tan continuos, que va a ser necesaria la acción conjunta de la Prensa y del vecindario pacífico y decente para que cese de una vez la desidia incalificable de las autoridades.
La calle no es, en ningún país de la tierra, exclusivamente, únicamente, de los borrachos, ni da las golfas, ni de los chulos, ni de los señoritos majos que alborotan de madrugada a voz en grito.
Las autoridades tampoco son, en ningún país medio culto, hombres que cobran y que se dan tono luciendo sus bastones y enamorando cupletistas."
El conflicto en Marruecos
La situación de las tropas en Marruecos no era nada favorable. Materialmente, los moros freían a los soldados españoles y no había día que no sufrieran graves agresiones.
De Ceuta llegaba un telegrama despachado a las 14:30 de este día de hace cien años:
"Según costumbre semanal, esta mañana salió un convoy de víveres para la posición de la Condesa, protegido por fuerzas de Caballería del regimiento de Victoria Eugenia, Infantería de Borbón, artillería y una sección indígena montada.
El convoy, al llegar a Condesa, se divide para proveer Kudia Federico, Negrón y Alferiguan.
Cuando subía la cuesta de Kudia Federico, un grupo de moros le recibió con nutrido fuego, que fue contestado furiosamente por las fuerzas de protección.
Al efectuar el repliegue en el ataque al convoy, el escuadrón de Victoria fue rodeado por el enemigo, que intentó, con verdadera furia, destrozarle.
Las bajas fueron:
El primer teniente D. Manuel Besala, gravemente herido, y el de la misma graduación D. Domingo Mesa, heridas leves; dos soldados muertos y 11 heridos. (Un teniente y cinco soldados muertos y varios heridos hubo el día antes)
Muerte de Aimé Morot
Llega a Madrid la noticia del fallecimiento del magnífico pintor francés Aimé Morot, acontecido el 12 de agosto de 1913.
Dice "La Época":
En París ha fallecido el pintor Aimé Morot, uno de los artistas franceses de más sólida reputación.
Fue uno de los discípulos predilectos de Cabanel.
Muy joven todavía—pues apenas contaba veinte años—, se dio a conocer Aimé Morot por su cuadro "La cautividad de los judíos en Babilonia", que mereció grandes elogies de la crítica consagrándose su nombre poco después con otro lienzo, titulado Dafais y Cloe.
Entre los cuadros de más mérito pintados por Aimé Morot, figuran "La tentación de San Antonio", "El buen samaritano", "La batalla de Rezonville" y "La carga de los Coraceros".
En 1892 decoro la sala de fiestas del Ayuntamiento de París, pintando "Las danzas francesas a través de los años".
Humor centenario
El dibujante Tovar pone una nota de humor en el dilatado caso de "el hombre invisible". Ya es más que conocido en nuestras efemérides el asesinato del pobre D. Rodrigo García Jalón y el juicio contra el supuesto asesino, capitán Sánchez.
Las fotos
Dos fotografías correspondientes a los reportajes gráficos de Alfonso que se publicaban en "El Liberal"; estos llevan el título de "Las tardes del Retiro" y muestran las diversiones de los madrileños de aquellos tiempos en el parque.
Recetas de la bisabuela
PARA EL MES DE JUNIO (IV)
Dulce de tomate
Seis kilos de tomates. Seis kilos de azúcar molido.
Para pelar los tomates hay que meterlos en agua hirviendo. Una vez pelados, se parten en ruedas y al partirlos, se van quitando con mucha paciencia todas las pepitas que se vean.
En una ensaladera se coloca capa de tomate y capa de azúcar, alternándolas así hasta terminar la cantidad y sin moverlas se tienen en sitio fresco veinticuatro horas; pasado este tiempo vuélcanse en el perol y se acercan á la lumbre moviéndolas sin cesar.
Este dulce queda muy espeso, pero no debe dejarse espesar el almíbar con exceso, porque se azucarará si se guarda algún tiempo.
Coste aproximado, 7,50 pesetas.
Flan de albaricoques
Dos kilos de albaricoques. Tres cuartos de kilo de azúcar glas. Cincuenta gramos de cola de pescado blanca.
Sobre un cedazo, se aplastan bien los albaricoques para que pase todo el jugo. Se parten diez huevos y con las almendras bien mondadas, se hace medio vaso de horchata. Se deshace la cola de pescado y se vierte en un vaso, llenando éste de agua fría. Y todas estas cosas, se unen al jugo de los albaricoques y mezclándolo perfectamente, se vierte en el molde, poniéndolo en hielo ó en sitio muy fresco.
Coste aproximado, 4 pesetas.
© 2013 Eduardo Valero García - HUM 013-189 EFEMERIDES1913
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