miércoles, 14 de agosto de 2013

Madrid, 14 de agosto de 1913



Efemérides del 14 de agosto de 1913

Jueves 14





Máxima    32,1º
Mínima   19,4º







Contenido:
Reseña - La verbena de la Paloma - El Cuerpo de bomberos de Madrid - El Canal de Isabel II por Aguinaga - Las tarifas del tranvía madrileño - Un cadáver insepulto.



1913
AGOSTO
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Reanudamos nuestro viaje al Madrid de hace cien años, y lo hacemos con la verbena de la Virgen de la Paloma, tan venerada por el pueblo madrileño, que comenzó tal día como hoy del año 1913 en el distrito de La Latina. Pero antes hacemos una breve reseña de los sucesos más relevantes acontecidos durante nuestras vacaciones.

Reseña 
JULIO
Día 25 - El buque de guerra norteamericano "Illinois" atraca en Cádiz. Los marinos yanquis celebraron una fiesta a bordo e invitaron a las familias de la aristocracia gaditana.
Los descendientes de aquellos que tan gloriosamente resistieron el sitio enemigo, no recibieron con agrado la invitación, y contadísimas personas asistieron a la fiesta.
Fue muy comentado este rasgo de las familias de la alta aristocracia gaditana.

Día 26 - El presidente del Congreso regresa del viaje que había emprendido por el África española.

Día 27 - Se celebra en Madrid un importante mitin contra la guerra. Se firmaron 1.511 solicitudes pidiendo la paz en Marruecos que fueron remitidas al Gobierno.

Ese mismo día los moros asaltaron un coche Correo en el camino de Ceuta a Tetuán. En él viajaba el sobrestante de Obras públicas D. Francisco Manzano, acompañado de su hermana, la esposa del delegado de Fomento en la Residencia, D. Emilio Gutiérrez, tres hijos pequeños y dos criados.
Llegando el coche a Sadia Torre, entre la Restinga y Asmir, un grupo de moros hizo una descarga desde los matorrales próximos.

Día 28 - Huelga fabril en Barcelona. [Más información en las efemérides del 15 de agosto]

AGOSTO
Día 1 - La guerra en Marruecos. En las proximidades de Ceuta operaba una columna y tronaban las baterías del Negrón y las de Lauzien, y más tarde las de Tetuán, protegiendo la marcha del convoy que había intentado negociar la paz, a la que se oponían los rebeldes. Hubo algunas bajas en las milicias.

Día 6 - La huelga en Barcelona, que parecía estancarse por momentos, cogió fuerza al negar las propuestas del gobernador Franco Rodríguez.



Día 9 - Con motivo de haberse consignado en el Estatuto de internacionalización de Tánger que el jefe de las fuerzas había de ser español, la Prensa francesa comenzó a hacer contra España una campaña llena de insidias y de ofensas acerca de nuestra conducta en Marruecos.

Día 11 - El Gobierno releva al general Alfau de su cargo de Alto comisario de España en Marruecos.

Día 14 - Es nombrado nuevo Alto comisario de España en Marruecos el hasta ese momento jefe de la Capitanía general de Madrid, teniente general Marina.




La verbena de la Paloma
Mucha fue la animación en la inauguración de la verbena en honor a la Virgen de la Paloma, Patrona de Madrid, que discurrió por las calles de Toledo, Humilladero, Calatrava y Ángel; la Puerta de Moros y la Plaza da la Cebada ofrecían un aspecto pintoresco, adornadas con tanto gusto como esplendidez por industriales, comerciantes y vecinos, pobres y ricos, para quienes la víspera de la fiesta de la Paloma era el día más grande que había en todo el año.
La concurrencia fue enorme, y apenas podía darse un paseo por las calles del distrito. Como era de esperar no faltaron las mujeres guapas luciendo sus mantones de Manila.
Se registraron algunos incidentes de poca importancia, aunque ningún suceso grave turbó la alegría en los bailes públicos ni en la Kermesse de la Asociación benéfica. Esta Kermesse, ubicada en la calle Tabernillas número 6, contaba con una tómbola que estuvo toda la noche muy concurrida. De allí salían los beneficios para ayuda de los pobres.
La fotografía de Alfonso nos muestra un momento del reparto de socorros a los pobres del distrito.

La Kermesse contó con una gran variedad de valiosos objetos para la tómbola; unos adquiridos y otros correspondientes a las donaciones de particulares. Estuvo funcionando del 14 al 17, 23 y 24, y 30 y 31 de agosto, y 6, 7 y 8 de septiembre. Durante ese tiempo la Banda de Carabanchel contribuyó a la animación y realce con un nutrido y variado repertorio. El último día, 8 de septiembre, tuvo lugar la rifa, en sorteo especial, de un mantón de Manila, un cuadro conteniendo 500 pesetas y otros excelentes premios.

En la Puerta de Moros, epicentro de la batahola verbenera, estaban los puestos de la feria, y entre uno de sandías y otro de tiro al blanco, unos veladores y unas sillas invitaban a sentarse para refrescar el garguero y disfrutar del gracioso caminar de las Castas y las Susanas acompañadas de Julianes e Hilariones.
Los sonidos inarmónicos de organillos, tíos vivos, voceadores de churrerías, y el griterío de la concurrencia ratificaban la frase sainetera: "Sí que es soná la verbena de la Paloma".

En cuanto al "papeo", el Heraldo de Madrid nos muestra el menú que iban a disfrutar el día 15 de agosto los ganadores del concurso de cenas y landós promovido por el periódico [Ver efemérides del 5 de julio de 1913]




Colaboración ciudadana
Para "El Liberal", la verbena de la Paloma ya no era la misma que en tiempos de Ducazcal y su espléndida cabalgata. La popular fiesta inspiradora de la zarzuela homónima estaba perdiendo fuelle y, si no fuese por la altruista colaboración de los vecinos y comerciantes, el Ayuntamiento hubiese acabado con ella.
Enumera el periódico a algunos de los nobles comercios que aportaron su granito de arena para celebrar la verbena del año 1913.

Ellos fueron:

BERNARDO DE BLANCO
Humilladero, 6
Ya en otros años se había hablado de esta casa, que era muy popular en toda la plaza de la Cebada.
Su dueño procuraba atraer mayor parroquia a su establecimiento, importando de los puntos vinícolas de más renombre lo
mejor de cuanto pudiesen producir y acometiendo reformas del mejor gusto en su tienda.
Siempre fue afamada su cocina; pero, cuando llegaba la verbena, su escaparate daba verdaderas tentaciones por la diversidad de viandas que ofrecía.

PESCADERIA
Calatrava, 13
Muy bien adornada aparecía la portada de aquella popular casa en el distrito de la Latina. Estaba regentada por los hermanos Miguel y Lorenzo Pío Criado, quienes sabían atraer las simpatías del público, a quien atendían con un especial esmero en su despacho central y en sus sucursales, Lavapiés, 49 y Plaza de Lavapiés, 7.

SATURNINO PELÁEZ PÉREZ
Plaza de la Cebada, 8
Este antiguo establecimiento de vinos gozaba de un crédito envidiable, y los muchos aficionados al buen morapio acudían a esa casa aún desde los barrios más extremos, porque sabían que además sus comidas eran muy dignas de recomendación.

MARCELINO PANIZO
Calatrava, 19 y 21
Había sido aquel negocio la antigua y muy acreditada carnicería de Pavón. Su actual dueño, hombre joven y muy entendedor de ese negocio, había sabido poner su despacho de carnes y embutidos con un lujo de presentación que en nada tenía que envidiar a sus similares, y eso que aquel era un gremio que estaba dando la nota de buen gusto en Madrid.
La profusión de mármoles y espejos daban un encanto extraordinario al inmenso surtido de carnes, jamones y embutidos, todo de la mejor procedencia.

JUAN MATAMALA
Plaza de la Cebada, 6
Era una tienda de vinos que contaba con un buen montado «tupi», que se veía muy concurrido, no sólo en aquellos días de verbena, sino en el resto del año, porque su dueño sabía complacer a su parroquia proporcionándole el más exquisito moka.

JOSÉ PUENTE
Calatrava, 7
Reunía aquella carnicería y salchichería, para la mayor garantía de la clientela, que su dueño era un tratante en carnes, conocido de antiguo por su competencia.

VALENTÍN YÁÑEZ
Toledo, 93
En muy breve tiempo había logrado este comerciante que su establecimiento de vinos adquiriese un crédito verdaderamente envidiable.
Poseedor de importantes bodegas en Tarancón, podía ofrecer cincuenta mil arrobas de muy selecta producción, que no tardó en ser preferida por toda España, a cuyas distintas regiones mandaba importantes pedidos.


Las fiestas de San Cayetano
Celebradas antes de las de la Paloma, recordamos las fiestas de San Cayetano en esta fotografía de Ortíz que retrata a las jóvenes señoritas que presidieron aquellos festejos. Bellas madrileñas de los barrios bajos luciendo sus mejores galas y su más simpática sonrisa. Personas que ya no existen, que formaron parte de la historia de nuestra ciudad desde sus vidas anónimas y a las que hoy ponemos cara y saludamos desde el futuro que nunca conocieron.



El Cuerpo de bomberos de Madrid
El "Heraldo de Madrid" de este día de hace cien años publica un artículo donde se ensalza la labor de los bomberos madrileños y su organización, valor y competencia, dejando claro que nada tenía que envidiar aquel servicio municipal a los de las grandes ciudades del mundo.
Nos cuenta el periódico que en fecha no muy lejana se reorganizaría el Cuerpo gracias a la inteligente labor y tesón del jefe de servicio de Madrid, arquitecto D. José Monasterio y el concejal delegado del servicio, D. Rafael Reynot. Ambos muy conocidos en las efemérides de Historia Urbana de Madrid por su presencia incondicional allí donde actuaba el Cuerpo de bomberos.
Secundaban admirablemente a dichos señores los jefes de los parques, personas de ilustración y competencia; arquitectos jóvenes y entusiastas todos ellos, que, sin temor al peligro, acudían a los siniestros al frente de sus parques, y muchas veces aun estando francos de servicio, con el único y exclusivo fin de salvar la vida y la propiedad a sus convecinos los madrileños.
Eran estos los Sres. Monasterio (D. Joaquin), Puigcerver, López de Coca, Soriano (D. Antonio) y López (D. Luis).
La organización de los bomberos madrileños era casi militar, ingresando por oposición, después de haber cumplido el servicio militar y de estar como aspirantes sin sueldo algún tiempo, variable según las necesidades del personal; pero no siendo nunca inferior a dos o tres meses.
Los sueldos que ganaban no eran proporcionales al trabajo que desempeñaban, por eso el Sr. Reynot había solicitado la inclusión en los nuevos presupuestos un aumento de sueldo para los bomberos.

Tecnología punta
Los parques de bomberos madrileños contaban con los siguientes materiales:
Un carro con material de salvamento.
Una bomba de vapor.
Un carro con mangaje, escalas, carbón, etc.
Un carro escala.
Un carro para transporte de heridos.
Todos ellos con su tronco de caballos de tiro cada uno.
Y, además, camillas plegables, extintores y otros materiales portátiles.

Personal humano
Cada parque contaba con:
Un jefe de parque, que siempre era un arquitecto.
Un capataz de primera y otro de segunda.
Quince bomberos de primera y treinta y tres de segunda.
Un corneta.
Dos telefonistas.
Tres maquinistas.
Once conductores.
Para prestar el servicio se dividían en dos turnos, par e impar, haciendo cada turno guardias de veinticuatro horas.
A cada parque estaban agregados los puestos de carros auxiliares y carros-cubas, teniendo cinco de estos con sus mulas en cada zona.

Los bomberos en acción
El mítico fotógrafo Alfonso inmortaliza en este reportaje del "Heraldo de Madrid" un simulacro de salvamento realizado en el Parque de bomberos de Santa Engracia.








El Canal de Isabel II por Aguinaga
Publica la revista especializada "La Construcción Moderna" unos textos y fotografías muy interesantes que hacen referencia a las obras realizadas por el Canal de Isabel II y los adelantos realizados entre 1911 y 1912.
El ingeniero de caminos y Director del Canal de Isabel II, que abastece de agua a Madrid, D. Ramón Aguinaga, publica una magnífica y lujosa Memoria en la que se relata el estado de los diferentes servicios del mismo en 31 de Diciembre de 1911 y obras de construcción, enumerándose también las que se llevarían a la práctica en el quinquenio que comenzaba.

Historia Urbana de Madrid transcribe la primera parte de este gran legado donde podemos apreciar, a través de texto y fotografías, los avances del servicio de aguas de Madrid y conocer la fisonomía que tenían en aquellos años la Presa del Pontón de la Oliva, el Puente acueducto de las Cuevas, el Sifón de Malecuera, el Puente acueducto de Aldehuela, el del Espartal, y la bajada y sifón del Morenillo con su acueducto.

Dice "La Construcción Moderna":
"De esa Memoria, ilustrada con multitud de fotograbados, que por sí solos revelan la grandiosidad de la empresa acometida hace más de medio siglo gracias al entusiasmo del eminente hombre público D. Juan Bravo Murillo, reproducimos completa la primera parte de la misma y párrafos de la segunda que tratan de la purificación de las aguas."


CANAL DE ISABEL II - AÑOS 1911 - 1912
Por D. Ramón Aguinaga
PRIMERA PARTE

En nuestra época de turismo y de sport no es difícil el tropezar con madrileños que han visitado los fiordos de Noruega, los lagos suizos e italianos, la Costa Azul o los embalses del Nilo, siendo, sin embargo, mucho más escaso el número de aquéllos que han explorado el curso del Canal de Isabel II, que con 70 kilómetros de recorrido trae a Madrid el agua de sus viviendas y de sus calles.
Nuestra especialísima idiosincrasia nacional hace el que, obra de tanta magnitud, de tanta utilidad, con la que estamos en diario e ineludible contacto, sea completamente desconocida para la inmensa generalidad de los madrileños, que la ignoran en su historia, en su forma, en su funcionamiento y en la organización de los servicios que de ella se derivan.
Este canal, tan desconocido como calumniado, no ha sido aún revelado a nuestros conciudadanos, y ni siquiera la popular industria de las tarjetas postales ilustradas se ha apoderado de sus obras monumentales para vulgarizar su conocimiento entre propios y extraños.
A ello es debido el que el pueblo de Madrid, que se siente orgulloso de su Parque de Retiro, de sus paseos de Recoletos y Castellana, que considera muy suyos, no extiende su cariño al Canal de Isabel II, cuyos servicios, sin embargo, les son tan necesarios, porque ignora su existencia e ignora, sobre todo, el que para su exclusivo servicio se han realizado y se están realizando tan importantes obras.
Sólo así se explica el que tengan acogida comunicados en los que se acusa a la Administración del Canal de convertir en codiciosa y avara explotación industrial el servicio de abastecimiento de aguas.
Deploramos sinceramente el carecer de condiciones para poder divulgar entre el pueblo de Madrid el conocimiento exacto de los servicios de abastecimiento de agua y de llevar a todos los ámbitos de nuestra capital el convencimiento de que el Canal de Isabel II no es una Empresa industrial sedienta de beneficios y cuyos dividendos tengan que buscarse en los bolsillos de nuestros convecinos, sino una administración desinteresada que, en nombre del pueblo de Madrid, por cuenta del pueblo de Madrid y en provecho exclusivo del pueblo de Madrid, distribuye las aguas del Lozoya.
Convencer a todo el mundo de esta verdad sencilla y fundamental, de que las obras grandiosas del Canal fueron levantadas sola y exclusivamente para el vecindario de la capital y que éste disfruta de todos los beneficios que de las mismas se derivan y se derivarán en lo futuro, es tarea que la prensa diaria debiera ayudarnos a llevar a cabo con los medios poderosos de que dispone, pues el contribuir al fomento del Canal de Isabel II, al desarrollo y perfeccionamiento de sus servicios, es contribuir al incremento de la ciudad de Madrid y el bienestar de sus moradores.
Nuestra modesta situación oficial sólo nos permite el iniciar este trabajo, exponiendo a continuación, con la brevedad posible, cuanto se ha hecho y cuanto, a nuestro juicio, debe hacerse todavía por el Canal de Isabel II para que Madrid llegue a tener un servicio de abastecimiento de aguas que responda a todas las exigencias modernas de una gran capital, aunque para ello no hagamos más que reproducir datos expuestos en Memorias anteriores.

Consideraciones generales sobre el problema de abastecimiento de aguas.
El abastecimiento de aguas es el problema más difícil que hoy tienen que resolver las poblaciones de crecido número de habitantes: son de tal importancia las condiciones que debe satisfacer un buen abastecimiento de aguas, que son rarísimas las ciudades que disponen de un servicio que las cumpla.
Sabido es que la civilización pagana, con su culto fervoroso por la belleza plástica y su gusto por los ejercicios atléticos, difundió por todo el mundo greco-romano el hábito de la limpieza corporal y la necesidad de abastecer de aguas limpias y abundantes sus grandes poblaciones, y así lo atestiguan los numerosos acueductos romanos que todavía permanecen en nuestro suelo ibero, como los de Mérida y Segovia.
La Edad Media, con su nueva orientación de la vida humana hacia un más allá que hacía despreciable nuestra existencia terrenal y sus cuidados materiales restringió de tal suerte el empleo del agua en las grandes poblaciones, que la misma Roma vio obstruidos o inutilizados durante siglos sus maravillosos acueductos, lo mismo que se fueron arruinando los que en todos los ámbitos del mundo la indomable energía de aquel pueblo había prodigado.
Así es que, posteriormente a la Edad Media, muy lentamente ha venido progresando la necesidad del abastecimiento de aguas de las grandes poblaciones, y de tal suerte, que a principios del siglo último el consumo no llegaba a 50 litros por día y habitante en las principales ciudades del mundo.
Los adelantos de la higiene pública y privada, las revelaciones geniales de Pasteur acerca de la existencia e importancia de los microorganismos; la presencia comprobada de bacterias en las aguas que por más puras se tienen, son otras tantas causas de complicación en el difícil problema del abastecimiento de aguas de una gran población.
Sería ocioso insistir sobre la necesidad de una distribución de aguas en las poblaciones así como tratar de demostrar la importancia higiénica de la cantidad y calidad del agua distribuida, su influencia en la difusión de las enfermedades, como las fiebres tifoideas, el cólera, la disentería, etc., la inmunidad y la disminución de la mortalidad que han obtenido las poblaciones por medio de un buen abastecimiento de aguas. Todo eso es conocido y en la mayor parte de los países civilizados las disposiciones legislativas dan medios a las poblaciones para que puedan proporcionarse el caudal necesario de agua en buenas condiciones de potabilidad.
Desde el punto de vista práctico, el problema del abastecimiento de aguas de una población no es siempre fácil ni aun posible, pues depende de un sinnúmero de condiciones locales, naturales, técnicas y financieras. Las necesidades que hay que satisfacer varían para cada población y dependen del número de sus habitantes, del modo de distribuir el agua, de su importancia industrial, de la extensión superficial de parques y jardines que deben regarse, de la existencia de alcantarillado, del clima, etc., etc.
Mucho se viene discutiendo respecto al caudal de agua que debe conducirse a una población, pero hay todas las eminencias que se dedican a esta clase de estudios están de acuerdo en sostener que el caudal de aguas que se conduzca nunca es excesivo, y que debe aprovecharse todo el que sea posible, porque siempre se encuentra aplicación para él.
El caudal conducido casi siempre está limitado por las dificultades económicas.
El consumo hoy en las poblaciones importantes, y que se precian de estar regularmente dotadas, varía de 150 a 750 litros por día y habitante. Las cifras más altas se aplican en las poblaciones de los Estados Unidos, donde a este problema se le da toda la importancia que en realidad tiene y donde se admite un gran despilfarro, el caño libre sin contador, pero es necesario llegar a las últimas cifras para poder autorizarlo; como término medio no debe calcularse un caudal inferior de 250 a 400 litros por día y habitante, y esto dentro del servicio del caño libre con contador.
Además debe tener el agua el nivel necesario para que su distribución sea cómoda y llegue a todas partes con la presión necesaria, y ésta no debe ser menor de 20 a 40 metros.
No hemos hecho más que bosquejar a grandes rasgos las condiciones generales que debe satisfacer una buena distribución de aguas, para tenerlas en cuenta en el estudio que vamos a hacer del abastecimiento de aguas de Madrid, y poder, con estos datos, después de descritas las obras hasta hoy realizadas, determinar cuáles son las que deben aún realizarse para conseguir que el abastecimiento de aguas de Madrid llegue a satisfacer todas las exigencias de la higiene moderna.

Hasta aquí el texto de este legado del ingeniero Sr. Aguinaga que acompañamos ahora de las fotografías publicadas en él y su comparativa con la fisonomía actual de esos sitios.






© www.hikingiberia.com











Embalses.net







Las tarifas del tranvía madrileño
En el Teatro Español se celebra por la noche una asamblea convocada por la Junta gestora de la rebaja y unificación de las tarifas de los tranvías madrileños.
El ambiente estuvo muy caldeado por las discrepancias entre algunos disertadores que defendían a las Compañías de tranvías y otros que rechazaban la campaña que contra estas hacían algunos periódicos de la izquierda y la calificaba de contraproducente e inoportuna.
Estas fueron algunas de las propuestas:
- Unificar todas las Compañías de tranvías.
- Unificar las tarifas. La Línea de Cuatro Caminos costaba 10 céntimos, mientras que la de Ciudad Lineal 20, y otras aún más.
- Defensa de la tarifa popular, hasta las ocho y media de la mañana, para que los obreros de las fábricas pagasen 15 céntimos en un viaje de ida y vuelta y no los 60 céntimos que venían pagando.
- Que las Compañías tuviesen un gran curador que debía ser el Ayuntamiento.
- Que las Compañías tenían libertad absoluta para actuar fuera de la ley sobre la vía pública con el beneplácito del Ayuntamiento y eso no podía continuar así. Se pusieron como ejemplo los ensanches de Santo Domingo, donde se habían arrancado árboles, y los de dobles vías de las calles Carretas y Cedaceros.

En la fotografía, aspecto del Teatro Español durante la asamblea.



Un cadáver insepulto
Mientras los madrileños se divertían en la verbena y unos señores de bigote daban sus discursos en el Teatro Español, Manuel Fontella, un vecino de Cuatro Caminos que vivía en la calle Oviedo número 3, se personaba en el Centro de "reporters" judiciales en busca de ayuda.
Dijo el pobre Fontella que acudía a la Prensa para ver si lograba que se diera sepultura al cadáver de su esposa, cuyo fallecimiento había ocurrido el miércoles a las dos de la tarde a consecuencia de un paro cardíaco.
El pobre viudo se había recorrido todas las dependencias oficiales, desde la Casa de Socorro del distrito hasta el domicilio del delegado de Sanidad, pasando por el Ayuntamiento, el Gobierno civil, la Comisaría de Vigilancia y el Juzgado de guardia, sin conseguir que se ordenase por nadie la inhumación del cadáver, cuyo estado de descomposición era tal que los vecinos no podían soportar el olor.


La foto
En la fotografía de Alfonso, aparecida en "El Liberal", vemos una de las atracciones de la verbena de la Paloma, la "Berlina aérea", moderna tirolina utilizada por primera vez en la verbena de San Isidro del 1913.



Recetas de la bisabuela
PARA EL MES DE JUNIO (I)
Chuletas de ternera á la papillot
Un kilo de chuletas de ternera. Cincuenta gramos de manteca de cerdo. Cincuenta gramos de manteca de vaca. Cien gramos de jamón. Cien gramos de setas. Cien gramos de macarrones blancos italianos. Cien gramos de queso de Parma o de Gruyere.

Las chuletas se limpian bien de nervios y telillas. El hueso se raspa para que quede completamente limpio, y la molla se macea un poco; así preparadas, se dejan en una fuente.
Las setas ya probadas como dijimos, se pican con el jamón y los macarrones cocidos; se añade á esto el queso rallado y á todo se le da una vuelta en la manteca de vaca para que forme una pasta que se deja en un plato.
Tiénense preparados sobre la tabla, unos pliegos de papel blanco, bien untados por una cara con manteca de cerdo. Las chuletas, se rebozan perfectamente en la pasta de macarrón y colocándolas sobre el papel, se dobla éste sujetándole bien alrededor.
Se asan en la parrilla á fuego lento y se sirven con el papel.

Coste aproximado, 5,50 pesetas.

Cochifrito
Un kilo de pierna de carnero. Ciento cincuenta gramos de aceite. Orégano. Perejil. Pimentón.

Se parte el carnero en pedazos pequeños y se rehoga mucho en el aceite bien pasado, se agrega media cucharada de pimentón, dándole vueltas y cuidando que no se ponga negro.
En el mortero se machaca, dos dientes de ajo, un poco de orégano y unos granos de pimienta; se deslíe con unas cucharadas de vinagre y se vierte este guiso sobre el carnero.
Cuando se ha dado unas cuantas vueltas á todo, se añaden unos cacillos de caldo ó agua, dejándolo hervir á fuego lento, hasta que el carnero esté bien tierno.

Coste aproximado, 2 pesetas.

Pato guisado
Dos patos. Cien gramos de manteca de cerdo. Medio cuartillo de vino blanco. Diez céntimos de hueso de ternera.

Los patos se matan ahogándolos, se despluman, se limpian, se apartan los menudillos y se parten en seis pedazos cada pato, poniéndolos á cocer con la manteca, unos cacillos de caldo, unos granos de pimienta, una cebolleta partida y una zanahoria. Cuando están tiernos, se pasan á otra cacerola, se cuela el caldo sobre ellos, añadiendo los higadillos sumamente machacados, con un poco de pimienta negra y el vino. Debe cocer media hora más.
Espésase la salsa con media hoja de cola de pescado.

Coste aproximado, 9,10 pesetas.



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© 2013 Eduardo Valero García - HUM 013-186 EFEMERIDES1913


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