Sólo falta la tremendista melodía del piano y los andares de Charlot. Escenas que recuerdan los filmes de orondos policías repartiendo porrazos a mansalva o persiguiendo a malhechores en sus antaño veloces carromatos.
El combate que vamos a presenciar tuvo lugar el 16 de diciembre de 1919. Parecen alegorías, y fueron creadas por el fotógrafo Salazar para ilustrar la huelga de tranvías decretada la madrugada de ese día en la Casa del Pueblo.
Todos contra uno
Salazar organiza y compone la escena en un tiempo en que fotografiar a un policía no estaba penado. Prepara concienzudamente las estampas que serán publicadas en la revista Nuevo Mundo, bajo el título: "La huelga de los tranviarios".
Miembros de las fuerzas de Seguridad simulan una descarga contra los huelguistas en la estación de tranvías de Magallanes. (1) Detrás, y al fondo, los poderosos tranvías Charleroi. (2)
La perspectiva engaña; parece que el individuo de paisano fuese a recibir un tiro en la nuca.
Uno contra todos
Como las pinturas clásicas que retrataban grandes batallas y laureadas victorias, un picoleto se atreve con la amenazante o acobardada chusma. Es evidente la pose fingida de los participantes.
La escena fue tomada en la estación de Cuatro Caminos. (3)
Todos contra todos
Se manifiestan los unos y cargan los otros. Los primeros con intención de frenar la marcha del 17 (4); los segundos, para frenar la gresca. Puestos en circulación la mañana de aquel día, los coches iban escoltados por parejas de la Guardia Civil a caballo y de Seguridad en la plataforma.
La fotografía tuvo que ser tomada poco después de las once de la mañana, hora en que la Compañía de tranvías, con la colaboración de la Unión Ciudadana de Magallanes, consiguió poner en marcha el servicio.
Durante la noche, algunos obreros habían saboteado instalaciones en los barrios de Arguelles y Pozas, rompiendo interruptores eléctricos de las columnas y algunas agujas de cambio. Las líneas 11 de Arguelles y 22, 27 y 39 de Pozas no pudieron prestar servicio por la magnitud de los daños.
Ese mismo día queda suprimida la línea 40 "Santa Bárbara - Prosperidad".
Todos menos unos... y el botijo
Aquí no hay huelguistas. La foto de grupo es la guinda del pastel.
Salazar retrata a las fuerzas de Seguridad junto a un importante grupo de jóvenes, miembros todos ellos de la Unión Ciudadana de Magallanes; cívicos ciudadanos que hicieron posible el funcionamiento de los tranvías aquel diciembre de hace casi 96 años. En el centro, el presidente de la asociación, Sr. Pareja.
Un espontáneo botijo planea sobre las cabezas. Es el brindis del triunfo.
Dos meses antes, el 17 de octubre, el rey Alfonso XIII inauguraba en la estación de Cuatro Caminos la Línea Norte-Sur del Metro madrileño. El día 31 de ese mes se abrirá al público.
El mayor competidor del tranvía recorrerá sus primeros paupérrimos cuatro kilómetros, conformados por un total de ocho estaciones: Puerta del Sol, Red de San Luis (Gran Vía), Hospicio (Tribunal), Bilbao, Chamberí (actualmente forma parte de Andén 0), Martínez Campos (Iglesia), Ríos Rosas y Cuatro Caminos.
El combate que vamos a presenciar tuvo lugar el 16 de diciembre de 1919. Parecen alegorías, y fueron creadas por el fotógrafo Salazar para ilustrar la huelga de tranvías decretada la madrugada de ese día en la Casa del Pueblo.
Todos contra uno
Salazar organiza y compone la escena en un tiempo en que fotografiar a un policía no estaba penado. Prepara concienzudamente las estampas que serán publicadas en la revista Nuevo Mundo, bajo el título: "La huelga de los tranviarios".
Miembros de las fuerzas de Seguridad simulan una descarga contra los huelguistas en la estación de tranvías de Magallanes. (1) Detrás, y al fondo, los poderosos tranvías Charleroi. (2)
La perspectiva engaña; parece que el individuo de paisano fuese a recibir un tiro en la nuca.
Uno contra todos
Como las pinturas clásicas que retrataban grandes batallas y laureadas victorias, un picoleto se atreve con la amenazante o acobardada chusma. Es evidente la pose fingida de los participantes.
La escena fue tomada en la estación de Cuatro Caminos. (3)
Todos contra todos
Se manifiestan los unos y cargan los otros. Los primeros con intención de frenar la marcha del 17 (4); los segundos, para frenar la gresca. Puestos en circulación la mañana de aquel día, los coches iban escoltados por parejas de la Guardia Civil a caballo y de Seguridad en la plataforma.
La fotografía tuvo que ser tomada poco después de las once de la mañana, hora en que la Compañía de tranvías, con la colaboración de la Unión Ciudadana de Magallanes, consiguió poner en marcha el servicio.
Durante la noche, algunos obreros habían saboteado instalaciones en los barrios de Arguelles y Pozas, rompiendo interruptores eléctricos de las columnas y algunas agujas de cambio. Las líneas 11 de Arguelles y 22, 27 y 39 de Pozas no pudieron prestar servicio por la magnitud de los daños.
Ese mismo día queda suprimida la línea 40 "Santa Bárbara - Prosperidad".
Todos menos unos... y el botijo
Aquí no hay huelguistas. La foto de grupo es la guinda del pastel.
Salazar retrata a las fuerzas de Seguridad junto a un importante grupo de jóvenes, miembros todos ellos de la Unión Ciudadana de Magallanes; cívicos ciudadanos que hicieron posible el funcionamiento de los tranvías aquel diciembre de hace casi 96 años. En el centro, el presidente de la asociación, Sr. Pareja.
Un espontáneo botijo planea sobre las cabezas. Es el brindis del triunfo.
Dos meses antes, el 17 de octubre, el rey Alfonso XIII inauguraba en la estación de Cuatro Caminos la Línea Norte-Sur del Metro madrileño. El día 31 de ese mes se abrirá al público.
El mayor competidor del tranvía recorrerá sus primeros paupérrimos cuatro kilómetros, conformados por un total de ocho estaciones: Puerta del Sol, Red de San Luis (Gran Vía), Hospicio (Tribunal), Bilbao, Chamberí (actualmente forma parte de Andén 0), Martínez Campos (Iglesia), Ríos Rosas y Cuatro Caminos.
NOTAS
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(1) La estación y cocheras de Magallanes, una de la más grande e importantes de Madrid, estuvo emplazada en las cercanías de la glorieta de Quevedo, ocupando unas siete hectáreas de superficie comprendidas entre las calles de Magallanes, Fernando el Católico, Rodríguez San Pedro y Vallehermoso. Por sus dimensiones, en esta cochera se realizaban tareas de reparación, mantenimiento, pintura y modernización de las unidades que habían quedado obsoletas. (2) "Los Charleroi series II a V y reconversión en “Quinientos”. Después de los «grises» entre 1908 y 1922 llegaron a Madrid 130 coches que formaron las series II, III, IV y V. Estos tranvías incorporaban numerosas mejoras y eran mucho más potentes que sus antecesores. Debido a sus excelentes prestaciones fueron reformados con posterioridad renumerando toda la serie (desde el 500 al 629). Esta profunda modernización da lugar a la serie «quinientos», que circuló hasta 1963."[1] (3) La cochera de Cuatro Caminos estaba ubicada en la calle de Bravo Murillo (impares); más tarde se habilitó un segundo acceso por la calle Doctor Santero. (4) El tranvía 17 (Cartel: números en blanco sobre fondo verde) hacía el recorrido Cuatro Caminos - Sol - Progreso. |
Bibliografía
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Fuentes de consulta:
Delgado, Miguel Ángel, Tartajo, José Antonio, González, Manuel y otros. (2010) Destino Madrid. Del tranvía al metro ligero, 150 años de historia. Catálogo. Consorcio de Transportes de Madrid. [1] Ibídem, pp. 82
- Seseña, José Manuel y Márquez, Ricardo. (2012) Tranvías de Madrid. Aniversario de su desaparición. Historias Matritenses, 30 de marzo de 2012. http://historias-matritenses.blogspot.com.es/2012/05/tranvias-de-madrid-aniversario-de-su.html
· Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.
· En todas las citas se ha conservado la ortografía original.
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© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-002 FOTOTECA
ISSN 2444-1325
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