Copla dominguera de D. Antonio Casero para inaugurar el verano abrasador de hoy y los cotilleos de las vecinas antiguas en las noches de estío.
A noventa y nueve años de su publicación en el Heraldo de Madrid, domingo 23 de junio de 1916, recuperamos esta copla en la que don Antonio se queja del calor en voz de la Señá Dolores y su compañera de chismorreos.
Lo cierto es que aquel día la temperatura alcanzó un máximo de 31,4º a la sombra, y los días anteriores apenas había superado los 30º. ¡Qué hubiese sido del coplero y sus personajes en este domingo canicular del 2015!
Coplas del domingo, por Antonio Casero
¡QUE CALOR!
Como aprieta la cuca,
Señá Dolores.
—Yo estoy entontecía
con las calores;
Esto es un horno.
—¡Si se respira fuego!
—¡Vaya un bochorno!
—Yo he bajao los colchones
de la bohardilla,
porque está qu'es talmente
una parrilla;
hasta el morrongo
duerme junto al botijo.
—¡Sí qu'es candongo;
— Pos tu marío duerme
qu'es un encanto.
—No me extraña naita;
trabaja tanto,
qu'el pobrecillo
se queda en dos minutos
como un ladrillo.
Yo no sé cómo duerme,
porque, señora,
está la callecita.
que da la hora;
hay mucha guasa,
y está lo peorcito
de cada casa.
Manolita, la chica
del tabernero,
platica dulcemente
con el barbero,
que, dicho sea
de paso, es un mocito
que «parpadea».
Y que le toma el pelo,
si a mano viene,
a Sansón y Dalila,
qu'es lo que tiene
la creatura,
qu'es un siete d’enero
por su frescura.
«El Bólido» y el pollo
de la Fermina
nos dan la serenata
con la ocarina;
Paco «el Tranquilo»
que canta por levante,
y que tie estilo,
se pasa la existencia
marcando cante,
y allí toda la noche
sopla levante,
y él también «sopla»
un vaso de morapio
de copla a copla.
La codorniz del ocho,
qu'es un portento,
da diecisiete golpes;
y Sacramento,
la del «Tullido»
le da muchos más golpes
a su marido.
Las señoritas cursis
del entresuelo
vienen de la Bombilla
con un agüelo;
me huele a timo;
el agüelo del margen
debe ser «primo»...
A la puerta del «tupi»
de Teodoro
están Paco «el Garrafa»
y el Isidoro
jugando al tute
con dos de Valdepeñas
y una de Rute.
-Na, que veraneamos
como marqueses;
cinquito de mojama,
diez d'alcahueses
y el agua a morro
por mor de que el botijo
no tie pitorro.
Como aprieta la cuca,
Señá Dolores.
—Yo estoy entontecía
con las calores;
Esto es un horno.
—¡Si se respira fuego!
—¡Vaya un bochorno!
ANTONIO CASERO
© 2015 Eduardo Valero García (GARCIVAL) - HUM 015-006 ILUST |
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-006 COPLAS AC
ISSN 2444-1325
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