Entre los años 1912 y 1914 se levantó en el Paseo de Rosales un majestuoso hotel (edificio) del más puro estilo modernista catalán. Era obra de Marceliano Coquillat i Llofriú (1865-1924), natural de Elche e ilustre arquitecto municipal de Barcelona, ciudad donde estudió la carrera. A él se deben las obras de restauración de la Basílica de Santa María de Elche (1903-1905), trabajo por el que no cobró ni un duro. Su altruista diligencia le valió el nombramiento de Hijo Predilecto de Elche el 23 de diciembre de 1905.
El noble arquitecto tenía 47 años de edad y una amplia trayectoria profesional cuando el Doctor en Farmacia Adolfo Llopis Castelado le encarga el proyecto de construcción de un edificio para vivienda, laboratorio y oficinas en el Paseo de Rosales, números 8 y 12, de la capital del reino. En el archivo de la Villa se conservan los planos de licitación bajo la signatura 18-142-5.
Don Adolfo Llopis Castelado, empresario farmacéutico, era propietario de varios preparados farmacológicos entre los que se encontraba el "Histógeno Llopis", conocido elixir de amplio espectro, con fama internacional, diseñado para la cura de anemia, tuberculosis, linfatismo, clorosis, raquitismo, neurastenia, diabetes, caquexia palúdica y albuminuria.
¡Todo un portento de reconstituyente!
Además de su producto estrella -el Histógeno-, el Dr. Llopis comercializaba el jugo concentrado de carne "Oxina" y el disolvente de ácido úrico "Piperazina granulada". Todos ellos eran marcas registradas, a pesar de haber tenido algún litigio sobre la propiedad del "Histógeno Llopis", elixir muy utilizado en dispensarios antituberculosos, sanatorios, hospitales y clínicas de España, Portugal y América. Además, había obtenido varios premios nacionales e internacionales.
El Histógeno había sido inventado en el primer lustro del siglo XX y, como es lógico, en 1912 la fama alcanzada proporcionó a Llopis grandes dividendos y mayor fortuna, lo que le llevó a encargar la construcción del hotel, cercano a los laboratorios que ya tenía en la zona.
Con motivo de la inauguración del citado hotel, creemos que acontecida el 3 de enero de 1915, el Heraldo de Madrid publicaba un extenso reportaje acompañado de fotografías. Todas ellas conforman nuestros recuerdos de papel, siendo la más emblemática la fachada de tan lujoso hotel, demolido en la década del 70 del siglo XX.
El lujoso hotel del Histógeno Llopis
Como hemos comentado, el hotel fue construido al más puro estilo modernista catalán por el arquitecto don Marceliano Coquillat i Llofriú, con todo el buen gusto y alarde de riqueza que su propietario quiso reflejar, convirtiéndolo en uno de los hoteles más confortables y elegantes de la corte.
Sobre la fachada, de paramento pétreo, elegante y profusamente ornamentada, destacaba la tribuna central de la planta noble, con magnífico ventanal y balconada con trabajadas rejas. Coronaba el edificio una ornamentada balaustrada y majestuosa cúpula.
Constaba de tres amplísimas plantas y una magnífica terraza desde donde se dominaba uno de los más bellos paisajes madrileños. Los pisos principal y primero estaban destinados a las habitaciones particulares de los señores de Llopis. Un precioso y luminoso jardín de invierno exquisitamente adornado era uno de los atractivos de la planta principal.
El laboratorio, que ocupaba casi la totalidad de la planta baja, estaba diseñado para la producción en masa y en él se había instalado la más completa y moderna maquinaria.
En dicha planta, a la derecha de la puerta principal, dando frente a la de entrada al garage, se encontraba el despacho del Dr. Llopis, seguido del archivo y oficinas.
El almacén, salas para la exportación y ensayos químicos, alambiques, maquinarias y otras secciones, ocupaban varias dependencias de la casa.
Un segundo laboratorio, completamente equipado, estaba instalado en una de las alas de la planta principal, y era para uso exclusivo del Dr. Llopis y su hijo, Adolfo Llopis López, a quien vemos en la siguiente fotografía.
Laboratorios y Farmacia de la calle Ferraz
Antes de erigirse el lujoso hotel del Paseo de Rosales, los laboratorios y farmacia de Llopis estaban ubicados en la calle Ferraz, números 1 y 3; que sepamos, desde 1906.
Ofrecemos una imagen del local, que hacía esquina con la calle Evaristo San Miguel, instalado en un no menos lujoso edificio de viviendas, y un detalle del laboratorio.
En la actualidad continúa funcionando una farmacia, la de D. Bartolomé Piedrabuena, en el número 3 de Ferraz. El chaflán que vemos en la fotografía lo ocupa la empresa VPT (Viajes para Todos).
El Histógeno Llopis
Decía el Heraldo de Madrid:
El Histógeno Llopis era un enérgico modificador del organismo tuberculoso y tuberculizable, y el más poderoso reconstituyente terapéutico de aquellos tiempos. Su acción era tan eficaz que no se suministraba exclusivamente para el tratamiento de la tuberculosis, sino también en todas aquellas enfermedades de las vías respiratorias que puediesen transformarse en tuberculizables, como los catarros crónicos, bronco-pneumonía, pleuresías supuradas o no, gripe localizada en el aparato respiratorio y otras del mismo origen.
Al fundarse la preparación del Histógeno Llopis en la sobrealimentación, el medicamento era excelente en el tratamiento del linfatismo, escrófula, raquitismo, osteomalacia, crecimiento anormal o defectuoso, convalecencia de enfermedades graves, y todas aquellas que mostraban retardo de la nutrición o, por ejemplo, en los casos de anemia, clorosis, adenitis, fosfaturia, diabetes, albuminuria, entre otros.
Este elixir todopoderoso se componía de nucleína (fósforo orgánico) y arrhenal (sal orgánica de arsénico), cuya acción principal era aumentar la asimilación y disminución de la desasimilación, favoreciendo la defensa fagocitaria del organismo.
¡¿Arsénico?! ¡¿Fósforo?!
Sí, el arrhenal es sal orgánica de arsénico (metil arseniato de sosa), que no es tóxica, perfectamente tolerable por la vía gástrica, y no origina la formación de óxido de cacodilo, que ese sí es muy tóxico. Esta sal es asimilada por los leucocitos y favorece la formación de nuevas células.
Por su parte, la nucleína, sustancia rica en fósforo y tampoco tóxica, procura una intensa hiperleucocitosis y combate la fosfaturia, es decir, la eliminación del fósforo por la orina como fosfato inorgánico.
La suma de los dos componentes era fundamental para la nutrición, ya que sin su combinación resultaba imposible la formación de nuevas células. Además, aumentaba la leucocitosis, acción por la que los leucocitos atacaban directamente al microbio.
Otros productos
En el flamante laboratorio del Dr. Adolfo Llopis Castelado -como antes en el de la calle Ferraz, números 1 y 3-, se elaboraba una gran variedad de productos farmacológicos muy de moda en aquellos tiempos. ¡Cuántas porquerías habrán tragado nuestros antepasados!
Os ofrecemos una lista de los comercializados en 1915. Incluimos su precio en pesetas:
Productos especiales del Dr. A. llopis
Agua de Santa Lucia, 1 pta.
Bicarbonato de sosa, químicamente puro, en cajitas metálicas, 25 ptas.
Cápsulas de Aceite Ricino en cajas de 8 cápsulas, 75 ptas.
- Idem de Sándalo, 2 ptas.
- Idem de Terpidol, 1,75 ptas.
Condurango granulado, 3 ptas.
Elixir Clorhidropépsico, 2 ptas.
Emulsión de Aceite de Hígado de Bacalao con hipofosfitos de cal y de sosa, frasco grande, 2 ptas.
Idem pequeño, 1 pta.
Esmilacina, 1 pta.
Febrifugo dulce en cajas de 10 papeletas, 2,50 ptas.
Ferrina (gotas), 4 ptas.
Glicerofosfato de cal granulado, 2 ptas.
Glóbulos de Arrehenal, a un centigramo, 3 ptas.
Hierro dializado (gotas), 1 pta.
Hemoglobina granulada, 4 ptas.
Homoneutrol granulado, 3 ptas.
Histógeno antidiabético, 5 ptas.
- Idem líquido (elixir), 5 ptas.
- Idem hipodérmico, 5 ptas
- Idem granulado, 5 ptas.
Kola granulada, 2 ptas.
Levadura pura de cerveza granulada, 2,50 ptas.
Licor de brea concentrado, 1 pta.
Loción higiénica (belleza), 1 pta.
Magnesia granulada efervescente, 1 pta.
Manzanilla de los Pirineos, caja grande, 50 ptas.
- Idem pequeña, 25 ptas.
Odontol, 1 pta.
Oxina, 3,50 ptas.
Piperazina granulada, 4 ptas.
Pildoras Pater's, 4,50 ptas.
- Idem Potenciales a base de lohimbina, 12 ptas.
- Idem Universales (purgantes), 50 ptas.
Sellos antibacilares, 3 ptas.
- Idem digestivos, 3 ptas.
Solución de Arrhenal, 2,50 ptas.
- Clorhidro-fosfato de cal creosotado, 2 ptas.
Tormóforo (grietas de los pechos), 1 ptas.
Jarabes medicinales
Iodargirum, 4 ptas.
Jarabe yoduro potásico, corteza de naranja amargas, 3 ptas.
Jarabe de digital, 2 ptas.
- de nogal yodado, 2 ptas.
- de yoduro ferroso inalterable, 2,50 ptas.
- de hemoglobina, 3 ptas.
- de hipofosfitos compuestos, 1,50 ptas.
- de hipofosfitos de cal, 2 ptas.
- de quina ferruginoso, 2 ptas.
- depurativo yodo-vodurado,según Gibert, 3 ptas.
Jarabe yodotónico-fosfatado, 2 ptas.
- de lacto-fosfato de cal, 2 ptas.
- rábano.compuesto (frasco grande), 2 ptas.
- (frasco pequeño), 1,50 ptas.
- Pectoral Llopis, 1 pta.
Vinos medicinales
Vino bifosfatado, 3 ptas.
- de carne, hierro e hipofosfitos, 4 ptas.
- de genciana, 2,50 ptas.
- de hemoglobina, 3 ptas.
- de yodotánico fosfatado, 3 ptas.
- simple, 3 ptas.
- de kola y carne, 4 ptas.
- de nuez de kola, 3 ptas.
- de papaina, 3 ptas.
- de pepsina, 3 ptas.
- de peptona, 3 ptas.
Vino de peptona fosfatado, 3 ptas.
- de quina, 2,50 ptas.
- de quina ferruginoso por fermentación, 2,50 ptas.
- de quina y kola, etc., etc., 2,50 ptas.
Medicación hipodérmica e intramuscular aséptica
Arrhenal en ampollas de 1 c. c , caja de 6, 3 ptas.
Ergotina dializada, amp. de 1 c. c , caja de 6, 4 ptas.
Iodargirum, amp. de 1 c. c, caja de 6, 3 ptas.
Histógeno, amp. de 3 c. c , caja de 6, 3 ptas.
Y de otros productos no catalogados.
Óvulos medicinales
Óvulos simples, 2,50 ptas.
- de Icthyol, 3 ptas.
- de Thigenol, 3 ptas.
Y de cuantas substancias medicinales se deseen.
De la extensa lista -que no es completa-, hemos resaltado dos productos: la Oxina y la Piperazina granulada, también creaciones de éxito del Dr. Llopis.
Oxina Llopis
Producto de gran valor nutritivo cuyo componente no era otra cosa que el jugo de carne de buey, conseguido a través del laboratorio y concentrado al vacío.
Era un valioso complemento de alimentación para niños, ancianos, enfermos y convalecientes, que además tenía la propiedad de conservarse bajo la acción de todos los climas, y la particularidad de facilitar su digestión, aún en los estómagos más delicados.
La Oxina Llopis era recomendable, como hemos dicho, para enfermos, ancianos y convalecientes, pero además era un excelente reconstituyente para organismos debilitados, sin apetito, desnutridos o agotados por el trabajo.
Piperazina granulada Llopis
En esencia, la Piperazina granulada era un disolvente del ácido úrico que evitaba la formación de cálculos y la acumulación de uratos.
Su uso era casi insustituible en aquellos que padecían reumatismo, gota y litiasis. También se suministraba a los que sufrían de ciática y afecciones medulares crónicas.
¡Si nuestros antiguos reyes gotosos levantasen la cabeza!
Recuerdos de papel de ungüentos, elixires, tónicos, purgas y pastillas, entre otras panaceas, y fotografías deslucidas que recuperan del pasado un elegante edificio que ya no existe y la fama de un forastero afincado en Madrid.
El lujoso hotel del Dr. Adolfo Llopis Castelado sucumbió a la picota en los años 70 del siglo XX.
La vida del afamado farmacéutico se extinguió en Barcelona el 18 de junio de 1934.
Aquí le dejamos, en su presente; quizá creando fórmulas magistrales con los elementos de la tabla periódica y sabe Dios qué venenos, con el único fin de sanar a enfermos desnutridos e hipocondríacos simpatizantes de baños y balnearios.
El noble arquitecto tenía 47 años de edad y una amplia trayectoria profesional cuando el Doctor en Farmacia Adolfo Llopis Castelado le encarga el proyecto de construcción de un edificio para vivienda, laboratorio y oficinas en el Paseo de Rosales, números 8 y 12, de la capital del reino. En el archivo de la Villa se conservan los planos de licitación bajo la signatura 18-142-5.
Don Adolfo Llopis Castelado, empresario farmacéutico, era propietario de varios preparados farmacológicos entre los que se encontraba el "Histógeno Llopis", conocido elixir de amplio espectro, con fama internacional, diseñado para la cura de anemia, tuberculosis, linfatismo, clorosis, raquitismo, neurastenia, diabetes, caquexia palúdica y albuminuria.
¡Todo un portento de reconstituyente!
Además de su producto estrella -el Histógeno-, el Dr. Llopis comercializaba el jugo concentrado de carne "Oxina" y el disolvente de ácido úrico "Piperazina granulada". Todos ellos eran marcas registradas, a pesar de haber tenido algún litigio sobre la propiedad del "Histógeno Llopis", elixir muy utilizado en dispensarios antituberculosos, sanatorios, hospitales y clínicas de España, Portugal y América. Además, había obtenido varios premios nacionales e internacionales.
Revista Sanitaria de Toledo 1º de noviembre de 1913 |
El Histógeno había sido inventado en el primer lustro del siglo XX y, como es lógico, en 1912 la fama alcanzada proporcionó a Llopis grandes dividendos y mayor fortuna, lo que le llevó a encargar la construcción del hotel, cercano a los laboratorios que ya tenía en la zona.
Con motivo de la inauguración del citado hotel, creemos que acontecida el 3 de enero de 1915, el Heraldo de Madrid publicaba un extenso reportaje acompañado de fotografías. Todas ellas conforman nuestros recuerdos de papel, siendo la más emblemática la fachada de tan lujoso hotel, demolido en la década del 70 del siglo XX.
El lujoso hotel del Histógeno Llopis
Como hemos comentado, el hotel fue construido al más puro estilo modernista catalán por el arquitecto don Marceliano Coquillat i Llofriú, con todo el buen gusto y alarde de riqueza que su propietario quiso reflejar, convirtiéndolo en uno de los hoteles más confortables y elegantes de la corte.
Sobre la fachada, de paramento pétreo, elegante y profusamente ornamentada, destacaba la tribuna central de la planta noble, con magnífico ventanal y balconada con trabajadas rejas. Coronaba el edificio una ornamentada balaustrada y majestuosa cúpula.
Constaba de tres amplísimas plantas y una magnífica terraza desde donde se dominaba uno de los más bellos paisajes madrileños. Los pisos principal y primero estaban destinados a las habitaciones particulares de los señores de Llopis. Un precioso y luminoso jardín de invierno exquisitamente adornado era uno de los atractivos de la planta principal.
El laboratorio, que ocupaba casi la totalidad de la planta baja, estaba diseñado para la producción en masa y en él se había instalado la más completa y moderna maquinaria.
En dicha planta, a la derecha de la puerta principal, dando frente a la de entrada al garage, se encontraba el despacho del Dr. Llopis, seguido del archivo y oficinas.
El almacén, salas para la exportación y ensayos químicos, alambiques, maquinarias y otras secciones, ocupaban varias dependencias de la casa.
Un segundo laboratorio, completamente equipado, estaba instalado en una de las alas de la planta principal, y era para uso exclusivo del Dr. Llopis y su hijo, Adolfo Llopis López, a quien vemos en la siguiente fotografía.
Laboratorios y Farmacia de la calle Ferraz
Antes de erigirse el lujoso hotel del Paseo de Rosales, los laboratorios y farmacia de Llopis estaban ubicados en la calle Ferraz, números 1 y 3; que sepamos, desde 1906.
Ofrecemos una imagen del local, que hacía esquina con la calle Evaristo San Miguel, instalado en un no menos lujoso edificio de viviendas, y un detalle del laboratorio.
En la actualidad continúa funcionando una farmacia, la de D. Bartolomé Piedrabuena, en el número 3 de Ferraz. El chaflán que vemos en la fotografía lo ocupa la empresa VPT (Viajes para Todos).
VER UBICACIÓN |
El Histógeno Llopis
Decía el Heraldo de Madrid:
"Pocos serán seguramente los preparados farmacéuticos nacionales que alcancen actualmente la fama y popularidad del «Histógeno Llopis». Tan conocido en América como en España, tan extendido en nuestros mercados de la Península como en el Extranjero, no necesita, ciertamente, este producto de elogios, que con gran prodigalidad le vienen dedicando de continuo eminencias médicas de todas partes e infinitos enfermos sometidos a su tratamiento."
El Histógeno Llopis era un enérgico modificador del organismo tuberculoso y tuberculizable, y el más poderoso reconstituyente terapéutico de aquellos tiempos. Su acción era tan eficaz que no se suministraba exclusivamente para el tratamiento de la tuberculosis, sino también en todas aquellas enfermedades de las vías respiratorias que puediesen transformarse en tuberculizables, como los catarros crónicos, bronco-pneumonía, pleuresías supuradas o no, gripe localizada en el aparato respiratorio y otras del mismo origen.
Al fundarse la preparación del Histógeno Llopis en la sobrealimentación, el medicamento era excelente en el tratamiento del linfatismo, escrófula, raquitismo, osteomalacia, crecimiento anormal o defectuoso, convalecencia de enfermedades graves, y todas aquellas que mostraban retardo de la nutrición o, por ejemplo, en los casos de anemia, clorosis, adenitis, fosfaturia, diabetes, albuminuria, entre otros.
Este elixir todopoderoso se componía de nucleína (fósforo orgánico) y arrhenal (sal orgánica de arsénico), cuya acción principal era aumentar la asimilación y disminución de la desasimilación, favoreciendo la defensa fagocitaria del organismo.
¡¿Arsénico?! ¡¿Fósforo?!
Sí, el arrhenal es sal orgánica de arsénico (metil arseniato de sosa), que no es tóxica, perfectamente tolerable por la vía gástrica, y no origina la formación de óxido de cacodilo, que ese sí es muy tóxico. Esta sal es asimilada por los leucocitos y favorece la formación de nuevas células.
Por su parte, la nucleína, sustancia rica en fósforo y tampoco tóxica, procura una intensa hiperleucocitosis y combate la fosfaturia, es decir, la eliminación del fósforo por la orina como fosfato inorgánico.
La suma de los dos componentes era fundamental para la nutrición, ya que sin su combinación resultaba imposible la formación de nuevas células. Además, aumentaba la leucocitosis, acción por la que los leucocitos atacaban directamente al microbio.
Otros productos
En el flamante laboratorio del Dr. Adolfo Llopis Castelado -como antes en el de la calle Ferraz, números 1 y 3-, se elaboraba una gran variedad de productos farmacológicos muy de moda en aquellos tiempos. ¡Cuántas porquerías habrán tragado nuestros antepasados!
Os ofrecemos una lista de los comercializados en 1915. Incluimos su precio en pesetas:
Productos especiales del Dr. A. llopis
Agua de Santa Lucia, 1 pta.
Bicarbonato de sosa, químicamente puro, en cajitas metálicas, 25 ptas.
Cápsulas de Aceite Ricino en cajas de 8 cápsulas, 75 ptas.
- Idem de Sándalo, 2 ptas.
- Idem de Terpidol, 1,75 ptas.
Condurango granulado, 3 ptas.
Elixir Clorhidropépsico, 2 ptas.
Emulsión de Aceite de Hígado de Bacalao con hipofosfitos de cal y de sosa, frasco grande, 2 ptas.
Idem pequeño, 1 pta.
Esmilacina, 1 pta.
Febrifugo dulce en cajas de 10 papeletas, 2,50 ptas.
Ferrina (gotas), 4 ptas.
Glicerofosfato de cal granulado, 2 ptas.
Glóbulos de Arrehenal, a un centigramo, 3 ptas.
Hierro dializado (gotas), 1 pta.
Hemoglobina granulada, 4 ptas.
Homoneutrol granulado, 3 ptas.
Histógeno antidiabético, 5 ptas.
- Idem líquido (elixir), 5 ptas.
- Idem hipodérmico, 5 ptas
- Idem granulado, 5 ptas.
Kola granulada, 2 ptas.
Levadura pura de cerveza granulada, 2,50 ptas.
Licor de brea concentrado, 1 pta.
Loción higiénica (belleza), 1 pta.
Magnesia granulada efervescente, 1 pta.
Manzanilla de los Pirineos, caja grande, 50 ptas.
- Idem pequeña, 25 ptas.
Odontol, 1 pta.
Oxina, 3,50 ptas.
Piperazina granulada, 4 ptas.
Pildoras Pater's, 4,50 ptas.
- Idem Potenciales a base de lohimbina, 12 ptas.
- Idem Universales (purgantes), 50 ptas.
Sellos antibacilares, 3 ptas.
- Idem digestivos, 3 ptas.
Solución de Arrhenal, 2,50 ptas.
- Clorhidro-fosfato de cal creosotado, 2 ptas.
Tormóforo (grietas de los pechos), 1 ptas.
Jarabes medicinales
Iodargirum, 4 ptas.
Jarabe yoduro potásico, corteza de naranja amargas, 3 ptas.
Jarabe de digital, 2 ptas.
- de nogal yodado, 2 ptas.
- de yoduro ferroso inalterable, 2,50 ptas.
- de hemoglobina, 3 ptas.
- de hipofosfitos compuestos, 1,50 ptas.
- de hipofosfitos de cal, 2 ptas.
- de quina ferruginoso, 2 ptas.
- depurativo yodo-vodurado,según Gibert, 3 ptas.
Jarabe yodotónico-fosfatado, 2 ptas.
- de lacto-fosfato de cal, 2 ptas.
- rábano.compuesto (frasco grande), 2 ptas.
- (frasco pequeño), 1,50 ptas.
- Pectoral Llopis, 1 pta.
Vinos medicinales
Vino bifosfatado, 3 ptas.
- de carne, hierro e hipofosfitos, 4 ptas.
- de genciana, 2,50 ptas.
- de hemoglobina, 3 ptas.
- de yodotánico fosfatado, 3 ptas.
- simple, 3 ptas.
- de kola y carne, 4 ptas.
- de nuez de kola, 3 ptas.
- de papaina, 3 ptas.
- de pepsina, 3 ptas.
- de peptona, 3 ptas.
Vino de peptona fosfatado, 3 ptas.
- de quina, 2,50 ptas.
- de quina ferruginoso por fermentación, 2,50 ptas.
- de quina y kola, etc., etc., 2,50 ptas.
Medicación hipodérmica e intramuscular aséptica
Arrhenal en ampollas de 1 c. c , caja de 6, 3 ptas.
Ergotina dializada, amp. de 1 c. c , caja de 6, 4 ptas.
Iodargirum, amp. de 1 c. c, caja de 6, 3 ptas.
Histógeno, amp. de 3 c. c , caja de 6, 3 ptas.
Y de otros productos no catalogados.
Óvulos medicinales
Óvulos simples, 2,50 ptas.
- de Icthyol, 3 ptas.
- de Thigenol, 3 ptas.
Y de cuantas substancias medicinales se deseen.
De la extensa lista -que no es completa-, hemos resaltado dos productos: la Oxina y la Piperazina granulada, también creaciones de éxito del Dr. Llopis.
Oxina Llopis
Producto de gran valor nutritivo cuyo componente no era otra cosa que el jugo de carne de buey, conseguido a través del laboratorio y concentrado al vacío.
Era un valioso complemento de alimentación para niños, ancianos, enfermos y convalecientes, que además tenía la propiedad de conservarse bajo la acción de todos los climas, y la particularidad de facilitar su digestión, aún en los estómagos más delicados.
La Oxina Llopis era recomendable, como hemos dicho, para enfermos, ancianos y convalecientes, pero además era un excelente reconstituyente para organismos debilitados, sin apetito, desnutridos o agotados por el trabajo.
Piperazina granulada Llopis
En esencia, la Piperazina granulada era un disolvente del ácido úrico que evitaba la formación de cálculos y la acumulación de uratos.
Su uso era casi insustituible en aquellos que padecían reumatismo, gota y litiasis. También se suministraba a los que sufrían de ciática y afecciones medulares crónicas.
¡Si nuestros antiguos reyes gotosos levantasen la cabeza!
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Recuerdos de papel de ungüentos, elixires, tónicos, purgas y pastillas, entre otras panaceas, y fotografías deslucidas que recuperan del pasado un elegante edificio que ya no existe y la fama de un forastero afincado en Madrid.
El lujoso hotel del Dr. Adolfo Llopis Castelado sucumbió a la picota en los años 70 del siglo XX.
La vida del afamado farmacéutico se extinguió en Barcelona el 18 de junio de 1934.
Aquí le dejamos, en su presente; quizá creando fórmulas magistrales con los elementos de la tabla periódica y sabe Dios qué venenos, con el único fin de sanar a enfermos desnutridos e hipocondríacos simpatizantes de baños y balnearios.
Bibliografía
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Da Rocha Aranda, Oscar. El modernismo en la arquitectura madrileña (2009) Biblioteca Historia del Arte. Editorial: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Pág 313
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© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-001 RECUPAPEL
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