En la búsqueda incesante de historias urbanas -de y para los madrileños y amantes de Madrid-, recuperamos del pasado cientos de ellas. Unas son recuerdos de papeles grises y sepias; otras son madrileñistas coplas; biografías; efemérides, y más historias. También son estampas dibujadas, como las publicadas en este blog durante los años 2013 y 2014, que a vista de pájaro reproducían escenas del Madrid pueblo.
En lo concerniente al otro Madrid, el de las estampas de guerra, sólo se publicó un artículo para conmemorar el 75 Aniversario del final de la Guerra Civil.
Hoy, a propósito de la débil nevada que sorprendió a la capital hace pocas noches, reestrenamos la sección "Estampas. Madrid en Guerra" con la nevada de enero de 1938.
La gran nevada sobre Madrid
Publicadas en la revista Crónica de enero de 1938 (Año X - Núm. 426), una serie de fotografías mostraban el aspecto del Madrid herido por la triste guerra. A pie de las imágenes, el siguiente texto:
Son fotografías de zonas emblemáticas de la ciudad, con sus heridas cubiertas por un manto blanco y helado. En la primera de ellas vemos la gruesa protección que daba refugio a la fuente de Cibeles. Le siguen el Parque de El Retiro; los parapetos de defensa del Palacio Real; la "Avenida de los obuses" y la calle de Alcalá cubiertas de blanco; una calle difícil de identificar, casi desierta; y la Puerta de Alcalá empapelada de comunismo, con un par de milicianos, carro y mula, todos ateridos."Madrid ha empezado el año de 1938 con una gran nevada, que ha cubierto completamente las calles, como si se quisiera someter a la sufrida ciudad a una nueva prueba de sacrificio. Los fuertes hielos amenazaban un estacionamiento largo de la nieve, con los consiguientes inconvenientes y molestias para el vecindario. El personal municipal ha extremado su esfuerzo para evitar el aislamiento de Madrid durante algunos días y el entorpecimiento extraordinario de su abastecimiento. La vida en el interior de la ciudad ha sido normalizada a las pocas horas, y, en definitiva, lo que hubiera podido alcanzar caracteres dramáticos, se ha limitado al espectáculo magnifico de la capital envuelta en nieve que han podido contemplar estos días los madrileños."
El fotógrafo Videa captó con el objetivo de su cámara aquella fría mañana de enero. Son imágenes conocidas para los internautas -no hemos descubierto nada nuevo-, pero quizá menos conocido es el autor de las mismas.
Frío y triste invierno de hace 77 años cuando los madrileños buscadores de calor humano, y el paréntesis necesario ante tanta penuria, encontraban sosiego en las salas de espectáculos. ¡Un estreno! ¡Clark Recargable! ¡Qué maravilla!
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-001 ESTAMPAS MADGUERRA
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