Presente está en nuestra memoria la celebración del bicentenario del 2 y 3 de mayo de 1808. La exposición realizada en el Centro de Exposiciones Arte Canal nos transportó a los terribles acontecimientos que demostraron la valentía del pueblo madrileño.
Hoy nos remontaremos al Madrid de 1908 para recuperar el homenaje rendido a los héroes del 2 de mayo. Lo hacemos a través de fotografías de Campúa y Alonso que cuentan la historia de aquella celebración.
Para Historia Urbana de Madrid, las imágenes de nuestra ciudad en otros tiempos siempre deben ir acompañadas de la historia que les corresponde. De otra manera sólo son cromos para el deleite de los ojos. Entender este razonamiento viene dado por el sentido que tienen: Madrid se puede contar y también se puede ver; la unión de ambas opciones sirve para comprender la historia de nuestro pueblo.
Dicho esto, con el respeto del que son merecedores los madrileños y Madrid, pasamos a la crónica de esos días de mayo de hace 109 años.
Centenario del 2 de mayo. Madrid, 1908
A pesar de las intenciones contrarias del Sr. Maura, en todos los eventos realizados para conmemorar el Centenario del 2 de mayo estuvo presente Alfonso XIII en compañia de la familia Real.
Sin quedar claro cuáles eran los motivos del Gobierno al respecto, se dijo que se trataba de proteger al monarca, pues muy presente estaba en la memoria colectiva el atentado de 1906.
Plaza del 2 de mayo
La plaza y sus calles aledañas habían sido profusamente decoradas con arcos efímeros cargados de banderas y gallardetes. La histórica puerta del Parque de Artillería de Monteleón también lucía estupenda decoración.
A las diez de la mañana comenzó en la histórica plaza la misa de campaña oficiada por el obispo de Sión. La Familia Real, representaciones militares y del Gobierno en pleno acudieron a la ceremonia, con Alfonso XIII como mayor representante y el más vitoreado.
La Infantería colocó una corona en el arco y envió otra al homenaje que al mismo tiempo se rendía en la Plaza del Rey en honor al teniente Ruiz, donde estuvieron presente Compañías de Artillería e Infantería y la representación gubernamental en la figura del ministro de la Guerra.
En la calle Ruiz también se celebró una misa, colocando en el sitio donde murió Velarde una artesonada arquitectura efímera.
San Francisco el Grande
Finalizado el acto de la plaza, Alfonso XIII y toda la comitiva se dirigieron a San Francisco el Grande, donde se verificó una misa funeral en recuerdo de las víctimas de 1808. Ofició el obispo de Madrid-Alcalá y pronunció la oración fúnebre el Padre Calpena.
La fotografía muestra al monarca a la salida. Va custodiado por alabarderos, cuerpo que le escoltó durante la procesión cívica.
Procesión cívica
Desde San Francisco el Grande partió la comitiva con el rey a la cabeza, flanqueado por ocho alabarderos y seguido por los infantes y todo el aparato del Gobierno.
Las tropas del ejército cubrieron toda la carrera desde San Francisco hasta el monumento del Paseo del Prado, donde se dispuso una tribuna para la Familia Real y personalidades.
El fotógrafo Campúa inmortalizó el momento del paso de Alfonso XIII por la calle Mayor, en el lugar donde se había atentado contra el monarca el 31 de mayo de 1906. Es curiosa la expresión del rey, quien parece no querer mirar hacia el balcón desde donde se había arrojado la bomba que tantas víctimas causó.
Desfilaron oficiales del ejército portando las banderas que figuraron en la guerra de Independencia, coronas conmemorativas de los hechos de armas y preciosas carrozas enviadas por las dos Castillas y Andalucía.
A la una menos cuarto las bandas de música anunciaron la llegada de la procesión al monumento. Después de una reverencia a la tribuna regia y finalizado el responso dado por el obispo de Madrid-Alcalá, asistido por el clero de San Jerónimo, Alfonso XIII dio orden de comenzar el desfile.
Sonaron entonces los acordes del pasodoble escrito por Chueca para la ocasión, punto de partida del desfile encabezado por los milicianos.
Poco después, el 20 de junio, fallecía el insigne compositor.
A las tres y media de la tarde regresaba el monarca y su familia al Palacio. Finalizaban así los festejos de ese día, pero se sucedieron otros tantos que narraremos en las fechas correspondientes.
De momento, este ha sido nuestro recuerdo a la celebración y memoria del valiente pueblo madrileño.
Para Historia Urbana de Madrid, las imágenes de nuestra ciudad en otros tiempos siempre deben ir acompañadas de la historia que les corresponde. De otra manera sólo son cromos para el deleite de los ojos. Entender este razonamiento viene dado por el sentido que tienen: Madrid se puede contar y también se puede ver; la unión de ambas opciones sirve para comprender la historia de nuestro pueblo.
Dicho esto, con el respeto del que son merecedores los madrileños y Madrid, pasamos a la crónica de esos días de mayo de hace 109 años.
Centenario del 2 de mayo. Madrid, 1908
A pesar de las intenciones contrarias del Sr. Maura, en todos los eventos realizados para conmemorar el Centenario del 2 de mayo estuvo presente Alfonso XIII en compañia de la familia Real.
“Rodeado del aparato lógico de su Corte, y no entre filas de acero, como en Barcelona—dijo un periódico—, recorrió el Rey a pie las calles de Madrid. E1 clamoreo de los vivas y el resonar de los aplausos le seguía y le cercaba. Aquí no hubo, como en Barcelona, aplausos y vivas jara el Sr. Maura. Antes, al contrario, bien claro dio a entender el pueblo, y aun clases que se tienen por conservadoras, cómo se condenaba el propósito que había abrigado el Gobierno de alejar al Rey de las fiestas populares de ayer.” [1]
Sin quedar claro cuáles eran los motivos del Gobierno al respecto, se dijo que se trataba de proteger al monarca, pues muy presente estaba en la memoria colectiva el atentado de 1906.
Plaza del 2 de mayo
La plaza y sus calles aledañas habían sido profusamente decoradas con arcos efímeros cargados de banderas y gallardetes. La histórica puerta del Parque de Artillería de Monteleón también lucía estupenda decoración.
A las diez de la mañana comenzó en la histórica plaza la misa de campaña oficiada por el obispo de Sión. La Familia Real, representaciones militares y del Gobierno en pleno acudieron a la ceremonia, con Alfonso XIII como mayor representante y el más vitoreado.
La Infantería colocó una corona en el arco y envió otra al homenaje que al mismo tiempo se rendía en la Plaza del Rey en honor al teniente Ruiz, donde estuvieron presente Compañías de Artillería e Infantería y la representación gubernamental en la figura del ministro de la Guerra.
En la calle Ruiz también se celebró una misa, colocando en el sitio donde murió Velarde una artesonada arquitectura efímera.
San Francisco el Grande
Finalizado el acto de la plaza, Alfonso XIII y toda la comitiva se dirigieron a San Francisco el Grande, donde se verificó una misa funeral en recuerdo de las víctimas de 1808. Ofició el obispo de Madrid-Alcalá y pronunció la oración fúnebre el Padre Calpena.
La fotografía muestra al monarca a la salida. Va custodiado por alabarderos, cuerpo que le escoltó durante la procesión cívica.
Procesión cívica
Desde San Francisco el Grande partió la comitiva con el rey a la cabeza, flanqueado por ocho alabarderos y seguido por los infantes y todo el aparato del Gobierno.
Las tropas del ejército cubrieron toda la carrera desde San Francisco hasta el monumento del Paseo del Prado, donde se dispuso una tribuna para la Familia Real y personalidades.
El fotógrafo Campúa inmortalizó el momento del paso de Alfonso XIII por la calle Mayor, en el lugar donde se había atentado contra el monarca el 31 de mayo de 1906. Es curiosa la expresión del rey, quien parece no querer mirar hacia el balcón desde donde se había arrojado la bomba que tantas víctimas causó.
Desfilaron oficiales del ejército portando las banderas que figuraron en la guerra de Independencia, coronas conmemorativas de los hechos de armas y preciosas carrozas enviadas por las dos Castillas y Andalucía.
Carroza de Andalucía |
Carroza de Castilla la Vieja |
Carroza de Castilla la Nueva |
A la una menos cuarto las bandas de música anunciaron la llegada de la procesión al monumento. Después de una reverencia a la tribuna regia y finalizado el responso dado por el obispo de Madrid-Alcalá, asistido por el clero de San Jerónimo, Alfonso XIII dio orden de comenzar el desfile.
Sonaron entonces los acordes del pasodoble escrito por Chueca para la ocasión, punto de partida del desfile encabezado por los milicianos.
Poco después, el 20 de junio, fallecía el insigne compositor.
A las tres y media de la tarde regresaba el monarca y su familia al Palacio. Finalizaban así los festejos de ese día, pero se sucedieron otros tantos que narraremos en las fechas correspondientes.
De momento, este ha sido nuestro recuerdo a la celebración y memoria del valiente pueblo madrileño.
¡Feliz Día Madrid!
Bibliografía | ||||||
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor. [1] Soldevilla, Fernando. 1908. El Año Político, p. 158 En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2017) "Recuerdos del Centenario del 2 de mayo. Madrid, 1908", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325 [VER: "Uso del Contenido"] • Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. • En todas las citas se ha conservado la ortografía original. • De las imágenes:Muchas de las fotografías y otras imágenes contenidas en los artículos son de dominio público y correspondientes a los archivos de la Biblioteca Nacional de España, Ministerio de Cultura, Archivos municipales y otras bibliotecas y archivos extranjeros. En varios casos corresponden a los archivos personales del autor-editor de Historia Urbana de Madrid. La inclusión de la leyenda "Archivo HUM", y otros datos, identifican las imágenes como fruto de las investigaciones y recopilaciones realizadas para los contenidos de Historia Urbana de Madrid, salvaguardando así ese trabajo y su difusión en la red. Ha sido necesario incorporar estos datos para evitar el abuso de copia de contenido sin citar las fuentes de origen de consulta. |
© 2017 Eduardo Valero García - HUM 017-001 MAYO 1908
Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
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