jueves, 15 de julio de 2010

Panteón de los Hombres Ilustres. 'Nigra sum, sed formosa'



Nigra sum, sed formosa
Del concurso publicado para la construcción de un Panteón Nacional se aprueba en 1890 el proyecto titulado "Nigra sum, sed formosa" ¹. En nuestro anterior artículo hacíamos referencia al color de la imagen de la Virgen, que inspirará el título del proyecto.

Proyecto de Iglesia y Panteón aprobado por la Reina Regente sobre la ilustración de Fernando Arbós y Tremanti titulada 'Nigra sum, sed formosa'

¹ Nigra sum, sed formosa ('Cantar de los Cantares' - Ct 1,5; 1,6)
1:5 Soy negra, pero hermosa,
hijas de Jerusalén,
como los campamentos de Quedar,
como las carpas de Salmá.
1:6 No se fijen en mi tez morena:
he sido tostada por el sol.
Los hijos de mi madre se irritaron contra mí,
me pusieron a cuidar las viñas,
¡y a mi propia viña no la pude cuidar!".

Su autor es Fernando Arbós y Tremanti, arquitecto conocido en la Villa y Corte por el proyecto del edificio del Monte de Piedad y Caja de Ahorros, realizado conjuntamente con José María Aguilar y Vela.
La imagen inferior muestra un grabado de aquel edificio construido entre 1871 y 1875.



Panteón de los Hombres Ilustres
El carácter de originalidad que se revela en la obra de Fernando Arbós y Tremanti queda magnificado en este proyecto.

Tanto en la iglesia como en el Panteón, el arquitecto ofrece una muestra de su gusto artístico, combinando, con gran acierto y armoniosamente, el neobizantino con el gótico y otros estilos de países orientales.

Destacan el Campanil, de 55 metros de altura, inspirado en el célebre San Marcos de Venecia, en el que se instalaron cuatro relojes de esfera, uno por cada lado del campanil, y el diseño del Panteón, cuyos enterramientos fueron dispuestos en tres galerías con arcadas y dos cúpulas semiesféricas en las esquinas.

Sobre la puerta de entrada se colocó un frontón. En el interior  se proyectó un jardín donde está ubicado el mausoleo conjunto, al que se puede acceder por las puertas centrales ubicadas en cada galería.

Los grandes ventanales, mezcla de románico español y gótico, cumplían una función estética y de salubridad.
Todo el conjunto está rodeado por una verja de hierro, con patio central, rodeada al exterior de jardines.

En 1901 el importe de las obras del Panteón ascendían a 522.000 pesetas, y las del campanil a 317.000; la cerca, verja, e ingreso de sus majestades 248.000 pesetas, y el alcantarillado exterior 50.000. El presupuesto total ascendía a tres millones de pesetas.

La magnitud del proyecto y la falta de recursos económicos hicieron que ese año se paralizaran las obras, cuando prácticamente estaba concluido el Panteón, pero faltando todavía gran parte de las obras de la nueva Basílica.

En 1924, olvidado el proyecto original de Arbós, se comenzará la construcción de la nueva iglesia de los dominicos, cediendo los terrenos el rey Alfonso XIII y encomendando a la comunidad el cuidado del Campanil y del Panteón.
Las obras de la nueva Basílica de Nuestra Señora de Atocha no finalizarán hasta el año 1926.

En la fotografía aérea publicada en 'La Esfera' del 3 de marzo de 1928 se puede apreciar el estado de los terrenos, destacando el Campanil (abajo a la derecha) y los edificios de la Compañía Ferroviaria de la Av. Ciudad de Barcelona.



Nacimiento del Panteón de los Hombres Ilustres
Este recorrido visual nos muestra el nacimiento del proyecto desde sus planos hasta las fotografías tomadas en 1901, cuando el Panteón estaba casi acabado.

El soporte audiovisual ha sido posible gracias a la colaboración del personal y agentes de Patrimonio Nacional

Datos biográficos
Fernando Arbós y Tremanti
Era hijo del pintor y grabador Manuel Arbós, que era corresponsal de la Academia de San Fernando en Roma cuando nace el futuro arquitecto.
Fernando realizará estudios en la Escuela Especial de Bellas Artes de París entre 1862 y 1865. Acabará su formación graduándose en la Escuela de Madrid en 1869.

Además del citado edificio del Monte de Piedad, Arbós rea­lizará, también en Madrid, las sucursales de la calle de Eloy Gonzalo en 1911 y de la ronda de Valencia (Casa Encendida) entre 1880-1913.
Gran experto en arquitectura religiosa, proyectará la Necrópolis del Este (1877-1878) y la iglesia de San Manuel y San Benito (1902-1911).
También estará vinculado al Museo del Prado, en el que realizará varias reformas entre 1893 y 1916, año de su fallecimiento.

Noticias sobre Fernando Arbós y Tremanti
El periódico 'La Correspondencia de España' publica el 11 de junio de 1898 el ingreso de Arbós en la Real Academia de San Fernando.


El 18 de diciembre de 1916 fallece el arquitecto Arbós y Tremanti. Será sustituido en la Academia de San Fernando por el arquitecto Sr. Lampérez, quien ensalzará la persona de su colega en un emotivo discurso que hoy recuperamos:


Noticia sobre el fallecimiento de Arbós y Tremanti en la revista 'La Lectura Dominical' del 23 de diciembre de 1916.





Bibliografía

Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.

En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2015) "Madrid y Galdós. Discurso y la novela en el tranvía", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/

• Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.
• En todas las citas se ha conservado la ortografía original.

© 2010-2015 Eduardo Valero García - HUM 015-003 PANTEON
ISSN 2444-1325

3 comentarios:

  1. Acabo de descubrir este blog y quiero transmitirles mis felicitaciones por sus contenidos y enfoque. Artículos como el dedicado a La Parisiana o el Panteón de Hombres Ilustres son un alarde de documentación. Saludos cordiales, Jesús

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  2. Jesús, muchas gracias por la felicitación.
    Nos alegra y nos motiva recibir tu comentario.
    Esto es sólo el comienzo, nuestra idea es ir aportando mucha más información para conocimiento de tod@s l@s madrileñ@s.
    Un cordial saludo

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  3. Habría que intentar conseguir el derribo del Colegio, infame pegote que destruye aún más -si cabe- el proyecto original. No iría mal, de paso, acabar el proyecto de Arbós, al precio de derribar la iglesia de 1926. Queda mucho por hacer (y por deshacer) en nuestro querido Madrid. Los años setenta y sesenta fueron como una plaga.

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