domingo, 29 de julio de 2018

La imperceptible Sastrería Alberto Ranz de la calle del Arenal

En la calle del Arenal, entre el otrora majestuoso palacio de Gaviria y el emblemático teatro Eslava, encontramos la fachada del número 11. En ella, tres carteles ovalados de intenso color marrón esconden palabras ya casi imperceptibles. Son los vestigios de la regia sastrería que allí hubo, especializada en uniformes militares y proveedora de la Casa Real.
Esta es la historia de la sastrería, sus propietarios y comercios vecinos.



Rosalía empezó a dar palmadas, como si estuviera en un teatro, y su alborozo era tan grande que no acertaba a expresar su júbilo de otra manera. Más tarde, camino de su humilde morada, soñaba despierta por las calles. «Es nuestro, pensaba, es nuestro...». Y después de recebar su imaginación en las hermosuras de aquella casa de la calle del Arenal, vivienda de ricacho soltero, veía montones de rasos, terciopelos, sedas, encajes, pieles, joyas sin fin, colores y gracias mil, los sombreros más elegantes, las últimas novedades de París, todo muy bien lucido en teatros, paseos, tertulias. Y esta grandiosa visión, estimulando dormidos apetitos de lujo, acreciéndolos luego hasta desligarlos de todo freno, le mareaba el cerebro y hacía de ella otra mujer, la misma señora de Bringas retocada y adulterada, si bien consolándose de su falsificación con las ardientes embriagueces del triunfo.
Benito Pérez Galdós. Tormento. Cap. XXXV (En el original)


Calle del Arenal
Calle muy antigua de la villa y corte que recuerda al terreno arenoso que allí hubo, arteria de una barriada a extramuros del reconquistado Madrid. De recorrido corto, pues va desde la Puerta del Sol hasta la plaza de Isabel II (Ópera), se convertirá en calle importante y aristocrática; con nobles palacios; hoteles internacionales; comercios de categoría, además del famoso teatro de los Caños del Peral -después Real o de la Ópera- y el ya citado Eslava.

También arteria regia, pues por ella pasaban los reyes en sus salidas del palacio rumbo al centro de la urbe y a su regreso; como Amadeo I de Saboya, contra quien atentaron la noche del 18 de julio de 1872 cuando volvía de El Retiro.

De tanto tráfico de carruajes y después tanto automóvil conviviendo malamente con los transeúntes, en los primeros años del siglo XXI (2006-2008) se optó por peatonalizarla. Así la disfrutamos hoy, muy a pesar del tráfico que la atraviesa por las calles perpendiculares.



Mediando el siglo XIX se instalará en esta calle un comercio de peso hoy olvidado. Es mi intención que, cuando pasees por Arenal, te detengas un momento frente al número 11 y recuerdes la historia que voy a contar.


La Sastrería de Gabino Ranz
En 1841 se fundará la sastrería de Gabino Ranz y López en la calle Mayor, 37. Conocida entonces como «comercio de La Amistad», centraba su actividad en la confección de prendas para caballeros con género nacional y extranjero.

El reputado maestro sastre había conseguido fama vistiendo al rey consorte D. Francisco de Asís de Borbón, esposo de Isabel II; también a los infantes D. Enrique de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, y Francisco de Borbón y Borbón-Parma.

En esta conocida fotografía de Francisco de Asís, realizada por M. Hebert, quizá estemos viendo uno de los trabajos del sastre.



NOTA:
En 1850 existía otro comercio con la denominación de La Amistad
en la calle de Hortaleza, número 18, donde se vendían telas, lanas,
prendas de vestir, calcetas, medias y otros géneros.
En aquel año la tienda se traspasaba.


Gabino, unas tijeras y un juicio
No todo es color de rosa en esta historia y la que voy a contar tiene miga. En abril de 1848 el tal Gabino había clavado unas tijeras a un joven dependiente llamado Román Pinillos; las heridas causadas provocaron la muerte de este y la apertura de una causa contra el sastre.

La vista se celebró el 19 de diciembre, pasados ya muchos meses y a puerta cerrada, lo que provocó gran enfado en el pueblo madrileño, que era conocedor del carácter violento de Ranz.

Fue este juicio uno de los más sonados de aquel año y el más ruidoso por la sentencia: «tres años de prisión redimibles con cuatro mil novecientos reales, y el pago de costas». [1]

El 24 de diciembre Gabino Ranz era puesto en libertad por resolverse que el sastre había actuado en defensa propia. Furioso estaba el pueblo, aunque al madrileño de hoy no le sorprenda si tenemos en cuenta las poderosas amistades del sastre y las personalidades a las que vestía.


Cambios de domicilio
En 1860 Gabino decidirá cambiar su domicilio y comercio de la calle Mayor al número 1, principal, de la plazuela de Celenque. Allí continuará confeccionando trajes y uniformes para las citadas majestades y otros miembros de la nobleza.

En 1862, por derribo de esa casa, se mudará a la calle de Arenal, número 11, principal derecha (Antiguo 19), donde tendrá por vecino al acaudalado marqués de Gaviria. Más tarde, en 1871, su otro vecino será el teatro de Bonifacio Eslava (Salón Eslava), pariente del famoso músico, y el café de Granada, instalado en la planta baja del coliseo. Recordemos que en aquellos tiempos el teatro tenía sus puertas sobre el pasadizo de San Ginés.

Año 1868

En 1864 el local de la calle Mayor, 37, que había sido de Gabino Ranz, continuaba funcionando con la misma actividad comercial, pero bajo la razón social de Sastrería de Ortega.


La saga Ranz
Gabino Ranz y López estaba casado con Francisca Javiera de la Rubia. El matrimonio tenía tres hijos, Enrique, Amparo y Amalia.
Al parecer, según las coincidencias en la búsqueda de información, la familia pudo ser originaria de Valdecilla (Cantabria); muestra de ello es que su hijo Enrique, médico, fue director del Balneario de Solares.
El 18 de enero 1881 fallecía Francisca Javiera de la Rubia de Ranz; meses más tarde, el 23 de octubre, fallecerá Gabino.



Su primogénito, Enrique Ranz de la Rubia, había nacido hacia 1854 y estaba casado con Carmen Lorenz y Seco. El matrimonio tenía tres hijos vivos: Enrique, Amalio y Consuelo; un cuarto, llamado Mariano, había fallecido en 1882 a muy temprana edad.
El 17 de enero de 1902, a la edad de 48 años, el doctor Enrique fallecía en Santander.

De sus hermanas Amparo y Amelia no existe información, lo que hace suponer una actividad propia de las mujeres casadas de la época pero sin contacto con la alta burguesía, ya que no aparecen en las páginas de sociedad como asistentes a los típicos saraos.

NOTA:
He recibido información de un descendiente de Amparo Ranz de la Rubia.
Don Juan Molleda de Montes, tataranieto de Amparo, escribe desde Torrelavega (Cantabria) para ofrecernos los siguientes datos que cito textualmente:
«Efectivamente, como usted indica, no se casó con un miembro de la gran burguesía madrileña, si no con el delegado de Hacienda de la provincia de Toledo: Augusto de Montes Boan (de Montenegro)»
[Comentario publicado a pie de este artículo el 13 de septiembre de 2018]

Los descendientes de Gabino no se vincularán con la sastrería, por lo que esta podía haber desaparecido; sin embargo, otro Ranz se hará cargo y le otorgará larga vida y fama reconocida.


El otro Ranz
Si no fuese por su vinculación con la sastrería y el domicilio de la calle del Arenal, podríamos decir que no tiene relación directa con la saga Ranz. Pero este nuevo sastre, llamado Alberto Ranz Beltrán, será continuador del negocio de Gabino y hombre de gran reconocimiento en la industria madrileña.
Estaba casado con Leonor Beltrán Guillén, posible prima de este. Tenían seis hijos: Alberto, Ángela, Concepción, César, Leonor y María Luisa.

Alberto figura en el negocio como sucesor de Gabino Ranz, mas no se ha encontrado la relación con este a pesar de una noticia de 1952 que habla de un descendiente de Alberto Ranz Beltrán como nieto de Gabino. Es plausible suponer que se trate de un sobrino, ya que Alberto había nacido en 1863 y pudo hacerse cargo de la sastrería a la muerte Gabino, acontecida en 1881. En ese momento el negocio pasará a denominarse Sastrería de la Real Casa y Patrimonio - Alberto Ranz.

En una fotografía publicada en el ABC de 5 de junio de 1945, un grupo de aristócratas, hombres de la Banca y las finanzas, se reunían el 3 de ese mes para celebrar el centenario de su fundación. Estaríamos hablando entonces de 1845, posiblemente el año cuando la razón social cambie de La Amistad a Sastrería de Gabino Ranz. Sin embargo, parece que aquellos ínclitos señores cometían un error, pues en todos los documentos conocidos aparece como «Casa fundada en 1841».



La boda Real y la fachada de Arenal, 11
Para aquella trágica boda, de la que dimos detalles en el artículo 110 Aniversario de una boda trágica. Madrid, 1906, la calle Arenal se había engalanado como todas las demás. En La Correspondencia de España de ese jueves 31 de mayo de 1906 se hacía referencia a la fachada de la sastrería y también a la del comercio de Carlos Prats. Decían de la primera:
«Presenta hermoso golpe de vista el piso principal de la casa núm. 11 de la calle del Arenal, que ocupa D. Alberto Ranz, llamando poderosamente la atención la corona real que se ostenta en la parte superior del decorado y los escudos de las dos naciones.
La instalación es digna de todo elogio.
En la parte inferior del decorado se lee: “31 de mayo de 1906.”»

© 2016 MARICRUZ ACEREDA SAMPEDRO
COLECCIÓN ACEREDA SAMPEDRO
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© 2016 HISTORIA URBANA DE MADRID ISSN 2444-1325


Alberto Ranz - Sastrería de la Real Casa y Patrimonio
Si Gabino Ranz había vestido al marido de Isabel II, Alberto Ranz vestirá a su hijo, Alfonso XII, y más tarde a su nieto Alfonsito, el decimotercero, del que hará sus uniformes desde el primero de Infantería hasta el de general del Ejército.



Alfonso XIII le encargará la confección de los uniformes de todos los soberanos europeos que eran jefes honorarios del Ejército español, además del uniforme de soldado del regimiento del Rey para el príncipe de Asturias (Alfonso de Borbón) y el de Artillería para el infante Jaime. También confeccionará los del cuerpo diplomático y los cocheros y empleados del Senado y Casino.

Doña María Zozaya escribirá en su libro Identidades en juego [2] al referirse al uniforme de estos:
Así, vinieron a encargarlos siguiendo los criterios del ornato y la distinción, por lo cual es lógico que a finales del siglo encomendasen confeccionar los trajes de todos los empleados a Alberto Ranz, sastre de la Real Casa y también proveedor del Senado. Fabricó los géneros ex profeso; los destinados a los dependientes eran de color azul y de color gris los de los mozos; además, los adornó con botones dorados traídos de París. […] El contrato del servicio de carruajes también cuidaba de tales aspectos. A la altura de 1900, las libreas, levitas y sombreros para los cocheros se las venían haciendo los «sastres de la Real Casa y Patrimonio» (se refiere a la misma sastrería de A. Ranz). En ese mismo año regulaban para el contratista que tenían que ser nuevas «las libreas, los sombreros de seda y de agua, impermeables, guarniciones, guantes, fustas, mantas de pies e iniciales que han de llevar estas […]».
Con este amplio repertorio se convertirá en sastre de Cámara de S. M. y ostentará el título de caballero de la Orden de Isabel la Católica, además de ser diputado provincial por Madrid; tesorero de la Cámara Oficial de Industria; vocal del Consejo Superior de Fomento; presidente de la Cooperativa de Sastres La Unión S.A., entre otros cargos de peso.

D. Alberto Ranz Beltrán fallecerá el 9 de enero de 1928, víctima de una pulmonía.




Los continuadores
Alberto Ranz Beltrán
Otro Alberto Ranz Beltrán, hijo del que llevaba mismo nombre y apellidos, será el continuador del negocio bajo la razón social Hijo de Alberto Ranz. También ocupará algún puesto de relevancia y será miembro del Círculo de la Unión Mercantil e Industrial, además de maestro mayor de sastres.
No se le conoce descendencia, por lo que a su fallecimiento, acontecido el 12 de diciembre de 1939, su hermano César continuará al frente de la sastrería.

César Ranz Beltrán
Francisco Macías Serrano y Miguel Ángel Milián Aragones, en el artículo Muestrario de botones de librea de Lucas Saenz [3] hacen referencia a las marcas de los botones utilizados por los sastres. En el caso de la sastrería Ranz mencionan la marca de César Ranz como propietario al menos desde 1942 hasta su fallecimiento.

César estaba casado con doña Julia Martín Hernández, hija del exdiputado y comerciante don Bernardo Martín González. La relación de los Ranz con los González la veremos más adelante al referirnos a los Almacenes San Ginés.
Del matrimonio Ranz Martín nacerán cuatro hijos: Julia, Alberto, Ángela y César.

Como hemos visto, todos los Ranz desempeñarán cargos importantes y estarán vinculados a las más altas esferas del gremio de sastres. No lo será menos este último de la saga, abogado y maestro mayor del gremio de sastres de Madrid; vocal de la Cámara Oficial de Industria de la provincia; secretario del Consejo de Administración de la Unión de Sastres de España S.A.; consejero de la Compañía de seguros Hermes; presidente de honor de La Confianza, sociedad de sastres de Madrid, Barcelona y Vizcaya; tesorero de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen de la parroquia de San Ginés; vocal de la Pontificia Hermandad del Refugio, además de poseedor de varias condecoraciones, entre ellas la Medalla de Plata del Trabajo.

En el número extraordinario de ABC del 23 de noviembre de 1952 (noticia que he citado al hablar del otro Ranz), podemos apreciar el momento en que es condecirado con la Medalla al Mérito del Trabajo.


Por Orden del 8 de mayo de 1952 el Ministerio del Trabajo otorgaba esta medalla "de segunda clase" a solicitud de la Sociedad de sastres de España La Confianza y otras corporaciones. Se publicaba en el BOE Nº 135, página 2190, del 14 de mayo de 1952, bajo el siguiente razonamiento:
Resultando que la Sociedad de sastres de España «La Confianza», a la que se unieron otras entidades y Corporaciones, solicitó de este Ministerio la concesión de la referida recompensa a favor del señor Ranz, por los méritos que estiman tiene contraídos en treinta y cinco años consecutivos, no sólo de una acreditada labor profesional, sino también de un permanente esfuerzo dirigido a conseguir el mejoramiento de las condiciones de trabajo y las instituciones de la previsión de los trabajadores encuadrados en el gremio o ramo de la sastrería.
César Ranz Beltrán fallecerá el 14 de enero de 1956.

NOTA:
Del citado Bernardo Martín González indico que existen más conexiones.
Había sido diputado provincial; teniente de alcalde; delegado fundador
de la Banda municipal de Madrid; presidente de la Cámara Oficial
de Comercio de Madrid y caballero de la Orden de Isabel la Católica,
entre otros cargos.


El fiel cortador
El domingo 8 de marzo de 1931 se celebrará un conmovedor evento en los talleres de la sastrería; se imponía la medalla del Trabajo a D. Francisco Diosdado García, decano de los cortadores de la famosa sastrería. Francisco, de 75 años, cumplía 56 de servicio ininterrumpidos desde 1875; esto quiere decir que había trabajado con Gabino, después con el primero y segundo Alberto, y lo continuaba haciendo con César.


Un sastre de la Corona trabajando para la República
Entiendo que no hace falta explicar la relación de la República con la Monarquía, pero sí he de destacar que los proveedores de aquella continuaron trabajando para el nuevo Gobierno. Entre muchos comercios e industrias, la sastrería.

César Ranz atenderá la solicitud de la Comisión del Gobierno interino del Congreso de los diputados por la que se sustituían «los atributos de la Monarquía por los de la República en determinados locales del edificio».

En mayo de 1931 se aceptarán los siguientes presupuestos, recogidos en el Legajo 98 – Nº 28 de los archivos del Congreso de los diputados.




Edgar Neville y la sastrería
El 13 de diciembre de 1948 se estrenará en el cine Callao de Madrid El marqués de Salamanca, película dirigida por Edgar Neville y producida por la Comisión Oficial del Centenario del Ferrocarril en España. En la confección del vestuario intervendrán las empresas Encarnación y Marbel. Los uniformes militares serán realizados por la sastrería de Alberto Ranz, liderada entonces por César Ranz Beltrán.




Tres reposteros para la Diputación de Plasencia
No solo Madrid disfrutaba de la calidad ofrecida por esta sastrería. En 1963 la Diputación de Plasencia le encargaba tres reposteros para los balcones del palacio que serían utilizados en los días conmemorativos de fiestas nacionales. El valor total de los reposteros fue de 17.850 pesetas.


La sastrería y el centenario del nacimiento del maestro Villa
En octubre de 1971 se celebró el centenario del nacimiento del maestro Ricardo Villa (23 de octubre de 1871), primer director y fundador de la Banda Municipal de Madrid.

El domingo 17 de octubre, en el parque de El Retiro, la Banda ofreció un concierto de homenaje en el que sonaron únicamente obras de Villa.

La confección de los uniformes fue encargada a la sastrería y el precio de cada uno de ellos fue de 160 pesetas. Comprendía la clásica levita bordada, el pantalón y la gorra, además de los accesorios de gala, que eran una bandolera de cuero con tira blanca charolada y una cartera del mismo material.

La siguiente fotografía, tomada en el frontón Jai Alai, nos muestra la plantilla de la Banda Municipal en 1928. Corresponde al archivo de Memoriademadrid, donde se indica que es copia retocada de la original que se conserva en la sede de la Banda.




Algunos detalles urbanísticos
La evolución histórica del callejero nos indica que el portal número 11 de la calle del Arenal fue dado de alta el 1 de enero de 1874, si bien la edificación ya es visible en la hoja kilométrica de 1860 y coincidente con el plano parcelario de 1875 de Carlos Ibáñez de Ibero. Esto indica que la casa que nos ocupa tuvo que ser construida hacia 1860 y no en 1900, año que indica el informe catastral, quizá coincidente con remodelaciones de finales del siglo XIX.

Tengamos en cuenta que la sastrería estaba ubicada en el principal, derecha, por lo que en el bajo y plantas superiores existían otros negocios, profesionales y viviendas. También en el pasadizo de San Ginés, que eran vecinos de la misma manzana.





Catastro
En la actualidad, los números 1 y 3 del pasadizo de San Ginés están integrados al número 11 de la calle del Arenal. Sólo se mantiene el número 5 del edificio anejo. Catastro data su construcción hacia 1880, lo que vuelve a crear el dilema sobre si se trata de reformas de la finca o nueva construcción.
Las citadas numeraciones del pasadizo de San Ginés aparecen también dadas de alta en el callejero el 1 de enero de 1874.

Arenal, número 11
En la planta baja figuran dos puertas de locales (Puerta 2-A e IZQUIERDA), siendo el de la izquierda el designado como comercio de espectáculos (Discoteca Joy-Eslava). Se identifica otra puerta, la 2-B, registrada como vivienda; posiblemente interior.
En la planta primera, donde estuvo la sastrería, hoy existen oficinas que ocupan las dos puertas denominadas antiguamente derecha e izquierda del principal.
En la segunda planta hay seis viviendas de superficie inferior a 100 m² y en la planta tercera otras dos cuya superficie supera los 150 y 200 m².
La cuarta planta se divide en cuatro viviendas cuyas superficies no superan los 80 m².





Pasadizo de San Ginés, número 5
En la planta baja existen dos puertas (Derecha e izquierda). En la derecha, una vivienda y el local destinado a chocolatería; esta última además dispone de un sótano. Lo mismo que en la puerta de la izquierda, donde se encuentra el otro local de la chocolatería.
En la planta segunda se ubica un local destinado a enseñanza que ocupa unos 300 m² y en la tercera cuatro viviendas cuyas superficies oscilan entre los 69 y 76 m², además de una oficina.
En la cuarta planta existe una vivienda de más de 200 m² y la quinta la ocupan tres viviendas de más de 30 m² y menos de 90.





Comercios vecinos
Vista la configuración actual del edificio en cada una de sus plantas y sus divisiones, sean estas de uso residencial o comercial, debemos agudizar nuestra imaginación para intentar ubicar los comercios y viviendas antiguas. El edificio, acusado por las reformas del teatro y posteriores del inmueble en su totalidad, ha mutado lo suficiente como para despistarnos. Aun así, intentaré orientaros de forma gráfica.

De los comercios que hubo en Arenal, 11 y el pasadizo de San Ginés, cito aquellos que figuran en la prensa de diferentes épocas.

Advierto que hay que coger con pinzas estos domicilios, pues, si bien algunos ponen como referencia de ubicación el de Arenal, número 11, se situaban en el pasadizo y con numeraciones que pudieron ser cambiantes.

Pastelería y repostería La Nueva Suiza
En 1888 se inaugura la confitería y pastelería La Nueva Suiza. Al parecer fue de corta vida, pues en 1892 se publica el último anuncio de este comercio.

Año 1880

Año 1882

Año 1890



Almacenes de San Ginés
Una publicidad de 1904 nos dice que, en Arenal, número 11, estuvieron los Almacenes de San Ginés, de D. Eduardo González & Cía., donde se vendían los populares trajes interiores de punto higiénico «Medical» (camisetas de lana). Este negocio también tenía entrada por el Pasadizo de San Ginés, 1, aneja a la del teatro Eslava. Más tarde, en 1926, lo regentará Teodoro G. González.



Hacia 1864, en el número 3 del pasadizo, había una fábrica de lencería que quizá fuera predecesora de los almacenes.





En 1886 unas Sederías, ubicadas en el número 5 principal, anunciaba descuentos en su género por trasladarse a otro local. Posiblemente estemos hablando de la fábrica de lencería.

La vinculación comercial de los González con la sastrería queda patente en la siguiente fotografía de ABC, tomada en el taller del principal de la calle Arenal en abril o mayo de 1913; en ella aparece un grupo de obreras confeccionando la bandera del acorazado España, bajo la supervisión, doña Carmen González (1) y el sastre Alberto Ranz (2).




El prestamista y el picapleitos
En el segundo piso del número 5 del pasadizo había un prestamista de partidas pequeñas para clases pasivas e inamovibles activos. Era una sucursal de La Nacional-Empresa, cuyo director se llamaba Vicente de Soto y Calvet.

Año 1887

En 1885 existía en el mismo domicilio una agencia de reclamaciones que pleiteaba contra los Ferrocarriles. Se llamaba El Auxiliar Mercantil.




Librería Hernando
En 1868 aparecen los primeros anuncios de la Librería y Casa Editorial Hernando, ubicada en el número 11. Es la de Gregorio Hernando, sucesor del fundador, don Virgilio Hernando.
A finales del siglo XIX se identificará como Librería de la Viuda de Hernando y Compañía; más adelante, al menos desde 1904, será denominada «Sucesores de Hernando», también conocida como Librería de Perlado, Páez & Cía.




Hacia 1905 la Casa Editorial comenzará a publicar la obra completa de Benito Pérez Galdós. La producción se continuará hasta la segunda mitad del siglo XX, abalada por la hija del autor como propietaria de los derechos bajo el característico sello en cada ejemplar.



 Otro sello, rubricado, aparecía en las ediciones de Gregorio Hernando al fallecimiento de este.



En este anuncio de 1928 los Episodios Nacionales se podían comprar a plazos. Ya había utilizado este método otra editorial, y Hernando también, por el importe de 10 pesetas mensuales. Esta financiación se gestionaba a través de las oficinas Crédito Editorial Hernando, que estaba en la calle Pelayo, número 44.



En 1957 participará en el concurso de escaparates convocado entre los libreros de Madrid con motivo del Día de la obra de protección de menores, que se celebraría el 16 de diciembre. El jurado del Consejo Superior de Protección de Menores otorgará el premio de 5000 pesetas a la emblemática editorial.

En 1978, para celebrar el 150 aniversario de la editorial se publicará Fortunata y Jacinta en edición conmemorativa numerada (1828-1978).

En 1985 la familia Perlado, heredera de Hernando, finaliza su actividad y la librería desaparece. Quedan en el recuerdo los entrañables recortables de Hernando.

Casas de huéspedes y Notaría
En 1867 se anunciaba una Nueva Casa de Huéspedes en la segunda planta, derecha, que ofrecía habitaciones desde 4 a 30 reales, con asistencia o sin ella. Más adelante, en 1899, se anuncia otra casa de huéspedes o Casa de viajeros en el lado izquierdo de la misma planta. En 1901, aneja a esta, se encontraba la Notaría de D. Emilio Codecido.

El dentista, su licor y el opio
El opio tuvo protagonismo en esta calle del Arenal. En 1871 el hijo de un tal Triviño preparaba, bajo la supervisión de su padre, elixires y opiatas que aseguraban la limpieza de la boca y curación de las encías, además de lograr unos dientes y labios hermosos. Este elixir, llamado Licor dentífrico de Triviño se vendía en su consulta y en dos o tres farmacias madrileñas.

Cayetano Triviño (padre) se había trasladado de la calle de Alcalá a la del Arenal en 1869. Era famoso por extraer muelas sin dolor y «poner dientes y dentaduras sin muelles ni resortes», además de ser el director de la Revista Odontálgica.

Academias
En los años 20 del siglo XX existió una academia para oposiciones. Según el siguiente anuncio, estaba situada en el número 3 del pasadizo de San Ginés, aclarando que ocupaba «todo el edificio». En 1932 figura con domicilio en los números 3 y 5.


La siguiente fotografía, del año 1923, nos muestra el pasadizo con la puerta de acceso al edificio y los carteles que identificaban a la Academia para oposiciones de Correos y Telégrafos



En ese número 5 se instalará en 1959 la Academia CIMA. Es curioso el siguiente anuncio de 1960 donde podemos leer «SEPARACIÓN DE SEXOS».



Salón Eslava (después teatro) y café de Granada
El teatro merece un capítulo aparte por su importancia y dilatada historia. Solo figura aquí por su cercanía con la sastrería y para ubicarlo en sus orígenes.

Había sido concebido como «depósito y montura o conclusión de pianos y calcografía musical», tal como indica el plano que veremos, donde se pueden apreciar las entradas por el pasadizo de San Ginés, número 3, con una comparativa de imágenes actuales y antiguas.



El Salón Eslava abrirá sus puertas la noche del 30 de septiembre de 1871. El día 5 de octubre El Cascabel anunciaba así la inauguración:



En la planta baja se encontraba «el café que le sirve de entrada», según reza en el anuncio; era el Gran Café de Granada.

Cuenta Francisca Iñiguez Barrena en su libro La parodia teatral en España (1868-1914) [4] que en 1881 desaparece este café, momento en que el teatro adquiere la planta baja, realiza obras de mejora cambiando el escenario de lugar e instalando un nuevo café atendido por camareras, una novedad en aquel Madrid.

En el número 1 del pasadizo estuvo el Almacén de género de punto de Rufo Martínez, que hacía esquina con la calle del Arenal. Estará lindando con la pastelería La Nueva Suiza y seguramente, más tarde, ocupando el local que queda libre sobre Arenal

Año 1891

Una disposición de la Dirección general de Seguridad de 1913 ordenaba que el acceso al teatro se realizara por la calle del Arenal y la salida por el pasadizo de San Ginés. En la década de los cuarenta del siglo XX una orden gubernamental clausurará el teatro por no haber cumplido con aquella disposición que obligaba a disponer entrada por una calle principal.

Muchos éxitos y fracasos marcarán las temporadas del Salón, después Teatro, con cierres esporádicos y varias reformas. También algunos sucesos trágicos, entre ellos uno que derivará en la historia del fantasma de un dramaturgo que por allí pulula. ¡Cuántos fantasmas hay en Madrid! ¡Algunos ni están muertos!.

El 17 de abril de 1936 se subastará. Bonifacio Sanmartín Chichot Eslava reclamará el pago de cuatro hipotecas por valor de 40000 pesetas a la viuda de don Vicente Pío Lozano García.
En los autos del Juzgado de primera instancia Número 15 puede leerse:
«Pleno dominio de una sexta parte proindiviso, o sea una participación de sesenta mil pesetas en el mayor valor de trescientas sesenta mil, dado a la totalidad de la siguiente finca, en la que se comprenden todo el mobiliario, pinturas, decorados, aparatos de calefacción, utensilios e instalación de alumbrado, telones de embocadura y metálicos, telares, decoraciones de todas clases, atrezo, vestuarios y todos los demás útiles y accesorios del teatro:
Una finca urbana llamada teatro Eslava, sita en esta capital y su calle del Pasadizo de San Ginés, señalada con el número 3 de la manzana 387, con las lindes que se indican (…)».
Como he comentado, la ordenanza que obligó en la década de los cuarenta al cierre del teatro podría haber propiciado su desaparición. Se compró entonces la finca del número 5 del pasadizo, pero tampoco se consiguieron los permisos de apertura.

Será en 1955 cuando el grupo de personalidades compuesto por el arquitecto Mariano Garriguez Díaz Cañabate; Gonzalo Figueroa, duque de la Torre y Luis Escobar, VII marqués de las Marismas del Guadalquivir, arrienden la tienda de Arenal que hace esquina con el pasadizo de San Ginés. En el contrato se establecerá una clausula por la que el local podía incluso dar entrada al teatro.

Para abreviar, los altruistas señores compran el teatro y acometen las reformas necesarias. Ya con la entrada que hoy conocemos sobre la calle del Arenal, después de permanecer cerrado casi tres lustros, en la primavera de 1957 el teatro se inaugura con la representación de La Celestina. Luis Escobar venderá el mítico coliseo al empresario Pedro Trapote, quien en 1981 lo inaugurará como discoteca Joy-Eslava.

Es lamentable pensar que un día este mítico lugar de espectáculos pueda desaparecer; esperemos que no. Pero visto los cambios radicales que han sufrido muchos de nuestros comercios y edificios, el siguiente enlace presagia lo peor: http://tcgi.es/proyectos/arenal-11-superficie-comercial/

Dejo para otro trabajo las referencias a la Fonda de Lázaro, donde por 2,50 pesetas el cubierto se daban platos abundantes y bien servidos; la Lechería de la viuda de Calleja; la Sociedad Tipográfica de Hortelano & Cía., de dilatada trayectoria, y algún otro vecino, todos ellos del pasadizo de San Ginés.

Continuamos con la sastrería... tomando café en Eslava.


Botones y un catálogo
Del citado artículo Muestrario de botones de librea de Lucas Saenz, de Macías Serrano y Milián Aragones, extraigo algunos modelos de botones con la marca de la sastrería.
Los autores basan su investigación a partir de un muestrario de botones tipo nobiliario de la casa de botones Lucas Saenz en el que se apunta el título y apellido de su destinatario.

Mencionan la fábrica de botones de Alberto Ranz, la que al parecer también fabricaba hebillas y cuanto elemento metálico interviene en un uniforme o traje. Es posible que la confección de estos elementos se realizase por encargo a la fábrica francesa identificada como A.M.& CIE PARIS, puesto que no se conoce la industria Ranz con otra actividad que no fuese la de sastrería.

A lo largo del tiempo, en la parte posterior de los botones aparecerán las siguientes marcas: A.RANZ ARENAL 11 MADRID; A. RANZ ARENAL 11 28 MADRID RG; (R.C.) RANZ ARENAL 11 MADRID; A. RANZ ARENAL 11 MADRID A.M.& CIE PARIS; ALBERTO RANZ MADRID A.M. & CIE.

También se identificarán algunos de la época en que César Ranz dirija la sastrería; estos llevaban la marca CESAR RANZ SASTRERÍA DE ALBERTO RANZ (1942) y la de HIJO DE ALBERTO RANZ (1945)

En el portal de coleccionismo todocoleccion.net podemos encontrar varios modelos de botones y uniformes de la sastrería. Por su parte, el Museo del Traje conserva material digno de ver por la calidad de manufacturación.

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MUSEO DEL TRAJE


En cuanto al catálogo, correspondiente a mi colección particular, podemos apreciar modelos de trajes y uniformes civiles y militares. Destaca el uniforme de heraldo o clarinero; imagen identificativa de la razón social en la portada del pequeño catálogo.









Junto con los botones, uniforme y carteles de la fachada, conforman los pocos elementos que recuerdan a tan regia y postinera sastrería.



Algunas historias
Comienza el olvido de todos estos negocios que he citado. Poco a poco la historia de la sastrería se borrará sin remedio hasta ahora, que la recupero.

En 1986 se pone a la venta la planta principal que había ocupado la sastrería. Según la información que se daba en el propio edificio, la superficie de esa planta era de 500 m² y se vendía como local comercial. También estaban a la venta un local de 160 m² en planta de calle y pisos de uno y dos dormitorios, con aire acondicionado.

La madrugada del viernes 18 de diciembre de 1998 arderá la última planta del edificio, afectando la seguridad de Joy Eslava. El humo, que entraba desde las plantas superiores por los conductos del aire acondicionado, obligó a desalojar la discoteca. Si bien no hubo que lamentar desgracias personales, el pánico se apoderó de los clientes. Recordemos que aún continuaba en la memoria la tragedia de la discoteca Alcalá, 20; de la que se cumplían 15 años.


Los carteles de la fachada
Hoy encontramos una única referencia que demuestre la existencia de la sastrería; son esos carteles ovalados que cito al inicio del artículo, de color marrón intenso, ubicados en la fachada.
Cada uno de ellos esconde una palabra casi imperceptible que despertó mi curiosidad, de la que se deriva la realización del presente trabajo.

Los rótulos, ocultos debajo de capas y capas de pintura, anuncian: LIBREAS, UNIFORMES y NOVEDADES. Podemos verlos con más nitidez en la representación gráfica que os ofrezco.

Teniendo en cuenta que los carteles se sitúan a +/- 4 m de altura, las fotografías están inevitablemente en perspectiva. A esto sumo la superficie, que es convexa, originando la imposibilidad de colocar la tipografía de forma adecuada.

La siguiente fotografía corresponde al primer cartel, en el que puede apreciarse -no sin un poco de imaginación-, la palabra "LIBREAS". Los otrs dos carteles ofrecen similar definición.

En cuanto al material de los carteles, por el color pueden asemejar madera, mas es posible que se trate de óvalos de escayola con ornamentos.








Como es propio, existiendo tantas placas y lápidas a lo largo de la calle, deberíamos sumar otra en la fachada del número 11 por la importancia de la olvidada sastrería; porque si regia es la presencia del ratoncito Pérez del padre Coloma, no lo es menos este comercio que vistió a tres generaciones de reyes. Tampoco debemos olvidar que allí estuvo la librería o casa editorial Hernando, de gran importancia histórica entre las editoriales más representativas de Madrid.


Fin de esta historia
Algunas historias quedan inconclusas por la ausencia de datos, como ocurre con la sastrería de los Ranz. El camino que ha seguido esta investigación desde Gabino hasta César, incluyendo la cantidad de datos aportados sobre su historia y la de otros comercios vecinos, queda truncado en la década de los setenta del siglo XX.

La última referencia aparece en la etiqueta de un traje de gala, confeccionado hacia 1978, donde se aprecia la leyenda Sastrería Alberto Ranz y el nombre de un cortador, con domicilio en la calle Mayor, número 4.

Quizá tú, lector, puedas aportar algún dato que sirva para conocer el momento exacto de su desaparición o continuidad de la sastrería.

Dicho esto, finaliza aquí mi trabajo. Investigación que lleva como único fin el de recuperar historias urbanas de nuestra ciudad, sumando en este caso la sastrería a las tantas que cuento y de las que espero sean de provecho para los entusiastas de Madrid y su historia.



Citas y Bibliografía
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.

[1] El Espectador. Periódico progresista. Crónica de la Capital (Edición Madrid) Cuarta época. Año VIII, núm. 82, 24 de diciembre de 1848.

[2] Zozaya, María (2015) Identidades en juego. Formas de representación social del poder de la elite en un espacio de sociabilidad masculina, 1836-1936. Madrid. Siglo XXI de España Editores S.A. ISBN: 978-84-323-1792-7

[3] Macías Serrano, F. y Milián Aragones, M. A. (2014) Muestrario de botones de librea de Lucas Saenz. Revista OMNI nº 8, pp., 275-287. Editorial OMNI ISSN 2104-8363. [Disponible en www.wikimoneda.com/omni/es/]

[4] Iñiguez Barrena, Francisca (1999) La parodia teatral en España (1868-1914). Sevilla. Servicio de publicaciones de la Universidad de Sevilla. ISBN 9788447205202


En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2018) "La imperceptible Sastrería Alberto Ranz de la calle del Arenal", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325

[VER: "Uso del Contenido"]

Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.
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© 2018 Eduardo Valero García - HUM 018-003 SASTRERÍA RANZ
Historia Urbana de Madrid
ISSN 2444-1325





4 comentarios:

  1. Yo Cristóbal Zamora Rodríguez trabaje como botones en la sastrería siendo la dueña doña Julia y sus hijos Alberto César y una hija que no recuerdo su nombre y que podría ser también Julia. Esto sería al rededor de 1975.

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    1. Cristóbal Zamora Rodríguez, muchas gracias por la información. Un saludo

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    2. Hola, esa hija, no se llama también Julia, como su madre, si no Ángela. Ángela Ranz Martín.

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    3. En respuesta al comentario de 15 de diciembre de 2023, debo aclarar que el matrimonio Ranz Martín tuvo cuatro hijos: Julia, Alberto, Ángela y César. Por consiguiente, se cita a Ángela y también a Julia. Muchas gracias por leer mis artículos. Saludos

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