domingo, 16 de octubre de 2016

La Confitería Hidalgo de la calle Barquillo. "Casa especial en bombones"

En la emblemática y transitada calle Real del Barquillo -que así se llamaba en tiempos de Fernando VI-, se inauguraba quizá en la última década del madrileño siglo XIX la postinera Confitería Hidalgo. El primer anuncio publicitario que encontramos sobre este selecto comercio data del año 1891.


Antes de Hidalgo era conocido como de Paricio, por lo que el negocio ya existía y en 1891 se hará con él un antiguo dependiente de la confitería Roldán, con doce años de experiencia en pastelería y confitería.

Estaba ubicada en el número 9 de la calle Barquillo, muy cerca de la Plaza del Rey y el mítico Circo Teatro Price. Más allá, en dirección a la casa de Tócame Roque, otro teatro, el Infanta Isabel.

Tuvo por vecino y competidor al también lujoso comercio "La Villa de Mouriscot", pastelería que estaba en el número 12, en la acera de enfrente y a escasos metros. Esta tienda tenía sucursal en Serrano, 28.

Encantadora, señorial y al gusto de la época era la fachada de Casa Hidalgo, con dos atestados escaparates y una única entrada. Su mayor reclamo, las "cajas para bodas".



A tenor de la información recabada, Hidalgo era una tienda asociada o de propiedad de Sobrino de Guinea, industrial afamado en la Villa y Corte por su Casa Sobrino de Guinea de la calle Carretas, números 27 y 29. Este comercio, que se anunciaba como "Confitería y Repostería", preparaba exquisitos roscones de Reyes con sorpresa... nada menos que una moneda de 25 pesetas, además de otros obsequios y almanaques.

En Navidad ofrecía excelentes mazapanes y turrones, muy cotizados en la Villa y Corte como en todas las provincias españolas, donde eran recibidos sin coste de envío.

En esencia, la Casa Sobrino de Guinea era un símil del primitivo Lhardy, con escaparate poblado de manjares, como jamones en dulce, pavos trufados, perdices en galantina, exquisitas empanadas de salmón, langosta o merluza, gran variedad de fiambres, dulces y una nutrida variedad de vinos y licores. El almacén de estos vinos espirituosos estaba en la calle Arenal, 2.

Dos graciosos eslóganes de 1892 y 1893, respectivamente, patrocinaban el Cognac de Moguer que allí se vendía:

"¡Viva el amor!
¡Viva el placer!
¡Viva el cognac!
¡El de Moguer!"

"Cuando venga al mundo un ser
de endeble constitución,
echadle en el biberón
Gognac fino de Moguer."



Confitería Hidalgo, "Casa especial en bombones"
Desde sus comienzos, y contando con el aval de la Casa Sobrino de Guinea, la Confitería de Hidalgo supo hacerse con una clientela selecta y de altos vuelos.
Con frecuencia se anunciaba en las crónicas de sociedad la presencia de Hidalgo como encargada del lunch o banquete en bodas de postín. Además, por la elegancia en el embasado de sus productos se había hecho con clientes de todos los estratos sociales.

Comprar unos deliciosos bombones en Hidalgo implicaba salir de allí con un precioso y elegante cofre profusamente decorado.

El interior del establecimiento era fiel reflejo del buen gusto y pompa de tan afamada firma; por él pasaron miembros de la alta sociedad madrileña de dos siglos.



La siguiente imagen corresponde a una factura de 1916 (más de cien añitos ya) cedida por el portal Todo Colección. En ella podemos ver el nombre del cliente, la "Excelentísima Señora marquesa viuda de Castrillo"; el producto adquirido, "Caja de raso con dulces y bombones finos", y el precio, veintidós pesetas con diez céntimos.
Ya desde 1901 la Confitería se había convertido en "Casa especial en bombones".


Cortesía de www.todocoleccion.net

También podemos apreciar que en ese año ya no figura Sobrino de Guinea sino el Sr. Francisco Pérez como sucesor. Más tarde, en los años 20 del pasado siglo, en los membretes figurará "Sucesores de Francisco Pérez". En algún momento Sobrino de Guinea se desprende de ese negocio y continúa con el de la calle Carretas al menos hasta 1935, año en que deja de aparecer publicidad en la prensa.

Como hemos comentado, para banquetes de postín y suministro a casas aristocráticas, ahí estaban los productos de Hidalgo. Los conocemos a través de estos anuncios:

AÑO 1891
AÑO 1900
AÑO 1901
AÑO 1903
AÑO 1909
AÑO 1912
AÑO 1915


Proveedor de la Casa Real
Y si su clientela era selecta, aún lo fue más cuando la reina Victoria Eugenia visitó la tienda en 1919 y disfrutó de sus exquisitos productos y delicados embalajes. Prueba de ello es esta fotografía -posiblemente de Salazar-, publicada en La Esfera (Ano VI. Núm. 280. Mayo de 1919).



Las famosas cajas de Hidalgo
Por cortesía de www.todocolección.net podemos mostraros el producto estrella de la confitería, sus cajas pintadas al óleo y fabricadas con materiales nobles y finísima artesanía.
La primera caja es de finales del siglo XIX y está coloreada a mano.


La siguiente caja es de principios del siglo XX, está confeccionada en tela y cartón con exquisitos acabados.

La última caja es de los años 20 y en esta ya aparece la etiqueta como "Sucesores de Francisco Pérez", nada que ver con otros sucesores del mismo nombre que eran fabricantes de tejas planas, con fábrica en Villaverde y Casa expositora en la Puerta del Sol, número 14.


Tal era el éxito de sus artesonadas cajas que en la prensa se anunciaban los nuevos modelos, y lo hacian de esta guisa:
La aristocrática confitería Hidalgo (Barquillo, 9), en la que siempre se exhiben las últimas novedades en cajas del mejor gusto para regalar los dulces de bodas, bautizos y cruzamientos, acaba de poner á la venta la última creación de sus modelos exclusivos. Son cajas con aplicaciones de cristal, placas metálicas y finísima piel que por su originalidad están siendo preferidas por las personas de buen gusto. De dichas cajas tiene ya varios encargos para las bodas que hemos anunciado en nuestras «Noticias de Sociedad». Recomendamos á cuantos necesiten estos artículos que visiten esta casa, la cual, dentro del buen gusto que la distingue, tiene de lo más rico á lo más moderno.

En enero de 1957 recibirá un premio, junto a otros comercios, correspondiente al Concurso de escaparates e iluminaciones comerciales promovido por el Círculo de la Unión Mercantil y el Ayuntamiento de Madrid.

En 1972 deberá abandonar su primitivo local de la calle Barquillo, 9 (entonces número 15), por derribo del edificio. Continuará atendiendo a su clientela en el número 10 de la misma calle, "bajo la misma dirección e iguales normas comerciales, con los mismos artículos, especialidades, etc., donde espera y atenderá con la consideración, respeto y afecto debidos que siempre ha sido su norma a todos sus antiguos clientes y amigos."

En 1974 anunciaba que habían acabado las obras de reforma de su taller, ofreciendo "nuevamente" todos sus productos y objetos de regalo. Para entonces Casa Hidalgo contaba con dos filiales: El Buen Retiro (Goya, 17) y Passy (Martínez Campos, 39).


Adiós a Casa Hidalgo
El 13 de junio de 1978 la Casa Hidalgo cierra definitivamente las puertas del local de Barquillo, 10. Continuará ofreciendo sus servicios en la calle Goya, 17.



Y así termina la historia de la "Casa especial en bombones" de Barquillo, 9. Muchas pastelerías han sobrevivido, entre ellas Casa Mira, La Mallorquina, El Riojano, La Duquesita y otras.

Nosotros hemos recordado un comercio más de los tantos que han caído en el olvido; esos que también forman parte de la historia y costumbres de nuestra ciudad y que han desaparecido de la geografía urbana de Madrid.



Bibliografía
De las imágenes:
- Archivo HUM (Historia Urbana de Madrid)
- Archivo Regional de la CAM
- Portal de coleccionismo "todocolección. net"

De los anuncios publicitarios:
- BNE (Hemeroteca digital)
- Archivo HUM

Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.

Otra referencia en este blog: https://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/2013/04/madrid-22-de-abril-de-1913.html

En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2016) "La Confitería Hidalgo de la calle Barquillo. "Casa especial en bombones", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325 [VER: "Uso del Contenido"]

Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.
En todas las citas se ha conservado la ortografía original.

© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-003 RECUPAPEL
Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325

5 comentarios:

  1. Por azar he sabido que La Villa de Mouriscot, la confitería de la calle Barquillo 12, era propiedad de mis bisabuelos. No consigo encontrar ninguna fotografía.

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    1. TE PUEDO DECIR QUE NACI EN LA CALLE BARQUILLO 9, TENGO 72 AÑOS. TODAVIA RECUERDO QUE CUANDO SE CASO FABIOLA Y BALDUINO Y ERA UN CHAVAL ESTABA JUGANDO A UNA MAQUINNA RECREATIVA QUE HABIAN INSTALADO AL FONDO, EN LA PARTE ELEVADA. VI ALLI SU BODA EN UNA TV ANTIGUA. ME QUEDA ESTE RECUERDO DE LA VILLA MOURSICOT CON TINTES ALEMANES, SEGUN CREO RECORDAR.

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  2. Excelente historia me imagino los deliciosos confites ,la rosca de Reyes, los bombones ingrese porque lo escuche en La Promesa y tuve curiosidad y es una historia fabulosa

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    1. Nos alegra que esta historia haya sido de su agrado. Un saludo

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