sábado, 24 de noviembre de 2012

Un madrileño en California

¡¡Señoras y Señoritas, Mesdames et Mesdemoiselles, maduras y jovencitas!! Deleitaros con la presencia de este figurín. Mirada sensual; cejas a lo Tyrone Power; boquita de pitiminí, a la que se sumó un bigotillo Errol Flynn; naricilla sin cirugías, y complemento de Lawrence de Arabia que le sienta muy bien.



El susodicho, el seductor maromo, el yogurín, no es otro que un madrileño que llegará a sex-symbol de las mudas pantallas del cine americano de los años veinte. 

Conocido allende los mares como “Tony”, y en las Españas como Antonio Garrido Monteagudo Moreno, este oriundo de los madriles nacerá en la mismísima calle de Alcalá el 26 de septiembre de 1887. La calle tendrá este aspecto en aquellos años...


Hijo de un militar con plaza en Andalucía, quedará huérfano a temprana edad y emigrará con su madre a Estados Unidos. Según el periodista de “La Esfera”, Amadeo de Castro, el pequeño Antonio vivirá en Algeciras con su madre y trabajará de aprendiz en una tahona. Allí conocerá a un magnate americano que se lo llevará a Nueva York y le costeará los estudios, primero en un Colegio católico y luego en una Academia de Northamthon (Massachusets). Puede ser, pero al parecer el periodista buscaba con esto dar otra connotación a su artículo. Me quedo con la primera opción.

En tal caso, regresará a Madrid en 1910 después de haber trabajado en una empresa de electricidad. Para entonces su calle mostrará otro aspecto.



La casa del ataúd desaparecerá y en su lugar se levantará el magnífico edificio de “La Unión y el Fénix Español”. La casa del Párroco de la Iglesia de San José y el palacio de la duquesa de Sevillano también desaparecerán bajo la piqueta, en este caso para dar paso a la construcción de la Gran Vía en aquel año de 1910. El Teatro Apolo, auténtico baluarte del género chico, estrenará ese año la zarzuela “El trust de los tenorios” (Libreto de Carlos Arniches y música de José Serrano Simeón).




Si Antonio, el prototipo de apuesto galán americano, regresó al terruño en meses posteriores al de abril se habrá encontrado con un paisaje más desolador en ese tramo de Alcalá.





Helen Ware
Suposiciones aparte, el apuesto Antonio pasará poco tiempo en la ciudad. Conocerá a la actriz Helen Ware, quien algo tuvo que ver en la figura del joven ibérico para proponerle regresar a Estados Unidos y probar suerte como actor de teatro.

Así lo hará, debutando primero como actor secundario y haciendo pinitos en el cine. En 1913 firmará un contrato con Vitagraph que lo convertirá en uno de los actores más cotizados del cine mudo junto a Rodolfo Valentino. También trabajará para la Paramount y Metro Goldwyn Mayer.

Los cinéfilos ya habrán descubierto de quien hablamos, y los amantes del cine nacional lo reconocerán enseguida al mencionar la película “María de la O”, aunque en esta ya era casi un cincuentón.





Todo este tiempo hemos estado hablando de Antonio Moreno o “Tony Moreno”, famoso rostro del cine mudo americano que trabajará junto a los actores y actrices más cotizados del momento. Entre ellos Pearl White, Greta Garbo, Alice Terry, Gary Cooper y Clara Bow.















El internacional actor nacido en Madrid que de aprendiz de tahonero llegó a propietario de la mansión Crestmount en Los Angeles – California, se marchó al cielo de las estrellas el 15 de febrero de 1967.





© Eduardo Valero García - HUM 012-006 UMEC






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3 comentarios:

  1. Muy buena historia, Eduardo, y sobre todo la forma de hilarla.
    Gracias.

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  2. Gracias a ti Manuel! Un placer verte por aquí y recibir tu siempre deseado comentario. Salud!!

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  3. Que preciosa historia! que bonito lo cuentas!. Besos

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