Siguiendo con la conmemoración del Centenario del nacimiento de Antonio Mingote, recordamos una de sus obras efímeras; aquella que llenó de colorido y humor la plaza de la Independencia durante la celebración de Madrid como Capital Europea de la Cultura.
Hemos conocido detalles históricos sobre los trampantojos que engalanan los balcones ciegos del edificio de la calle de la Sal, representativos del Madrid galdosiano, romántico, burgués y bohemio. Perviven otros ejemplos del arte de Mingote repartidos por la ciudad, entre ellos, los alegres carillones de la plaza de las Cortes o el relojero de la Antigua Relojería. También los preciosos dibujos que decoran la fachada del edificio de la plaza de Cristino Martos.
Pero en este artículo cuento la historia de la efímera Puerta de Alcalá diseñada por Mingote. Obra que ha quedado grabada en nuestra memoria y en las fotos que recuerdan que en 1992 fuimos Capital Europea de la Cultura.
La efímera Puerta de Alcalá de Mingote
Primeras noticias
En mi libro Historia de Madrid en pildoritas, dedico un breve capítulo a ese Madrid’92 que para algunos madrileños pasó sin pena ni gloria, porque toda la atención estuvo puesta en dos grandes rivales: La Exposición Universal de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona.
El concejal de Obras, Enrique Villoria, anunciaba a la prensa que, si bien en un principio se limpiarían los paramentos del conjunto arquitectónico con ácido y se procedería a la sustitución de la cubierta de plomo, se sumaba al proyecto la limpieza de las zonas de piedra caliza blanda. Además, lanzaba la primicia sobre la intervención de Mingote: «El primer paso de la operación (…) consistirá en cubrir el monumento con unos toldos provisionales, que serán decorados con motivos alusivos a la Capitalidad Europea de la Cultura por el humorista Antonio Mingote.» [2]
La restauración de la puerta
El entonces diputado de la Asamblea de Madrid, Pío García-Escudero Márquez, en su calidad de arquitecto-restaurador, será quien dirija las obras. La experiencia de García-Escudero era visible en la restauración de otros monumentos, entre ellos el Colegio del Pilar de Madrid, el Palacio de Monterrey de Salamanca y la fachada de la Universidad de dicha ciudad, así como la de la Universidad de Valladolid.
En un reportaje al Diario ABC, el arquitecto matizaba sobre algunos aspectos de la obra y anunciaba que el resultado sería una sorpresa. Indicaba que la piedra estaba muy oscura y se debía conseguir el color blanco de la piedra caliza de Colmenar y el gris del granito. Sobre esto, advertía «Aunque los dos materiales con los que está construida la Puerta de Alcalá son muy resistentes y, por lo tanto, se han conservado muy bien; la dificultad de los trabajos reside en encontrar la tonalidad que tiene que quedar» (Sánchez 1992) [3]
También habló del estado en que se encontraba la cubierta de plomo, cuya sustitución era imprescindible al estar muy deteriorada por los efectos climatológicos. Sería remplazado por plomo de choque de 3 milímetros de espesor. Además, apuntó que no se completarían las piezas que faltaban en los grupos escultóricos.
Las obras, en las que trabajarían tres equipos que constituían un total de veinte obreros y especialistas, tuvieron un coste de 43 millones de pesetas, absorbidos íntegramente por El Corte Inglés.
Los bocetos de Mingote
Para febrero ya estaban realizados los bocetos que conformaban la lona que cubriría la puerta durante su restauración. El propio Mingote hacía una breve descripción de los decorados al ser entrevistado por F. J. Palomeque: «En una cara está Carlos III, con unas cosas y personajes de su época, y las otras tres caras contienen motivos humorísticos, cómicos y madrileños (…) Me parece que contribuye a adornar la ciudad y evitar esas cosas feas de los andamios tapando una casa». [4]
Del alcalde José María Álvarez del Manzano partía la idea, consensuada con Mingote, de cubrir el andamiaje con los originales y cómicos dibujos del humorista. Permanecerían poco tiempo -a penas unos meses-, pero representarían una nota de originalidad.
El miércoles 4 de marzo, por la mañana, alcalde y dibujante presentaban la maqueta con los bocetos, copia exacta de los trasladados a las lonas. En la siguiente fotografía podemos ver a Mingote explicando detalles sobre la composición de la maqueta.
Lo cierto es que aquellos cuatro paneles cargados de color y el característico humor e ironía del polifacético Mingote, propiciaron una mayor afluencia de tráfico en rededor de la plaza de la Independencia. La dieciochesca puerta ahora sólo era un esbozo de su primitiva construcción, acompañada por multitud de personajes y personalidades de diferentes épocas.
La puerta de Mingote en detalle
Mingote aseguraba que no había seguido ningún parámetro para la concepción de los dibujos. Los iba plasmando tal y como se le ocurrían. Lo único que tuvo en cuenta fue representar dos épocas en las caras principales. Así, en una identificamos a Carlos III, promotor de su construcción, y una serie de personajes que participaron en ella, como canteros, albañiles y los propios andamios de la época. También estaba Goya y unos aristócratas de los que hablaré en las descripciones.
En la otra cara y las laterales quedaba representada la fauna y prolegómenos del Madrid de 1992.
Para la descripción en detalle utilizo el cartel con recortable que El Corte Inglés regalaba a sus clientes. Precioso tesoro con más de cinco lustros de antigüedad que conservo como recuerdo de aquella intervención de Mingote en el paisaje urbano.
Descripción
Las siguientes imágenes desgranan cuadro por cuadro la fabulosa pero efímera obra.
Encontraremos tipos madrileños de diferentes épocas que representan la idiosincrasia de nuestro pueblo a través de diferentes estratos sociales. Ningún detalle escapa a Mingote: la jarana; la riqueza y la pobreza; los enamorados; los despreocupados; los atascos; lo vulgar; la capitalidad cultural vista con ironía; el consumismo; y, cómo no, la llegada de la primavera a El Corte Inglés.
Las coloridas lonas
El jueves 5 de marzo los madrileños despertábamos con la nueva, dinámica y colorida Puerta de Alcalá construida por la imaginación de Mingote. Nada hacía suponer que debajo de aquella obra de arte se estaba restaurando el emblemático monumento.
Bajo el título “«Traje» para la puerta”, el columnista Luis Prado de la Plaza decía de las lonas:
Decorador oficial de Madrid
En 1994, cuando le encargaron las cuatro lonas que cubrirían la monumental fuente de Neptuno, el dibujante había ironizado diciendo que quería «hacer méritos» para que el Ayuntamiento le concediera «el título de decorador oficial de Madrid». [6]
Retirada de las lonas
El lunes 11 de mayo comenzaba la retirada de las maquinarias, herramientas y materiales utilizados en la restauración. También se desmontaban los andamios de la obra y la estructura que sostenía a las lonas. Las monumentales y bellísimas ilustraciones de Mingote -obra efímera- se desvanecían poco a poco y desaparecían del horizonte madrileño.
Los bocetos fueron expuestos en el antiguo Museo Municipal (hoy Museo de historia de Madrid).
Con respecto a las lonas, el alcalde Álvarez del Manzano había manifestado que serían utilizadas para cubrir medianeras deterioradas.
Inauguración de la puerta restaurada
El 15 de mayo, coincidiendo con las Fiestas de San Isidro, el alcalde, en compañía de Mingote, las esposas de ambos, personalidades municipales y el gerente de Relaciones públicas de El Corte Inglés, inauguraban la remozada Puerta de Alcalá. Acto seguido se dirigieron a la pradera del santo, en un ambiente de capitalidad europea de la cultura. O eso se pretendía.
Finaliza aquí el recuerdo a esa obra de Mingote que ya no podemos ver. Como la mayoría de las obras efímeras que se acostumbraba a construir para recibir a reyes o cualquier otra celebración -predominando las de carácter monárquico- los reporteros gráficos y fotógrafos aficionados dieron testimonio de su existencia. Queda el agradecimiento a todos ellos.
Hemos conocido detalles históricos sobre los trampantojos que engalanan los balcones ciegos del edificio de la calle de la Sal, representativos del Madrid galdosiano, romántico, burgués y bohemio. Perviven otros ejemplos del arte de Mingote repartidos por la ciudad, entre ellos, los alegres carillones de la plaza de las Cortes o el relojero de la Antigua Relojería. También los preciosos dibujos que decoran la fachada del edificio de la plaza de Cristino Martos.
Pero en este artículo cuento la historia de la efímera Puerta de Alcalá diseñada por Mingote. Obra que ha quedado grabada en nuestra memoria y en las fotos que recuerdan que en 1992 fuimos Capital Europea de la Cultura.
«Pese a que a mi edad pocas cosas me ilusionan ya, el que mis dibujos estén expuestos en un lugar tan estratégico, me halaga»
Antonio Mingote, 1992
La efímera Puerta de Alcalá de Mingote
Primeras noticias
En mi libro Historia de Madrid en pildoritas, dedico un breve capítulo a ese Madrid’92 que para algunos madrileños pasó sin pena ni gloria, porque toda la atención estuvo puesta en dos grandes rivales: La Exposición Universal de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona.
Fue un año de muchas inauguraciones y también de limpieza y restauración de la Puerta de Alcalá, obras que debían haber comenzado en la Navidad de 1991 pero fueron retrasadas por un cambio en el proyecto original.«Madrid’92, ciudad cultural de las Europas, dependerá del Con-sorcio Madrid’92, creado para tal fin en noviembre de 1989 bajo las directrices de una comisión ejecutiva representada por el Mi-nisterio de Cultura, la Comunidad y el Ayuntamiento (…) Mingote crea una Puerta de Alcalá dibujada, en plena construcción, con el propio Carlos III presentándola y rodeada de tipos madrileños de todos los tiempos. Las graciosas y preciosas ilustraciones recubrirán la verdadera puerta en sus cuatro lados.» [1]
El concejal de Obras, Enrique Villoria, anunciaba a la prensa que, si bien en un principio se limpiarían los paramentos del conjunto arquitectónico con ácido y se procedería a la sustitución de la cubierta de plomo, se sumaba al proyecto la limpieza de las zonas de piedra caliza blanda. Además, lanzaba la primicia sobre la intervención de Mingote: «El primer paso de la operación (…) consistirá en cubrir el monumento con unos toldos provisionales, que serán decorados con motivos alusivos a la Capitalidad Europea de la Cultura por el humorista Antonio Mingote.» [2]
La restauración de la puerta
El entonces diputado de la Asamblea de Madrid, Pío García-Escudero Márquez, en su calidad de arquitecto-restaurador, será quien dirija las obras. La experiencia de García-Escudero era visible en la restauración de otros monumentos, entre ellos el Colegio del Pilar de Madrid, el Palacio de Monterrey de Salamanca y la fachada de la Universidad de dicha ciudad, así como la de la Universidad de Valladolid.
En un reportaje al Diario ABC, el arquitecto matizaba sobre algunos aspectos de la obra y anunciaba que el resultado sería una sorpresa. Indicaba que la piedra estaba muy oscura y se debía conseguir el color blanco de la piedra caliza de Colmenar y el gris del granito. Sobre esto, advertía «Aunque los dos materiales con los que está construida la Puerta de Alcalá son muy resistentes y, por lo tanto, se han conservado muy bien; la dificultad de los trabajos reside en encontrar la tonalidad que tiene que quedar» (Sánchez 1992) [3]
También habló del estado en que se encontraba la cubierta de plomo, cuya sustitución era imprescindible al estar muy deteriorada por los efectos climatológicos. Sería remplazado por plomo de choque de 3 milímetros de espesor. Además, apuntó que no se completarían las piezas que faltaban en los grupos escultóricos.
Las obras, en las que trabajarían tres equipos que constituían un total de veinte obreros y especialistas, tuvieron un coste de 43 millones de pesetas, absorbidos íntegramente por El Corte Inglés.
Los bocetos de Mingote
Para febrero ya estaban realizados los bocetos que conformaban la lona que cubriría la puerta durante su restauración. El propio Mingote hacía una breve descripción de los decorados al ser entrevistado por F. J. Palomeque: «En una cara está Carlos III, con unas cosas y personajes de su época, y las otras tres caras contienen motivos humorísticos, cómicos y madrileños (…) Me parece que contribuye a adornar la ciudad y evitar esas cosas feas de los andamios tapando una casa». [4]
Del alcalde José María Álvarez del Manzano partía la idea, consensuada con Mingote, de cubrir el andamiaje con los originales y cómicos dibujos del humorista. Permanecerían poco tiempo -a penas unos meses-, pero representarían una nota de originalidad.
El miércoles 4 de marzo, por la mañana, alcalde y dibujante presentaban la maqueta con los bocetos, copia exacta de los trasladados a las lonas. En la siguiente fotografía podemos ver a Mingote explicando detalles sobre la composición de la maqueta.
Lo cierto es que aquellos cuatro paneles cargados de color y el característico humor e ironía del polifacético Mingote, propiciaron una mayor afluencia de tráfico en rededor de la plaza de la Independencia. La dieciochesca puerta ahora sólo era un esbozo de su primitiva construcción, acompañada por multitud de personajes y personalidades de diferentes épocas.
La puerta de Mingote en detalle
Mingote aseguraba que no había seguido ningún parámetro para la concepción de los dibujos. Los iba plasmando tal y como se le ocurrían. Lo único que tuvo en cuenta fue representar dos épocas en las caras principales. Así, en una identificamos a Carlos III, promotor de su construcción, y una serie de personajes que participaron en ella, como canteros, albañiles y los propios andamios de la época. También estaba Goya y unos aristócratas de los que hablaré en las descripciones.
En la otra cara y las laterales quedaba representada la fauna y prolegómenos del Madrid de 1992.
Para la descripción en detalle utilizo el cartel con recortable que El Corte Inglés regalaba a sus clientes. Precioso tesoro con más de cinco lustros de antigüedad que conservo como recuerdo de aquella intervención de Mingote en el paisaje urbano.
Descripción
Las siguientes imágenes desgranan cuadro por cuadro la fabulosa pero efímera obra.
Encontraremos tipos madrileños de diferentes épocas que representan la idiosincrasia de nuestro pueblo a través de diferentes estratos sociales. Ningún detalle escapa a Mingote: la jarana; la riqueza y la pobreza; los enamorados; los despreocupados; los atascos; lo vulgar; la capitalidad cultural vista con ironía; el consumismo; y, cómo no, la llegada de la primavera a El Corte Inglés.
1 - Carlos III es la figura predominante. Emulando al cuadro de Goya, el monarca aparece presentando al observador las obras de construcción de la nueva Plaza de Alcalá.
2 - Entre rudimentarios andamios y juegos de poleas, los obreros se afanan en izar la regia inscripción.
3 - Un escultor -homenaje de Mingote a Francisco Gutiérrez- da forma al escudo de armas, sostenido por la Fama y el Genio en forma de querubín.
4 - Un maestro mayor de obras ojea un plano en el que se representa, con sutil acierto, el logotipo de El Corte Inglés, único mecenas que costeará las obras de restauración del siglo XX.
1 - El propio Mingote reconocía que esa predominante pareja, dieciochesca y aristocrática, querían representar al alcalde Álvarez del Manzano y a su esposa.
2 - Personajes goyescos y taurinos cotillean, quizá rememorando los antiguos mentideros de la villa.
3 - Un mendigo duerme apoyado en un saco de material, mientras un obrero está a punto de echarle agua para espantarle.
4 - Posible representación de un ciego de los que cantaban villancicos y pedían limosna. Un poco más arriba, un obrero echa un trago del tradicional botijo.
1 - Como no podía ser de otra manera, Mingote incluye a Goya retratando a Carlos III
2 - Sabatini indica a un obrero el lugar donde debe colocar una de las esculturas que coronan la puerta.
3 - Un señor lee el periódico, ajeno al peligro que corre su hijo al intentar rescatar el avión de papel que pende de una cornisa.
4 - Quevedo enarbola el logotipo de Madrid'92; parece satisfecho y orgulloso.
5 - El contrapunto al detalle 4 lo pone el señor que hace un grafiti con faltas de ortografía, mientras otro mira atónito y una señorita viene de hacer las compras en El Corte Inglés.
6 - Tampoco podía faltar la Lírica y el emblema madrileño, nuestro oso (osa) y el madroño.
1 - El músico se identifica con Mingote, aunque él lo negaba; decía: «Yo tengo más pelo y soy más guapo». Sin duda, rinde homenaje a la música madrileña, los conciertos, y a su padre.
2 - La primera se muestra alegre y florida volando por la plaza y atravesando los arcos de la puerta.
3 - Un joven toca la flauta mientras la muchacha de minifalda observa Madrid desde su privilegiada ubicación. Un turista se afana por conseguir la mejor instantánea.
4 - Homenaje a los pintores del parque de El Retiro; a los copistas del Prado, y a todos aquellos artistas que pintan la ciudad. En este caso, está retratando a la Cibeles, mientras unos turistas observan el monumento según las indicaciones del mapa. Es homenaje a Turismo de Madrid.
1 - La Cibeles avanza en su carro, no se muestra estática; levantan polvo sus ruedas y va echando chorros de agua, bien recibidos por el acalorado viandante.
2 - Vuelan con la primavera las señoras, los señores y las parejas, porque «¡Ya es primavera en El Corte Inglés!».
3 - En todo este lado quedan representados el turista curioso; las parejas atrevidas; el sempiterno lector de periódicos y la parejita de la Movida madrileña.
1 - Homenaje al vendedor ambulante, presente en todas las verbenas y en el día a día de la urbe.
2 - La maja del siglo XX, con su mantilla y abanico, se apoya sobre el característico mantón de Manila. Su marido, atónito, como le ocurre algunos cuando comienzan las verbenas.
3 - Un niño muestra sutilmente el logotipo de El Corte Inglés, mientras su abuelo -prototipo de don Hilarión- sujeta la pierna de la rubia moderna. Cruzando el arco, Julián. Homenaje al género chico en todo su esplendor.
4 - Las constantes obras municipales y el accidente provocado por ir pendiente de la lectura. Quien tropieza va ensimismado en la lectura de un libro, hoy lo hemos sustituido por el móvil.
1 - Atascos en Madrid; más que homenaje, una irónica crítica de las que Mingote nos tenía acostumbrados.
2 - El deportista intrépido que escala la puerta, como si aquella no fuese patrimonio.
3 - ¡Más parejas de enamorados! Mingote era un enamorado. En este caso, dos parejas intentan coger un ramo de flores. Venga, a lo gratis.
4 - Entre el desquicio del atasco, un señor alegre pregona: ¡Ya es primavera!, ¿dónde?... en El Corte Inglés.
Las coloridas lonas
El jueves 5 de marzo los madrileños despertábamos con la nueva, dinámica y colorida Puerta de Alcalá construida por la imaginación de Mingote. Nada hacía suponer que debajo de aquella obra de arte se estaba restaurando el emblemático monumento.
Bajo el título “«Traje» para la puerta”, el columnista Luis Prado de la Plaza decía de las lonas:
«La mejor demostración de respeto a los paisajes urbanos -en especial, cuando son significativos- acaba de producirse en la Puerta de Alcalá. Se demuestra, de esta manera, que toda la necesidad de las obras no son incompatibles con las naturales previsiones. Hubiera sido un desaliño, en pleno año cultural europeo, adornar el monumento precisado de restauración de toda suerte de materiales y andamiajes que acompañan los trabajos de este tipo» [5]
Decorador oficial de Madrid
En 1994, cuando le encargaron las cuatro lonas que cubrirían la monumental fuente de Neptuno, el dibujante había ironizado diciendo que quería «hacer méritos» para que el Ayuntamiento le concediera «el título de decorador oficial de Madrid». [6]
Retirada de las lonas
El lunes 11 de mayo comenzaba la retirada de las maquinarias, herramientas y materiales utilizados en la restauración. También se desmontaban los andamios de la obra y la estructura que sostenía a las lonas. Las monumentales y bellísimas ilustraciones de Mingote -obra efímera- se desvanecían poco a poco y desaparecían del horizonte madrileño.
Los bocetos fueron expuestos en el antiguo Museo Municipal (hoy Museo de historia de Madrid).
Con respecto a las lonas, el alcalde Álvarez del Manzano había manifestado que serían utilizadas para cubrir medianeras deterioradas.
Inauguración de la puerta restaurada
El 15 de mayo, coincidiendo con las Fiestas de San Isidro, el alcalde, en compañía de Mingote, las esposas de ambos, personalidades municipales y el gerente de Relaciones públicas de El Corte Inglés, inauguraban la remozada Puerta de Alcalá. Acto seguido se dirigieron a la pradera del santo, en un ambiente de capitalidad europea de la cultura. O eso se pretendía.
Finaliza aquí el recuerdo a esa obra de Mingote que ya no podemos ver. Como la mayoría de las obras efímeras que se acostumbraba a construir para recibir a reyes o cualquier otra celebración -predominando las de carácter monárquico- los reporteros gráficos y fotógrafos aficionados dieron testimonio de su existencia. Queda el agradecimiento a todos ellos.
Bibliografía y Cibergrafía | ||||||
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor. [1] VALERO GARCÍA, Eduardo. Historia de Madrid en pildoritas, Madrid, 2018, Editorial Sargantana ISBN: 978-84-16900-81-7 [2] SERVIMEDIA, 1992. La restauración de la Puerta de Alcalá comenzará en febrero. ABC. 29 de enero, p. 41 - Madrid [3] SÁNCHEZ, Esther, 1992. En dos meses devolverán el color original a la Puerta de Alcalá. ABC. 11 de febrero, p. 42 - Madrid [4] PALOMEQUE, F., 1992. La Puerta de Alcalá se cubre hoy con dibujos de Mingote. ABC. 4 de marzo, p. 39 - Madrid [5] EFE, 1994. Mingote quiere ser el decorador oficial. EL PAÍS. 11 de noviembre Todo el contenido de Historia urbana de Madrid está protegido En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2018) "La efímera Puerta de Alcalá de Antonio Mingote. Madrid, 1992", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325 o siga las instrucciones en Uso de Contenido. [VER: "Uso del Contenido"] • Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. • En todas las citas se ha conservado la ortografía original. • De las imágenes:Muchas de las fotografías y otras imágenes contenidas en los artículos son de dominio público y correspondientes a los archivos de la Biblioteca Nacional de España, Ministerio de Cultura, Archivos municipales y otras bibliotecas y archivos extranjeros. En varios casos corresponden a los archivos personales del autor-editor de Historia Urbana de Madrid. La inclusión de la leyenda "Archivo HUM", y otros datos, identifican las imágenes como fruto de las investigaciones y recopilaciones realizadas para los contenidos de Historia Urbana de Madrid, salvaguardando así ese trabajo y su difusión en la red. Ha sido necesario incorporar estos datos para evitar el abuso de copia de contenido sin citar las fuentes de origen de consulta. |
© 2019 Eduardo Valero García - HUM 019-001 MINGOTE CENTENARIO
Historia Urbana de Madrid
ISSN 2444-1325
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