domingo, 1 de noviembre de 2015

El frontón de la Biblioteca Nacional. Madrid, 1892-1903

Durante el viaje en el tiempo al Madrid de 1892, cuando disfrutamos de un banquete en Lhardy y visitamos la Exposición Histórico Americana y Europea, hicimos referencia al Palacio de la Biblioteca y Museos (Biblioteca Nacional de España).
Decíamos que el 11 de noviembre quedaba inaugurada la planta baja del edificio y cuatro años más tarde, el 16 de marzo de 1896 abría sus puertas al público.

Hoy hablaremos del frontón o frontal que decora la excelsa institución.

© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-015 FOTOTECA
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325


Concurso
Por Real decreto del 10 de julio de 1891 se convocaba un concurso para la decoración del frontón del edificio de la Biblioteca Nacional. El tema propuesto era: “Las Ciencias, las Artes y las Letras, floreciendo al amparo de la Paz.

Se presentan al concurso los escultores Agustín Querol, Miguel Ángel Trilles y Mariano Marín Magallón, quienes preparan preciosos bocetos que serán expuestos a finales de enero de 1892 en la Academia de San Fernando.

Hubo críticas, pues desde la Academia nada se informó a la prensa sobre la exposición de los proyectos. Así protestaba en El Liberal del domingo 31 de enero el pintor gallego Rafael Balsa de la Vega:



Suñol queda fuera
Otro escultor, el laureado Jerónimo Suñol, también había realizado el proyecto, más nunca llegó a presentarlo por falta de tiempo. Aun así, y teniéndolo casi acabado, recibió grandes elogios por parte de académicos de Bellas Artes. Solo le faltaba la estatua de España y las acroteras laterales, pero el maestro decidió no presentarlo al concurso.

De haberlo hecho, posiblemente hoy veríamos este frontal en la Biblioteca Nacional:

Grabado basado en fotografías de Caldevilla

Detalle del grupo escultórico basado en fotografías de Caldevilla


Los proyectos
Como hemos dicho, a excepción de Suñol, se presentaron al concurso los maestros Querol, Trilles y Marín Magallón. De este último solo podemos ofrecer la descripción que hace un crítico:
No está dispuesta la composición del proyecto del Sr. Magallón, pero revela gran inocencia y gran inexperiencia en toda la obra. No es un frontón cosa fácil para un artista de genio, y mucho menos para quien parece comenzar, aun cuando, como el señor Magallón, revele dotes de verdadero artista.

Proyecto de Trilles
Por su parte, el escultor Migue Ángel Trilles presentó un proyecto de extraordinaria fuerza. La Paz ocupaba el centro de la composición. Era ésta alada y llevaba un ramo de olivo en una mano y el cuerno de la abundancia en la otra. A su derecha se agrupaban las Ciencias, la Historia, la Filosofía, la Jurisprudencia, la Física y la Química; más allá la Medicina, las Matemáticas, la Geología y la Astronomía. A la izquierda quedaban representadas las Letras y las Artes, Arquitectura, Escultura, Pintura, Música, Poesía, el busto de Homero, la Tragedia y la Comedia, la Ornamentación y el Grabado.
En la línea superior figuraban la estatua de España, en el centro, y el Genio y el Estudio en los ángulos laterales.

El proyecto de Trilles contaba con un error garrafal, la Paz, figura que debía ser predominante, aparecía en bajo relieve.




Proyecto Querol
J. Laurent fotografía el boceto realizado por Agustín Querol. Pequeña obra de arte donde el escultor no escatima en detalles.

© mcu-FPH-Archivo R VERNACCI
Nº de inventario:VN-21008
© 2015 Eduardo Valero García-HUM 015-015 FOTOTECA
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325

La primitiva composición se distribuía de la siguiente forma:
En el centro la estatua de la Paz, con un ramo de olivo en la mano derecha y una antorcha en la izquierda. A sus pies, al lado derecho, el genio de la Guerra en actitud de romper una espada. Le siguen las estatuas de la Elocuencia, la Poesía, Música, Arquitectura, Pintura, Escultura y Filología, con otras representaciones escultóricas de la Industria, el Comercio y la Agricultura.

A la izquierda de la Paz está la estatua de la Filosofía; aparece desnuda, sentada sobre una esfinge, y portando un pergamino en la mano derecha y un espejo en la izquierda. Le siguen las estatuas de la Jurisprudencia, la Teología, la Astronomía, Etnografía y Geografía.
Destacan en el ángulo agudo del tímpano las estatuas reclinadas de la Química, la Medicina y las Matemáticas.

En el vértice del frontón figura la estatua de España alzando con la mano derecha una corona de laurel; a su lado el león simbólico de Castilla. Sobre los ángulos se alzan las estatuas sedentes del Genio, a la derecha, y los Estudios, a la izquierda.

Grabado basado en la fotografía de J. Laurent


El o los ganadores
La comisión de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, designada para elegir el frontón que adornaría el tímpano del palacio de la Biblioteca, se reúne el 8 de febrero de 1892 para elegir al ganador del concurso. El escultor Marín y Magallón quedaba excluido por los motivos citados más arriba.
Unos jueces estaban a favor del proyecto de Trilles y otros apostaban por el de Querol; esto llevó a realizar votación, resultando ganador el Sr. Trilles, a condición de hacer algunas correcciones.

El frontal diseñado por Agustín Querol era rechazado por la Real Academia de San Fernando, propiciando así el comienzo de los duelos entre críticos y académicos; y estos contra algunos hombres de la política.

El escritor Bernardino Martin Minguez, en un artículo del Heraldo de Madrid, defendía la decisión de la Academia argumentando lo siguiente:


Martin Minguez llegaba más allá y arremetía contra los favoritismos del Congreso y el Ministerio de Fomento.

Cuentan las noticias que Agustín Querol remitió una solicitud en contra del acuerdo adoptado por la Real Academia de San Fernando. Entonces los académicos tuvieron que reunirse la noche del 21 de febrero para reconsiderar el resultado de la votación; no por cambiar de opinión, sino a petición de la Dirección de Instrucción Pública, y nada menos que a través de Real orden.

Conclusión, en Consejo de Ministros, celebrado el 22 de febrero, se decide adjudicar la realización del frontón al escultor Agustín Querol.

Al escritor D. Bernardino Martin Minguez podemos aplicarle el dicho: "Piensa mal y acertarás".

Pero esto no queda ahí. En marzo la Academia recurre ante el Consejo de Estado contra la Real orden del Ministerio de Fomento que adjudicaba a Querol la ejecución del frontón.

Más adelante en el tiempo, ya en el mes de octubre, el periódico El Día publica la siguiente nota:



¡Obstinados los doctos señores! Mientras continuaba el litigio, Querol instalaba el conjunto escultórico en yeso sobre el tímpano.



Por fin, el día 8 de octubre, La Época anunciaba que el Tribunal de lo Contencioso se declaraba incompetente para resolver el caso:


Independientemente de las tramoyas políticas y académicas, debemos reconocer que la obra ejecutada por Querol para el frontón del entonces Palacio de la Biblioteca y Museos es sublime.


Un desnudo cultural
D. Aurelio de Colmenares y Orgaz, conde de Polentinos, toma dos fotografías en el estudio de Agustín Querol en Madrid. El escultor trabaja sobre el proyecto a escala, centrado en ese momento en la figura que representa la alegoría de la Poesía.

© mcu-FPH-Archivo CONDE DE POLENTINOS
Nº de inventario: DCP-F-0026
© 2015 Eduardo Valero García-HUM 015-015 FOTOTECA
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La señorita que sirve de modelo, joven y bella, queda inmortalizada en el vidrio a la gelatina del conde de Polentinos y más tarde en el frio mármol cincelado por Querol.
Desconocemos su filiación y cuánto tuvieron a bien pagar a la paciente muchacha. De lo que estamos seguros es que hoy forma parte de las historias urbanas de nuestra ciudad.


© mcu-FPH-Archivo CONDE DE POLENTINOS
Nº de inventario: DCP-D-0189
© 2015 Eduardo Valero García-HUM 015-015 FOTOTECA
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325


NOTA:
Si observamos la fotografía tomada por J. Laurent y el grabado del proyecto presentado por Querol para el concurso, veremos que se compone de veintidós esculturas. Posteriormente, para dar más aire a la composición y hacer más visibles las perspectivas, reducirá el conjunto a diecinueve esculturas.

1892. El frontón de yeso
Más arriba comentábamos que en octubre el escultor Agustín Querol "instalaba el conjunto escultórico en yeso sobre el tímpano". La premura por inaugurar la Exposición Histórico Americana y Europa -y por consiguiente la planta principal del palacio-, obligaron a tomar esta decisión.

La tarde del domingo 16 de octubre muchos madrileños que paseaban por Recoletos acudieron al Palacio de la Biblioteca para contemplar el imponente frontón... de yeso.

En la siguiente fotografía, del año 1892, podemos apreciar (con cierta dificultad) el frontón con las esculturas en yeso. 

Palacio de la Biblioteca y Museos
Año 1892
© Biblioteca Nacional de España-BDH
Signatura: 17/LF/143
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-015 FOTOTECA
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325


1903. El frontón de mármol
Un día de marzo de 1903 la fachada de la Biblioteca Nacional quedaba cubierta por un pesado andamio. Comenzaba así el izado de las estatuas esculpidas en mármol que, de forma definitiva, quedarían instaladas en el frontón.





Dos años le llevó a Querol desbastar y tallar el mármol de Carrara; y lo hizo allí, en aquella región de la Toscana. Las magníficas figuras correspondientes a la Biblioteca Nacional llegaron a Madrid completamente acabadas.

El 30 de abril, por la tarde, el escultor celebraba la finalización de las obras invitando a varios amigos y a un selecto grupo de periodistas para que pudiesen apreciar el frontón desde las alturas, sobre los andamios.

Las fotografías tomadas por Goñi en aquellos instantes memorables sirven para comparar el tamaño real de las figuras. En la primera, a los pies de la Paz, flanqueado por el genio de la Guerra y la estatua de la Filosofía, posa el maestro Querol.




El frontón hoy
Ofrecemos fotografías de nuestro archivo para ver en detalle la obra de Agustín Querol.







Y así llegamos al final de la historia del frontón de la Biblioteca Nacional de España.
Partiendo de dos fotografías del Archivo de Patrimonio Histórico y una cuidadosa investigación, recorrimos dos siglos y doce años; los que van desde 1891 y la concepción de una idea, hasta 1903 y el resultado de la misma.
Conocimos detalles sobre el concurso, la elección del ganador y posteriores litigios, más políticos que académicos; porque esta maravillosa obra que hoy contemplamos pasó por Ministerios, Tribunales y Consejos de ministros. Esto nos hace afirmar que cierto "tufillo" desluce el triunfo de Querol, mas, pasados 123 años, lo tomamos como anécdota y no como crítica.

Queda aquí el agradecimiento a la Biblioteca Nacional, fuente de consulta en todas nuestras investigaciones, y el homenaje a través del presente artículo.



Bibliografía

Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor. 

En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2015) "Fototeca: Maratoniana inauguración de estatuas. Madrid, 1902", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/

Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. 
En todas las citas se ha conservado la ortografía original.

© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-015 FOTOTECA
ISSN 2444-1325




7 comentarios:

  1. Una magnífica y muy documentada información, con buenísimas fotografías, de todo la historia de este gran frontón que tantas veces he admirado, pero del que no conocía todo su significado ni toda su extensa historia. Muchas gracias por su trabajo que nos ayuda a conocer mejor el gran edificio de la Biblioteca Nacional. María Rosa

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  2. Me parece que todo lo que cuentas es una historieta totalmente inventada que no se corresponde en nada a lo que realmente representan estas figuras.Ni fecha,ni escultor,ni nada todo inventado.Las fotografias antiguas sobre todo la ultima que esta el "escultor" junto a su obra acabada,las figuras no se corresponden con las reales si las comparas.Prueva a hacerlo tú mismo señor Eduardo Valero ya veras como son figuras diferentes.Estas figuras tienen una inteligencia,un conocimiento,una perfección,en su ejecución que no esta al alcance de esa epoca,ni siquiera a la de la nuestra.Muestran una humanidad totalmente perdida de la que no sabemos practicamente nada.Deja de mentir porfavor

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    1. En este artículo no hay "mentira" mayor que el comentario de un "Anónimo". Y eso es lo que tiene el anonimato, que algunas personas pueden decir todo tipo de idioteces y quedarse tan anchos.

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  3. Un autentico placer conocer la historia de nuestros grades artistas y monumentos magistrales.
    Gracias Eduardo.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Juan Francisco. Un cordial saludo

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