Por esta publicación han pasado personajes pintorescos de la urbe madrileña y una importante colección de comercios y profesiones. Hace poco hablamos de los zapateros y de un proyecto de limpiabotas; también pasaron por estas páginas los mozos de cuerda, los “guindillas”, panaderos, pasteleros, serenos, faroleros, bastoneros, y otros muchos trabajadores de profesiones desaparecidas o en peligro de extinción. Pero hay una muy antigua, desvirtuada con el tiempo, que continúa sirviendo a lo público y lo privado; nos referimos a los porteros y conserjes, en esencia “agentes de la Autoridad”, tal y como lo expresaba el Real Decreto de 24 de febrero de 1908.
Como indica el título del presente artículo, hablaremos de estos trabajadores y lo haremos en varios capítulos, porque profesión tan antigua no puede aglutinarse en uno solo.
El pasado año volvió a tratarse la situación laboral de los porteros madrileños, afectados por un Convenio colectivo obsoleto, no actualizado desde el año 2003. La diputada Teresa Zurita Ramón (MAS Madrid) planteó este asunto en la Comisión de Economía y Empleo de la Asamblea de Madrid, comprometiendo a la Dirección General de Trabajo de nuestra Comunidad Autónoma en busca de una solución inmediata, tal y como quedó asentado en el Diario de Sesiones número 108 del 3 de diciembre de 2021 (página 5821 y siguientes)
A diferencia de los convenios del mismo sector de otras Comunidades Autónomas, el madrileño no puede actualizarse por la desaparición del Sindicato Independiente de Trabajadores de Fincas Urbanas (SITFU) y la Cámara de la Propiedad Urbana de Madrid, dos de los entes que junto a Comisiones Obreras (CC. OO.) y la Unión General de Trabajadores (U.G.T.) firmaron el llamado Convenio Colectivo de Empleados de Fincas Urbanas (B.O.C.M. Núm. 13, 16 de enero de 2002, [c. n.: 2808215], pág. 60)
Casi veinte años de abandono pueden convertir esta historia en leyenda si nadie—más allá del esfuerzo de los porteros y conserjes—ofrece una solución. En este sentido, los profesionales del sector se aglutinan en una asociación en vías de legalizarse, visible en Twitter (@UrbanasFincas) y Facebook (Empleados de Fincas Urbanas de Madrid. Grupo privado).
Y ya que hablamos de leyendas, nos viene a la memoria la atribuida a Fortat sobre el religioso y polímata del siglo XIII Alberto Magno, del que dice había construido un autómata de bronce con forma de hombre que hacía las veces de portero de la casa, abriendo la puerta y saludando.
Si bien ya existen robots que van aspirando y fregando el suelo, con nombres tan exóticos como "Roomba" y "Conga", la mayor preocupación está en las empresas de servicios que ofrecen conserjes y limpiadoras, fomentando así la pérdida de figura tan esencial e imprescindible como la del portero. Por eso, entendemos que así deben sentirse estos trabajadores, como mero símbolo, como autómata de bronce ante la falta de interés de los sindicatos e instituciones públicas y privadas.
«Recordemos que ese convenio sectorial de empleados de fincas, efectivamente, tenía vigencia hasta diciembre [2003], y está completamente desfasado a todos los niveles: a niveles salariales, a niveles de recoger las categorías profesionales, a niveles de la formación que se necesita hoy en día..., porque la formación que necesitan estas personas para desarrollar su trabajo hoy en día es muy distinta de la que necesitaban en el año 2003; de hecho, ellos están luchando por una regularización de su profesión, por el reconocimiento de un certificado de profesionalidad que recoja la ocupación».
«El Señor Rávago en trece de febrero de este año participó al Señor Dn. Juan de Santander: que a Benito Acosta, criado suyo y nombrado Portero de la Biblioteca, le había despedido en el día anterior por haber sabido estaba casado desde el día once de Julio del año pasado de cincuenta y uno. Y aunque de esto no fuese consecuencia privarle del empleo, lo habría de ser por el peligro que conocía en que el portero fuese casado, pues con un sueldo tan corto para sustentar familia podía ser tentación que tragese perjuicio a la Biblioteca, de que sería bien precaberse, y que por lo tanto dispondría que se le borrase elempleo y que no se le continuase contribuyendo».
«Que en cumplimiento de su empleo [el de D. Blas Antonio Nasarre] pasaba este aviso, para que a proposición suya, según estaba previsto en las «Constituciones», proveyese el Rey esta plaza que tenía de sueldo cuatro reales diarios, ciertamente muy corto, por lo que según el mérito que iba haciendo el que la servía, se le iba añadiendo de dos en dos reales diarios, hasta que tuvo ocho como el Portero».
«1791. En 20 de Marzo: Dijo el Sr. Marqués de Bajamar a D. Tomás Sánchez: que el Rey por justas causas, que tenía por conveniente reservar, había resuelto que a Dn. Telesforo Luengo y Navarro, Portero de la Real Biblioteca, se le separase inmediatamente de este destino; y lo participaba de orden de S. M. para su inteligencia y cumplimiento».
«El P. Guillermo Danbantón comunicó al Sr. D. Juan de Ferreras en veinte y uno de Junio [de 1721]: Que teniendo el Rey presente la aplicación y trabajo continuado de Manuel Martínez de la Mata, segundo Portero de su Real Biblioteca, y del sumo alivio que se experimentaba en la colocación de los libros, no siendo de su incumbencia, había venido S. M. en concederle cincuenta pesos de plata por vía de gratificación todos los años que sirviere el dicho empleo...».
«Como S. M. es el dueño de la Librería, sólo él puede dar o quitar las plazas de ella; mas cuando llegare a vacar alguna de ellas, el Bibliotecario Mayor avisará de la vacante al Director, el cual, después de haber conferido con el Bibliotecario Mayor los sugetos convenientes para ella, los propondrá a S. M. para su elección.» Daba aviso que en el día de ayer 16 de Junio [de 1748] vacó la plaza de Portero de la Biblioteca por muerte de Manuel Martínez de la Mata. Que esta plaza tenía doscientos pesos escudos de salario, y se debía conferir a persona entendida y muy fiel y probada, y que no le fueran extraños los libros; que era de mucho trabajo y fatiga y de una residencia personal continua. Que ponía en su noticia que Felipe González hacía veintidós años que estaba sirviendo de Ayuda de Portero con el mismo trabajo y aun mayor que el Portero y con el mismo honor. Que la plaza de Ayuda tenía de salario cien pesos escudos; pero en atención a la calidad de Felipe y a su mérito y a ser sobrino de D. Andrés Arnaud, Bibliotecario que fue, se le añadieron a su sueldo dos reales diarios, y después otros dos, con lo cual se igualó en el sueldo el Oficio de Ayuda con el de Portero; pero que estas gracias del Rey eran personales, y así le parecía se le podría proponer a S. M. al dicho Felipe para que le diese la Portería de que era acreedor y benemérito; y que en caso de que S. M. le hiciese esta honra, vacaría la plaza de Ayuda de Portero».
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En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2021) "Los Porteros madrileños (I) Situación actual y la de los porteros de la Real Biblioteca en el siglo XVIII.", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325 o siga las instrucciones en Uso de Contenido. [VER: "Uso del Contenido"] • Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. • En todas las citas se ha conservado la ortografía original. • De las imágenes:Muchas de las fotografías y otras imágenes contenidas en los artículos son de dominio público y correspondientes a los archivos de la Biblioteca Nacional de España, Ministerio de Cultura, Archivos municipales y otras bibliotecas y archivos extranjeros. En varios casos corresponden a los archivos personales del autor-editor de Historia Urbana de Madrid. La inclusión de la leyenda "Archivo HUM", y otros datos, identifican las imágenes como fruto de las investigaciones y recopilaciones realizadas para los contenidos de Historia Urbana de Madrid, salvaguardando así ese trabajo y su difusión en la red. Ha sido necesario incorporar estos datos para evitar el abuso de copia de contenido sin citar las fuentes de origen de consulta. |
Fantástico Y buena investigación Eduardo
ResponderEliminarMuy interesante y bien documentado, los empleados de fincas urbanas de Madrid donde se incluyen porteros y conserjes, seguiremos en la lucha por un convenio digno y justo.
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