viernes, 31 de mayo de 2024

El sastre Emilio Núñez de la calle de Alcalá. Historia y vida.

Si algo enorgullece al autor/editor de Historia urbana de Madrid es el entusiasmo y agradecimientos recibidos de los familiares de antepasados que, por un motivo concreto o mera casualidad, aparecen en nuestros artículos. Desde España y otros países del mundo llegan esas muestras de afecto que es recíproco, porque la principal característica de esta publicación seriada es su premisa: Contar historias de Madrid y los madrileños de antes para las generaciones presentes y futuras.

Al decir “madrileños” nos referimos a todos aquellos que dejaron su impronta en nuestra ciudad. Nacidos aquí o allá, fueron protagonistas —cada uno en su hacer— del desarrollo y engrandecimiento de Madrid. Ese es el caso del sastre Emilio Núñez Núñez, de cuyos descendientes recibimos su gratitud y una valiosa colaboración.


A modo de introducción
Antes de recibir un entrañable correo de la bisnieta de don Emilio Núñez, la mirada atenta de un lector había localizado el cartel de la sastrería colocado en la fachada del edificio de la calle de Alcalá, 28, publicada en el artículo “Origen y desaparición de AL CAPRICHO, la tienda de tejidos y confecciones de la calle de Alcalá, 26” 

Amablemente, nos facilitó las etiquetas de una prenda de su colección, motivo suficiente para la realización del artículo “Los antiguos edificios de la calle Alcalá, 48 y 50 y la Sastrería de Emilio Núñez, uno de los sastres de Franco” 

Lamentablemente, ante la imposibilidad de conseguir más información, terminamos diciendo: “Poco más podemos contar del sastre Emilio Núñez. La investigación genealógica no aportó datos y la información gráfica es escasa, por lo que es muy limitada la historia, aunque también muy interesante”.

Estas conexiones, más las derivadas de la conversación mantenida con los descendientes de Emilio, nos permiten conocer la Historia y vida del sastre Emilio Núñez Núñez, madrileño de adopción. 

Para contarla es fundamental remontarnos al último año del siglo XIX. 

FIN DE SIGLO

La última década del siglo fue tan variopinta en sucesos como lo habían sido los noventa años anteriores. Madrid, epicentro de todo, avanzaba (a trompicones) y continuaba siendo el escenario de los más sonados acontecimientos.
Nos ocupamos del último año, destacando algunos momentos relevantes vividos en la ciudad y un nombre, el de Enrique Barberá. 

1899 
Desde octubre de 1898 circulaban por la ciudad los tranvías eléctricos.
Se inaugura el edificio de ABC y Blanco y Negro y la sede de la Real Academia Asturiana de Minas.
Queda constituida la Sociedad General de Autores.
En el ámbito literario, Ramón de Valle-Inclán pierde su brazo izquierdo.

Enrique Barberá
En el periódico madrileño La Reforma, del 12 de febrero de 1899 se anunciaba una boda. Enrique Barberá, del que dice el periódico que era de profesión jornalero, más tarde se dedicará al oficio de sastre.


La esposa de Enrique, María B. Leonarte, tenía una hermana llamada Carmen, casada con el señor Juan Pérez, empleado ferroviario. De ese matrimonio nacerán Asunción, Carmen y José Enrique (Pepito). 

Con estas uniones se fraguará la historia que está a punto de comenzar.


El sastre Emilio Núñez de la calle de Alcalá.

HISTORIA Y VIDA
1900

Dejamos con sus asuntos al Madrid del nuevo siglo para acercarnos a un pueblo de la comarca del Bierzo llamado Ruitelán.

Ruitelán (Ratulam)
La Historia comienza en el pueblo berciano de Ruitelán, allá en el término municipal del Valle del Valcárcel, Villafranca del Bierzo (León). Con pasado romano, desde antiguo fue camino de comunicación con Galicia y Francia, además de parada para los peregrinos a Santiago de Compostela antes de ascender los puertos de Cebrero y Piedrafita.

Se dice que San Froilán (Lugo, 833 – León, 904) vivió unos años como ermitaño en una cueva cercana al pueblo antes de convertirse en Obispo de León.
Se dice también que el nombre de Ruitelán aparece en un documento del Cartulario del monasterio de Carracedo mediante el cual Alfonso IX delimitaba las heredades a Pedro Peláez de Villafranca en el Valle de Valcárcel y las iglesias de Sancta Marieae de Rasinde y Sancti Johannis de Ratulam. El documento está fechado en Villafranca del Bierzo el 14 de marzo de 1194.

En el Atlas España Regional, de Ceferino Rocafort y Casimiro Dalmau (1910) nos cuenta de Villafranca del Bierzo:
«Su topografía es muy accidentada. Por los confines del N. se eleva la cordillera Astúrica, con el pico de Miravalles y los puertos del Trayecto y de Cienfuegos; por Occidente se extiende la sierra de los Picos de Aneares, con los de Guiña y Peña Rubia, el puerto de Piedrafita del Cebrero y los montes Capeloso y Faro, y, por Mediodía, bordea los límites la sierra de la Encina de la Lastra, con Peña Laza y el Montouto».
En cuanto a la Vega de Valcárcel, recoge estos datos:
«Lugar de 3,499 habitantes, a 145 kilómetros de León y a 16 de la estación de Villafranca del Bierzo. Carretera de Ponferrada a Lugo. Produce patatas y ganado. Celebra ferias los días 5 y 22 de cada mes, y mercados los lunes. Hay agregados los lugares de Ambasmestas, Argenteiro, La Braña, El Castro, La Faba, Las Herrerías, Monón, La Pórtela de Valcarce, Ruitelán, Samprón y Villasinde; los barrios de Hospital y Las Lamas, y las aldeas de Laballós, Lindoso, Rasinde, San Julián, San Tirso y Sotogayoso».

Hacia 1885 Ruitelán contaba con unos 80 habitantes y 33 edificaciones, de las cuales 13 estaban inhabitadas. [1]
No sabemos cuántos vecinos habitaban el pueblo en 1900. Los datos más recientes indican que en 2023 se estimó una población de 24 personas, de ellas, 13 eran mujeres. [2]

El pequeño Emilio
A pocos días de estrenado el nuevo siglo, en la casa donde vivían José Núñez y su esposa Catalina Núñez, se esperaba un acontecimiento. El 16 de enero doña Catalina daba a luz a Emilio, el futuro sastre.

«—¡Yo nací con el Siglo!», sus nietos recuerdan esto que él decía con orgullo.

Después vendrán cinco hijos más: Josefa, José, Colomán, Ángel y Amable (citados sin orden cronológico).

No es difícil imaginar la vida de los pueblos en aquellos tiempos. Con escasos habitantes, la ausencia de servicios esenciales, el aislamiento en invierno y otras penalidades, la prosperidad no era tanta como la deseada. Habitualmente la educación primaria se impartía en casa; de lo contrario, en el caso de Ruitelán, la escuela más cercana estaba a unos 16 kilómetros, en Villafranca del Bierzo.

En el periódico Continuación del Almacén de frutos literarios o Semanario de obras inéditas, de 7 de diciembre de 1818, se reproduce el viaje realizado en 1799 por el diputado de Galicia don Vicente del Viso para reconocimiento de los caminos que llevaban desde Astorga a La Coruña y de Benavente a Orense. Tiene continuación en el publicado el 14 de diciembre (signado como Tomo IV), en el que se describe el camino desde Villafranca del Bierzo hasta Ruitelán:
«Sale el camino de Villafranca por su puente sobre el rio Burbia, siguiendo toda esta posta con varias tortuosidades entre Poniente y Norte, por la orilla derecha del rio Valcarcel, hacia su origen y por una grande garganta que forman dos altas montañas, hasta el pie del elevado puerto del Cebrero. El piso es naturalmente aguanoso, y de muchas subidas y bajadas. Fué muy costoso el camino, por tener que hacer de calzada la mayor parte, y que construir muchos puentecillos, alcantarillas y paredones; y sin embargo de su gran coste no deja de ser en el invierno bien incómodo por los muchos lodazales que se forman en él. Lo mismo sucede por lo general en todo lo demás hasta salir de las montañas del Cebrero».
Conocido el terreno, pongamos en la escena al médico que acompañado por su burro recorría los pueblos de la comarca prestando asistencia a los enfermos y más necesitados. Era el doctor Barberá, hermano de aquel joven que se había casado en Madrid en 1899.

El doctor Barberá
El pequeño Emilio —si es que en esa época un chaval de 11 años era un niño— es cogido como ayudante por el doctor Barberá para asistirle en los viajes, en las visitas y haciendo recados. Emilio, a pesar de su corta edad, se muestra trabajador, voluntarioso e inteligente.
El médico poco tarda en darse cuenta de las cualidades del muchacho y lejos de acapararlo para sí, decide llevarlo a Madrid.
Con el consentimiento de José y Catalina, Emilio coge su petate y comienza junto al médico el largo periplo que le llevaría a la Villa y Corte en busca de un futuro mejor.
Tiempo después, sus hermanos José y Colomán emprenderán el mismo viaje.

1914 - Emilio en Madrid
Catorce años tiene Emilio cuando pone pie en suelo matritense. Se instala en la casa de Enrique y María, hermano y cuñada, respectivamente, del doctor Barberá. Para entonces Enrique ya era sastre y acogió al joven con la intención de enseñarle el oficio. Emilio se aplicó concienzudamente, dando por resultado el sastre que ya conocimos y del que ahora estamos contando su historia.


Es probable que asistiera a los cursos impartidos por la Sociedad de Maestros de Sastre “La Confianza”. Como veremos más adelante, su vinculación con esta Sociedad perdurará en el tiempo.

Almudena, nieta de Emilio, asegura que también se formó en Londres, ciudad a la que continuará viajando siendo ya un reconocido sastre. Las fotografías, tomadas en la capital inglesa entre 1922 y 1926, dan cuenta de ello.


La vida del aprendiz de sastre se desarrolla con normalidad. Adquiere todos los conocimientos teóricos y prácticos de un oficial y se encamina al de maestro de sastres que llegará a ser. Entre paños y patrones; medidas aquí y pespuntes allí, Emilio está preparado para independizarse.



1926 – Una boda
Se dice que del roce nace el cariño. Así ocurrió entre la familia Barberá y el joven Emilio Núñez Núñez. Carmen, cuñada de Enrique Barberá, casada con Juan, había dado a luz a Asunción Pérez Leonarte el 15 de agosto de 1906.
Cuando Emilio llega a Madrid Asunción tan solo tiene 8 años. 

Almudena nos cuenta de la relación de su abuelo con las familias: "Con mi abuela trató durante años como si fuera una prima o una amiga, ya que desde que se trasladó a Madrid tenía una relación muy familiar con los Barberá-Leonarte y con los Pérez-Leonarte (padres de mi abuela Asunción). Se veían en varias ocasiones en reuniones familiares.
Existía una chispa entre ellos [sus abuelos] y me consta que Asunción tuvo varios pretendientes, incluso alguno le pidió en matrimonio, pero a ella no le gustaban porque los consideraba demasiado 'afectados'; a ella le gustaba Emilio, simpático, campechano y de trato muy natural".

El tiempo pasa, Emilio se esmera por ser un buen sastre. Asunción estudia, se licencia en Comercio… y un día nace el amor.


Por su parte, José, hermano de Emilio, se casaba con Carmen Pérez Leonarte un año más tarde.

Aquel médico de pueblo, hermano del sastre que enseñó a Emilio el oficio, nunca hubiera imaginado que acabaría siendo medio pariente del niño que tiraba del burro, y mucho menos que aquel mocoso llegaría a ser un sastre de personas importantes.

El 11 de febrero de 1926, Emilio, con 26 años, y Asunción a unos meses de cumplir los 20, contraen matrimonio. La vibrante juventud, la emoción y alegría de aquel día quedaron inmortalizados en estas fotografías conservadas por los descendientes.



Los novios posaron para el fotógrafo J. Segura, de la Puerta del Sol, 4. Este profesional se instaló allí en 1903, seguramente en el estudio que había ocupado el fotógrafo Astray en el siglo XIX.

Publicidad de 1881

Publicidad de 1904

Publicidad de 1925

Emilio ya había sido retratado por Segura hacia 1921 y en 1924.



La sastrería
Ese mismo año de 1926 se inaugura la sastrería de la calle de Alcalá, 28. Desde el comienzo, o después de aumentar la familia, Emilio ocupará la segunda planta del edificio como sastrería y la tercera como vivienda.



Cuenta Fernando, nieto del sastre, que —aunque él mismo se asombra al decirlo— los pisos contaban con 32 habitaciones.
Vistos los planos publicados en el artículo anterior, el edificio era estrecho en su fachada, pero de gran longitud hacia el linde con el de la calle de los Madrazos, lo que hace posible ese recuerdo suyo.


Entre los empleados se encontraban Pepe y Colomán Núñez (sus hermanos), Patro, Gáspar, además de otros muchos (entre 25 y 30) de los que no se recuerdan nombres pero que eran como de la familia tanto para Emilio y Asunción como para sus hijos. También trabajaba en la sastrería Manuel, mano derecha de Emilio y personaje fundamental en la sastrería en el trato y recepción de los clientes, en la toma de las medidas y en las diversas pruebas que se les hacía, además de su colaboración en las labores de administración y finanzas, cuya responsable era Asunción.

También recuerdan sus nietos el paso de la Cabalgata de Reyes por la calle de Alcalá, vista desde la vivienda de la tercera planta. Una fotografía tomada por Emilio desde esa ubicación hacia 1927 nos muestra el interesante paisaje y la amplitud de visión.



Aproximadamente de la misma época es esta otra fotografía tomada por Emilio en la plaza de Castelar (Cibeles).


De marzo de 1935 es esta otra en la que aparece un grupo de sastres pasando un buen rato. El sexto, abajo desde la izquierda, es Emilio.


Recordemos que un año antes, en 1934, Emilio había confeccionado su primer traje para Franco. Más tarde, en 1936, le hará varias prendas más. Esto traerá sus consecuencias. Comenzada la Guerra Civil la situación en Madrid se tornó compleja y Emilio tuvo que trasladarse a Salamanca, donde abrirá otra sastrería. Regresará a la de la calle de Alcalá en 1939.


La sastrería de Salamanca
Como adelantamos, durante la guerra Emilio y su familia deben abandonar Madrid. Se trasladan a Salamanca, para instalar la sastrería en el principal del número 36 de la calle Generalísimo Franco (antigua y actual calle del Toro).
Por la numeración —de no haberse modificado en el callejero— se corresponde con el edificio modernista llamado Casa de Timoteo Gómez, situado en la Plaza del Liceo, bifurcación de las calles del Toro y Azafranal.





En aquellos tiempos el tren era el principal transporte terrestre de mercancías y pasajeros, por lo que para cualquiera de esos servicios fue necesario disponer de una tarjeta de identidad emitida por la Compañía Nacional de Ferrocarriles.
En la de Emilio vemos que la dirección de su domicilio es distinta a la de la sastrería, por lo que a diferencia de la de la calle de Alcalá, en Salamanca la familia pudo residir en otro edificio o se trata de la numeración antigua.



Emilio y la Sociedad de sastres de España “La Confianza”
Como habíamos comentado, en sus inicios Emilio pudo haber asistido a las clases impartidas por esta Sociedad de sastres que merece ser recordada.
Entre los años 1862 y 1868 la lista de sastres y sastrerías anunciadas en los tabloides era considerable. Por los domicilios vemos la cercanía entre unos y otros, aunque cabe destacar que no todos tenían la misma especialidad.


El listado representa solo un porcentaje del total de sastres. El gremio, ya bastante disperso, propició que el 24 de noviembre de 1865 se fundara en la calle del Gato (Madrid) la Sociedad de Maestros de Sastres “La Confianza”, con la intención de aglutinar a todos los maestros y oficiales del gremio para velar por sus intereses y protegerles contra los abusos de los no pagadores.

La Correspondencia de España. Madrid, 31 enero 1868

En 1876 se fundará “La Confianza” de Barcelona y en 1908 se creará un montepío por el que se repartían pensiones de vejez, becas para los huérfanos y socorros para las viudas de sastres.


En 1959 se creará el Consejo Español de Sastres y en 1962 se fundará el Club de Sastres.

Durante el Régimen, estas instituciones, sociedades y en general todos los gremios de trabajadores, estuvieron vinculados al Sindicato Vertical y sus ramas sindicales. En este caso, al Sindicato Nacional Textil.
En la siguiente fotografía de Santos Yubero, conservada en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, vemos la audiencia civil concedida por Franco a miembros del Consejo Español de Sastres en 1962.


La vinculación de Emilio con “La Confianza” de ambas ciudades y el Consejo de sastres, perdurará más allá del final de su vida laboral. Sus descendientes han facilitado una serie de medallas conmemorativas y otras meritorias. Son muestra de la intensa actividad de Emilio y el reconocimiento a su trabajo.

Medalla Consejo Español de Sastres (circa 1959)

Medalla al Mérito. "La Confianza".

Medallas del Centenario "La Confianza" de Madrid (1865-1965)

Medalla del Centenario "La Confianza" de Barcelona (1876-1976)


La Confianza (Asociación de Sastres de España) continúa en activo y en ella se imparten cursos desde 1897. Puede visitarla a través de este enlace: https://laconfianzasastres.org/ 


Los clientes
En la búsqueda de información para el artículo en el que recuperamos parte de la historia de Emilio, encontramos alguna publicidad, la participación en eventos relevantes y una entrevista concedida al periódico Hoja del Lunes con motivo del fallecimiento de Francisco Franco. Pero no fue el dictador su único cliente ni el más significativo.

La calidad del género, el buen gusto y la excelencia de la confección hacían de su trabajo una carta de presentación. Muchas personas de la alta sociedad española y extranjera pasaron por su sastrería o les visitó en sus domicilios para tomarles medidas. Dicho esto, es lógico comprender que los descendientes de Emilio atesoren los retratos que le dedicaron el conde de Barcelona y el entonces príncipe Juan Carlos.


Con motivo de la celebración del XIV Congreso Mundial de Sastres celebrado en Madrid en 1970, un periódico había escrito:
«Personalidades como el Jefe de Estado son clientes de profesionales españoles de distintas capitales, y el joven Príncipe de España ha encontrado en el taller de un sastre madrileño el estilo más acorde con su gusto sobrio y distinguido».
Como contrapunto, para comprender que la clientela no hace a la ideología del sastre, Emilio confeccionará trajes para Andréi Gromyko, ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética. Pudo hacerlo durante la dictadura franquista en sus viajes a Londres, donde el ministro ruso asistía con frecuencia para tratar asuntos relacionados con la guerra fría y la O.T.A.N.
Menos probable es que lo hiciera en noviembre de 1979, cuando Madrid recibió la primera visita oficial del ministro ruso. Quizás pudo hacerlo también en esa ocasión, como deferencia a su antiguo cliente.

En las fotografías, del 20 y 21 de noviembre de 1979, respectivamente, vemos a Andréi Gromyko reunido en La Moncloa con el presidente Adolfo Suarez, seguida del encuentro mantenido con el líder del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, celebrada a petición del mandatario ruso en la Embajada de Rusia.


Gromyko volverá a Madrid en 1983 para reunirse con el secretario de estado norteamericano George Shultz. Madrid se convertirá por unos días en la capital de la guerra fría. La llamada Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa, celebrada en el Palacio de Congresos, fue clausurada solemnemente por Juan Carlos I el 9 de septiembre.

El lector promotor del primer artículo sobre la sastrería de la calle de Alcalá, propietario de un traje confeccionado por Emilio, indica que su primitivo dueño fue un diplomático.

Aunque no se conserva un libro de registro de los muchos clientes de la sastrería, los conocidos hasta el momento y personalidades como el doctor Gregorio Marañón; los ingenieros Paz Castañé y Eduardo Torroja Miret, y los arquitectos Miguel de los Santos, Miguel Fisac y Manuel Sánchez Arcas, son suficientes para hacernos una idea de su nivel social y su buena reputación en la alta costura madrileña.
Por los descendientes sabemos de la conexión del sastre con la familia Menéndez Pidal, existiendo la posibilidad de que también confeccionara alguna prenda para Don Ramón y otras ilustres personalidades con las que la familia Núñez Pérez mantenía contacto. De esta conexión hablaremos a continuación.


Los hijos de Emilio y Asunción
Emilio y Asunción tendrán dos hijos. En la vivienda de la calle de Alcalá, 28, nace en 1927 María Asunción (Mariasun) y Emilio en 1931.


La pequeña Mariasun había estudiado en Madrid en el Instituto Escuela (IE), primero en el edificio construido en 1929 en los terrenos del Olivar de Atocha (entre el Retiro y el Observatorio Astronómico, actual IES Isabel la Católica); luego se trasladaron al edificio diseñado y construido en 1933 por los arquitectos Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban en los altos del Hipódromo, que es actualmente el CEIP Ramiro de Maeztu.


Las aulas tenían un contacto directo con la naturaleza (cada clase disponía de un pequeño huerto) y se daba gran importancia al soleamiento de las aulas, al contacto con el aire libre, y que los espacios propiciaran al juego y a practicar deportes. 



Finalizada la contienda la familia regresa a Madrid en 1939. Vendrán años complicados en todos los sentidos. Emilio y Asunción buscarán continuar la educación de sus hijos de acuerdo con los principios del Instituto Libre de Enseñanza.

En 1900 se había creado el Ministerio de Instrucción Pública y cuatro años más tarde la primera cátedra de Pedagogía, a cargo de Manuel Bartolomé Cossío. En 1907, como herramienta fundamental de modernización de la educación, nace la Junta para Ampliación de Estudios (JAE), presidida por Santiago Ramón y Cajal. En 1918, siguiendo la doctrina del Instituto Libre de Enseñanza, la JAE fundará el Instituto-Escuela.

Esta institución fue creada muy a pesar de los detractores que intentaron impedirlo, compuesto en su mayoría por políticos contrarios a la libertad de pensamiento. Afortunadamente, la iniciativa pudo salir adelante. 
El ilustre pedagogo Lorenzo Luzuriaga escribía en las páginas de El Sol del 26 de agosto de 1918:
«El Instituto-Escuela de segunda enseñanza, en buena hora creado por el Sr. Alba, continúa desarrollándose del modo previsto en el decreto de 10 de mayo último. Recibido el Instituto con el aplauso unánime de la opinión competente e imparcial, sólo los elementos interesados en que la segunda enseñanza pública de España permanezca estancada, han hecho de aquel un motivo para la propaganda de sus ideas reaccionarias y disolventes. Afortunadamente, esa campaña, ni por su calidad ni por su intensidad, han puesto un momento en peligro la vida del Instituto-Escuela. Y este abrirá sus puertas en los primeros días del próximo octubre, como los demás establecimientos públicos».
Como era de esperar, el Instituto Escuela será clausurado por el Régimen.


1940 - El Colegio Estudio
Son tiempos difíciles para la educación libre. A pesar de ello, en enero de 1940, Jimena Menéndez Pidal, junto a Carmen García del Diestro y Ángeles Gasset, todas antiguas alumnas y profesoras del Instituto-Escuela, fundan el Colegio-Estudio en un chalecito de la calle Oquendo. Un año después se trasladarán a la calle General Mola (actual Príncipe de Vergara) y en 1950 a la calle Miguel Ángel, 8.


Mariasun estudiará allí desde los 13 a los 17 años y el joven Emilio desde los 8 hasta los 17. Y aquí viene la conexión con la familia Menéndez Pidal, porque los Núñez Pérez, apoyando los valores de crear individuos libres, participarán económicamente en el sostenimiento del Colegio-Estudio.

Mariasun (la sexta de pie, desde la izquierda)

Es más, Mariasun y Emilio fueron profesores del Colegio Estudio. Mariasun, mujer muy estudiosa y lectora incansable, será la bibliotecaria desde 1971 hasta 1992, sumando así un dato que hace a la importancia de la familia Núñez Pérez en el ámbito industrial y cultural de Madrid. Si ahondamos un poco más encontramos que esa importancia, la relevancia de la familia, también lo es a nivel nacional e internacional en la figura de Emilio (hijo).


Emilio Núñez Pérez
Emilio, además de profesor de música del Colegio Estudio, fue un reconocido musicólogo cuyo nombre figuró en las muchas conferencias impartidas y participaciones en el Jurado de varios certámenes operísticos. 


Persona muy querida en todos los ámbitos de su vida, era carismático, muy ingenioso, y tenía muchísimos amigos. Todos quienes le trataron continúan llevándole en su corazón.
Prueba de todo ello es esta fotografía de 1985 en la que Emilio, siempre sonriente, es retratado junto a una de sus amistades, la pianista Alicia de Larrocha.


 
Durante 25 años dio clase de música española en la Universidad de Middlebury , en Vermont (USA) y allí instalaron un banco conmemorativo en memoria y recuerdo de Emilio.

Placa y banca dedicada a Emilio Núñez

Está ubicado entre Mead Chapel y Hepburn Hall. Bello paisaje que recordamos en esta fotografía de 1933 publicada en Ahora con motivo de un reportaje sobre los maestros de español en la Universidad, creada en 1917. 
 
Universidad de Middlebury - Hepburn Hall (Vermont, USA) 1933

Su presencia en la Prensa comienza casi a la par que la de su padre. Si el sastre Emilio Núñez es citado en los periódicos con motivo del Festival de las fibras modernas celebrado en Madrid en 1962, casi a la vez se anuncian las conferencias de su hijo. 

El 5 de marzo de 1962, en The International Institute (Calle Miguel Ángel, 8 – Antiguo Colegio-Estudio), impartirá una conferencia de homenaje a Lucrecia Borgia, ópera de Donizetti.
El 17 de febrero, en el mismo espacio, presentará la audición de La Traviata, de Verdi.
En junio de 1965, en el Círculo cultural Medina (Calle San Marcos, 40) imparte una conferencia en homenaje al compositor español Sebastián Yradier.

Diario Pueblo. Madrid, 29 de junio de 1965

En 1966 ya era director artístico de los Conciertos del Museo del Romanticismo. 
Ese año impartirá una conferencia sobre la Historia del Metropólitan Ópera House de Nueva York en la Casa de América. Se dijo de su intervención:
«Toda la vida del gran teatro lírico ante el auditorio a través de la palabra docta, justa y amena del conferenciante…». 
Esas cualidades de Emilio como conferenciante y como profesor serán una constante en el ambiente cultural matritense y fuera de España.

El 12 de abril de 1967 dará una conferencia para el Club de Arte Alfredo Kraus en “La ballena alegre” del Café Lion (Calle de Alcalá, 59). El tema de su intervención se titulaba “La verdadera contralto, una voz que desaparece”.
El 15 de febrero de 1971, en el Instituto Francés (Calle marqués de la Ensenada, 10), conferencia “Paralelo entre la Carmen de Bizet y la de la Merimée”.

Como nota curiosa, en 1973 Emilio mostrará sus dotes de interpretación en el mítico Pequeño Teatro Magallanes (Calle Magallanes, 1) con su participación en el estreno de “El interrogatorio de Nick”, de Arthur Kopit.
Alfredo Marqueríe Mompín, crítico de teatro y dramaturgo, había dicho de esta representación:
«En el Pequeño Teatro Magallanes, el Centro Cultural de los Estados Unidos presentó a la Compañía de Repertorio Norteamericano, con el estreno de “El interrogatorio de Nick”, de Arthur Kopit, y “El Metro”, de Le Roy Jones. La primera pieza fue admirablemente interpretada por Fernando Conde, un joven actor de intensas posibilidades expresivas; Emilio Núñez, que apartado momentáneamente de su musicología, reverdeció sus laureles de gran intérprete…»

Lo cierto es que tanto Mariasun como Emilio llevaban la vena dramática en sus venas, ámbito que no llegaron a desarrollar profesionalmente por estar mal visto en esos años el oficio de artista/cómico, a pesar de las críticas muy favorables que tuvieron de sus actuaciones.


El 21 de febrero de 1950, en la columna de noticias cinematográficas y teatrales de ABC, el citado Alfredo Marqueríe Mompín decía de los hermanos Núñez Pérez:
«En el mismo local [Teatro de Ensayo “La Carátula”] del teatro del P. M. M. se estrenó el domingo, por la mañana, una deliciosa farsa de los antiguos alumnos de “Estudio”, titulada “Manto, tabique y balcones”. Diego Catalán, Elvira Ontañón, José María Vega, Ana María Obregón, Fernando Terán, Carlos Lowy, Pedro Martín, Carmen Comín, Rafael Hidalgo y dos jóvenes y extraordinarios artistas: María Asunción y Emilio Núñez, cuyas dotes envidiarían muchos profesionales, dieron vida a esta deliciosa comedia. El verso clásico y el enredo trabado y resuelto a la mejor manera de nuestra época del áureo siglo y del glorioso tablado, adorna este delicioso “pastiche”, lleno de inspiración, de fresca musa, de lozano humor y de un sentido del movimiento escénico, sorprendente, tanto por su perfección como por su acabada imitación de los mejores maestros del género».

En abril de 1978, la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid invitaba a sus socios a la conferencia con ilustraciones musicales “Norma, de Bellini” en la Sala Joaquín Turina (Calle San Bernardo, 44). Un año después, en marzo, nueva invitación de los amigos de la Ópera para la conferencia “La dama de picas, de Tchaikovsky”.

Después llegarán las participaciones de mayor calado, como la de jurado representante de España en el XVIII Concurso Internacional de Canto, celebrado en 1980 en Barcelona bajo la presidencia de honor de la reina Sofía. También ese año participará como jurado en el II Certamen Lírico del País Vasco y en 1982, otra vez en Barcelona, como jurado de los Premios Francisco Viñas.
En 1984 impartirá la conferencia “Puccini, su vida y su obra” en la Biblioteca Nacional de España. 

Emilio Núñez Pérez fallecerá en Madrid el 23 de septiembre de 1992. El recuerdo de su buen hacer queda en esta breve reseña y en un espacio madrileño como lo es la Biblioteca Musical Víctor Espinos (Conde Duque), donde se encuentra una importante colección de discos de vinilo pertenecientes a Emilio, donada por la familia. También donaron vinilos (LPs y Singles) a la Biblioteca Nacional de España.



La familia crece
En cada uno de nuestros artículos siempre aparecen conexiones que llevan al desarrollo de las historias. En el caso de la familia Núñez Pérez es sorprendente. María Asunción Núñez Pérez (Mariasun), profesora y bibliotecaria que fue del Colegio-Estudio, contraerá matrimonio con el médico Luis Fernando Dronda Roldán en 1956.





De esta unión nacerán Almudena, Belén y Fernando Dronda Núñez, nietos de Don Emilio, quienes han colaborado con sus recuerdos en la investigación de esta historia y facilitaron las fotografías que reproducimos.



El doctor Dronda Roldán
Don Luis Fernando Dronda Roldán formó parte del cuadro médico de la Asociación de la Prensa y fue profesor de la Beneficencia municipal. Especializado en enfermedades de pulmón y corazón, en 1954 atendió la consulta del eminentísimo doctor Juan Torres Gost, de la misma especialidad, en la calle de Atocha, 79, primero.
La consulta de Luis Fernando estaba en su propio domicilio de la calle General Pardiñas, 82 B, primero. 

Desde 1968 se ocupó de la consulta médica del Patronato Municipal de Madrid. Entre sus pacientes estaban los agentes de la Policía Municipal de Tráfico. Por ese motivo, en noviembre de 1978 es entrevistado por Pueblo: Diario del Trabajo Nacional, para hablar sobre los efectos de la contaminación en los agentes. El doctor Dronda había dicho:
«Entre los policías municipales que yo he tratado durante los diez años que he ejercido como médico del Patronato Municipal, las enfermedades más frecuentes eran las afecciones bronquiales (bronquitis crónica) y asma. Todo ello producido por las emanaciones de gases tóxicos que ellos respiran durante su servicio, que, creo, es de unas ocho horas. En pacientes de más de cuarenta años de edad se ha dado con frecuencia el cáncer de pulmón. Todo empieza con irritación de garganta, después ronquera, tos y náuseas, derivándose una afección bronquial crónica, asma, llegando a producirse el cáncer de pulmón».


Don Luis Fernando Dronda Roldán fallecerá en Madrid el 27 de octubre de 1984.


En su familia hubo otro médico, su hermano Gabriel, médico militar residente en Sevilla desde los años 50. 

Existe otra conexión de la familia Dronda Núñez con una institución de la calle de Alcalá, 27, frente a la sastrería. Un primo hermano de Luis Fernando, don José Joaquín Sancho Dronda, había sido director general de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja y presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, ubicada en ese domicilio.


“Para ser bueno en tu profesión te tiene que gustar lo que haces”
Ese lema del sastre don Emilio era una constante en su vida y en su profesión. Así lo recuerdan sus nietos, como un gran profesional y un ser humano excepcional.
Su elegancia en el vestir era fiel reflejo de lo que ofrecía a sus clientes, demostrado en la confección de las prendas, en la calidad del género y su compromiso con la Alta Costura.


De este grupo de fotografías, la tercera es del año 1962. Poco después, en 1966, acumulaba 40 años al frente de su sastrería, más los 10 o 12 de aprendizaje y consolidación en el gremio sartorial.

Este documento de 1952 nos muestra la procedencia del género. Históricamente, la industria textil de Sabadell era reconocida en Europa por la calidad de sus paños y estampados. También utilizaba género inglés.


Asistió a varios de los muchos certámenes y congresos de moda masculina, adaptándose a las nuevas tendencias del corte clásico. Como buen maestro de sastre, en la intimidad familiar también confeccionó prendas femeninas.

De las fotografías recibidas, todas entrañables y reveladoras, hubo un silencio al contemplar la tijera del sastre. Imaginamos por un momento el movimiento de la mano experta y delicada cortando del patrón previo la pieza que formaría en un todo la prenda de vestir.


Recordamos entonces las palabras de Juan de Contreras y López de Ayala, más conocido como el marqués de Lozoya, escritas en el prólogo de Historia del traje en imágenes (Editorial Gustavo Gili: 1966):
«La indumentaria responde, como la Arquitectura, a una necesidad vital, y el sastre, como el arquitecto, quiere conseguir una doble finalidad: la de dar cobijo y abrigo al cuerpo humano y la de realzar ante la comunidad su belleza y su prestancia».
En su arte, Emilio mejoró al arquitecto, añadiendo además la precisión del cirujano y el exacto cálculo geométrico del matemático. Todo ello en representación de la excelencia y la elegancia.
No lo decimos nosotros, lo aseguran quienes conservan hoy prendas de Emilio Núñez Núñez.



La firma
La semántica tipográfica aplicada a los comercios e industrias siempre ha sido fascinante, una seña de identidad aún visible en los carteles de tiendas que perviven en Madrid.
En el caso de la tipografía utilizada en las etiquetas de prendas confeccionadas por Emilio, los caracteres no se corresponden con ninguna fuente convencional. El logotipo es su propia firma adaptada al diseño.



Alta Costura versus Prêt à porter
Si bien en el siglo XIX ya existían tiendas de ropa hecha, los avances de la industria textil y la proliferación de los grandes centros comerciales como El Corte Inglés, Galerías Preciados, Sepu, Simeón, entre otros, incrementaron la venta de ropa hecha; es decir, el Prêt à porter.
Irremediablemente, esto ocasionó una pérdida importante de clientes para las sastrerías.

Del siglo XIX traemos el gran bazar “AL SIGLO XX”, inaugurado el año 1884 en la calle de la Montera, 14. Por su nombre tan significativo y con visión de futuro, el dueño pensó en alcanzar el nuevo siglo; sin embargo, el bazar no llegará “al siglo XX” ni a la última década del XIX. En febrero de 1889 anunciaba la liquidación por cese de actividad con rebajas del 25 %.


Sastres de alta costura, los económicos, los remendones y las modistas y costureras pudieron continuar con su profesión. Así y todo, en la década de los 50 del siglo XX comenzó el declive que se iría acentuando progresivamente. Primero con las prendas femeninas e infantiles y después con la moda masculina.

En una publicidad de octubre de 1958, la Boutique PALAO anunciaba una “importante innovación”, la supresión de la confección a medida:
«Siguiendo la corriente de nuestra época, suprimimos la confección a medida. En lo sucesivo, solamente “Prêt a porter” por tallas».


Otras tiendas de moda femenina e infantil, incluso las peleterías, se sumaban a la comercialización de ropa hecha.



La famosa moda de París, ya consolidada en la sociedad española durante el siglo XVII, quedaba evidenciada en un pliego de cordel con una crítica al uso que de la moda francesa hacían las damas madrileñas. Comenzaba diciendo:
«Curiosa satira nueva, graciosa, y entretenida, en que se dà quenta de los trajes, y vsos nuevos que gastan las Damas en la Corte, juntamente con los lances que suceden en la [sic] idas del Pardo, entre hombres, y mugeres que van à esta Romeria y en particular, con las señoras gorronas: Trobado en vn Tono nuevo que se canta en la Corte, cosa de mucho gusto, y chanca, como lo verà el Curioso Lector»

Aquella moda de Francia volverá en la segunda mitad del siglo XX convertida en Prêt a porter, sumándose otros países europeos como Italia, Gran Bretaña, Alemania, Escandinavia, Suiza, etc.; también de Medio Oriente, Canadá y Estados Unidos.

Pueblo. Madrid, 19 de octubre de 1960.

En un artículo publicado en 1961, bajo el título “París presenta el «Prêt-a-porter»", se decía:
«París ha lanzado ya la moda del “prêt-a-porter”. Vestidos fáciles de llevar a cualquier hora del día. Vestidos creados para las mujeres sencillas que trabajan, que tienen que salir cada mañana a sus quehaceres: compras, transportes de los niños al colegio… Y para la moda fácil, línea sin complicaciones, tejidos ligeros (…) Una moda ideal, porque no es extravagante, pero tampoco tiene la insulsa sencillez de la línea saco, por ejemplo. Una línea que exige tipos estilizados, caderas lamidas, piernas y cuellos largos.».
Cuando algo es bueno y de calidad ¿es necesario dar tantas explicaciones? Calidad que, por otra parte, en el siglo XXI deja mucho que desear.


1963 - Manufacturas ACROM
En el kilómetro 9 de la carretera de Andalucía instala su fábrica Manufacturas ACROM, empresa textil que había comenzado su andadura ocho años antes en la calle Zurita con la confección de doscientas camisas por semana. Con la nueva fábrica se confeccionarán miles de prendas de vestir y tejidos.


Este es solo un ejemplo. En otras ciudades de España existían otras manufactureras de ropa hecha que participaban en el Salón Nacional de la Confección, creado en 1960.


1964 – La Reina de la primavera prêt a porter de El Corte Inglés
En mayo de 1964 se celebra en los salones del Hotel Palace la elección de la reina de la primavera de El Corte Inglés.
De las 392 candidatas solo quedaron 87 y de éstas 21 en una segunda selección. Desfilaron las bellas señoritas con vestidos confeccionados por la firma. Trajes de noche bordados con pedrería y para cóctel, de seda natural. Destacaron los tonos amarillos, verdes y azul marino, el hilo, la seda y las organzas plisadas. Todo, todo prêt a porter.
La ganadora fue Adela Tornero, una joven de 19 años, madrileña, pero de aspecto nórdico.


Para presentar la temporada Otoño-Invierno, la firma organizó un desfile de cien modelos para presentar las últimas novedades en Prêt a porter.


Galerías Preciados no se quedaba atrás y presentaba su moda de ropa hecha para jóvenes, lo mismo que Cortefiel.


Y así irá pasando la década de los 60, con ropa hecha a granel, impersonal, arraigada también en la moda masculina, bajo el afrancesado término que quería simular a la Alta Costura.
Los más famosos modistos franceses lo hicieron suyo y comenzaron la producción en masa de diseños.

Hasta en la literatura se utilizó el término; casualmente, se aplicaba a las novelas de la escritora francesa Françoise Sagan. Esto escribía la periodista Pilar Narvión en 1965:
«Además de literatura romántica, la Sagan sigue haciendo literatura “Pret a porter”. Si la costura “pret a porter” consiste en que todas podemos lucir un modelo Chanel confeccionado por docenas, a bajo precio. La literatura “pret a porter” en la que la Sagan es una campeona, consiste en una literatura al alcance de todas las mentalidades, que, debidamente empaquetada y servida como bocado exquisito, nos da la impresión y la ilusión de que somos listísimos, cultísimos e inteligentísimos».
Saltan las alarmas a mediados de la década de los 60. La Alta Costura, y con ella el oficio de sastre, comienza a sufrir el impacto económico que representa el Prêt a porter. El Sindicato Nacional Textil reclama ayudas para paliar la situación.
Por otra parte, los “maniquíes” —que es como llamaban entonces a las y los modelos de desfiles— veían como mermaba su trabajo. La exposición de estilizados muñecos en los escaparates disminuía y hasta suprimía los desfiles de moda.

Pueblo. Madrid, 14 de enero de 1966

Pueblo. Madrid 1 de febrero de 1966


1969 – Traslado de la sastrería
La nueva industria llenaba los escaparates de las grandes tiendas con sus colecciones de temporada para hombres y mujeres, niños y jóvenes. En los maniquíes estáticos lucían muy bien los diseños y la etiqueta con el precio lucía mejor. La moda se abarataba en todos los sentidos.
Esto y la publicidad constante propició una merma importante en la clientela de las sastrerías.
Las que no cerraron tuvieron que reducir espacio y personal. Esto último le ocurrió a Emilio.

Por acuerdo con los propietarios del edificio de la calle de Alcalá, Emilio trasladó la sastrería a un piso más pequeño de la Avenida Felipe II, 16. Le acompañaban su esposa y cinco de sus empleados, entre ellos su incondicional Manuel, su mano derecha en el negocio.

Aunque con menor clientela, Emilio continuará participando en certámenes y congresos de moda. En 1968 había participado en el X Certamen de la Moda Masculina en España, en el que se presentaba la línea “Gibraltar”.
En el NODO 1313 B, de 4 de marzo, podemos rememorar la celebración del Certamen. (Minuto 03:45)

Clic sobre la imagen para acceder




Pueblo. Madrid, 23 de febrero de 1968

Y en 1970 en el XIV Congreso Mundial de Maestros Sastres celebrado en Madrid. En esa ocasión se presentaba la línea “Hidalgo”.



En los NODO 1444 B y 1447 A de agosto y septiembre de 1970 podemos rememorar la celebración del XIV Congreso y la línea “Hidalgo”, respectivamente. Dos notas en blanco y negro y color de unos tiempos ya lejanos, con sus costumbres y sus modas.

Clic sobre la imagen para acceder (Minuto 00:18)


Clic sobre la imagen para acceder (Minuto 07:58)


Consolidación del Prêt a porter
Comenzada la década de los 70 el Prêt a porter se consolida. En mayúsculas anunciaba Hoja del Lunes del 8 de noviembre de 1971: “UNA REALIDAD MUNDIALMENTE ACEPTADA: EL PRET-A-PORTER”, y añadía: “Doscientas veinte personas se ocupan de que usted vaya vestido con los mejores géneros y a la última hora de la moda internacional. Entre las 20.000 prendas que lanza diariamente El Corte Inglés —en el acto, a su medida— encontrará la pensada para usted”.

En definitiva, esto obligará a que nombres relevantes de la Alta Costura madrileña cierren sus talleres. Como ejemplo, el caso del cierre de Herrera y Ollero en octubre de 1975.
Ya lo había adelantado Rafael Herrera a la Prensa:
«Dejaremos el piso en la mitad [San Onofre, 1]. En principio eran dos, que nosotros unimos por necesidades del trabajo y de los desfiles. Volveremos a ponerlos como estaban y ya veremos qué solución se nos ocurre para el que se queda vacío. Cerraremos el taller. Nos quedaremos con un mínimo de empleados. Continuaremos atendiendo a quienes se han vestido siempre aquí y mantendremos la boutique».

Emilio se había anticipado a Herrera y Ollero instalándose en el edificio de la Avenida de Felipe II. Sin embargo, todo intento de mantener el negocio era casi imposible ante una desmedida industrialización de la moda.


FINAL DE UNA ETAPA
1980

Cierre de la sastrería
Después de más de medio siglo al frente de la sastrería, Emilio tuvo que tomar la amarga decisión. No era la edad el motivo del cierre. Con ochenta años continuaba manteniendo la fuerza y el entusiasmo de su juventud y la entereza que le permitió luchar contra la adversidad en los momentos más complicados; sin embargo, no tuvo más remedio que claudicar ante la desproporcionada competencia del Prêt a porter.

Lo más difícil para él fue tener que despedir a sus trabajadores. A dos de ellos los pudo ubicar en otros trabajos distintos al que desempeñaban. Para satisfacer las indemnizaciones tuvo que vender la propiedad que tenía en Guadarrama.
La calidad humana de Emilio superaba al buen hacer del sastre.

Los que en algún momento tuvimos que abandonar definitivamente nuestro oficio, podemos entender el sentimiento y pensamiento de Emilio aquellos días.

El reconocimiento a su trayectoria profesional no tardará en llegar.


Mérito al trabajo
Si de por sí es un mérito trabajar hasta los 80 años de forma continuada y con plenas capacidades, Emilio conservaba una forma física excelente y continuaba conduciendo su SEAT 124. Así será por algunos años más.

En noviembre de 1980, a instancias del Gobierno regional, se celebró en el Hotel Convención (actual Novotel Madrid Center. Calle O’Donnell, 53) una cena con entrega de medallas al Mérito en el Trabajo. Entre los elegidos para recibir tan alta distinción estaba don Emilio.
El periódico Hoja Oficial del Lunes del 17 de noviembre lo anunciaba en las sección de noticias de Madrid.


El momento de recibir la medalla de plata quedó inmortalizado en esta fotografía. A la ceremonia asistieron los familiares de Emilio. Hoy permanece en el recuerdo de sus nietos.


Con esa sonrisa y la mirada cómplice, quizás dirigida a su querida Asunción, reconocemos al jovencito que llegó a Madrid desde un recóndito pueblo de la comarca del Bierzo y al sastre que eligió esta ciudad para quedarse.


ÚLTIMOS AÑOS

El 19 de junio de 1990 fallece Asunción, con quien tantas penurias, triunfos y alegrías había vivido durante los más de 60 años de compañía. Arropado por sus hijos y nietos, Emilio intentará superar tan triste pérdida; pero, el fallecimiento de su hijo Emilio en 1992 volverá a sacudir su pecho.

Don Emilio Núñez Núñez, el sastre de la calle de Alcalá, fallecerá el 9 de septiembre de 1993, dejando a Madrid un importante legado, tanto profesional como familiar.

Esta ha sido su Historia, su vida, la de un madrileño más que nació con el siglo XX y se marchó de nuestra ciudad a menos de dos lustros de la llegada del tercer milenio.






"FINAL, QUE VIENE A SER EL PRINCIPIO"

Así tituló Don Benito Pérez Galdós el último capítulo de la primera parte de su novela Fortunata y Jacinta. Lo utilizamos en este trabajo como continuidad de la Historia; porque, si bien sus protagonistas ya no están, su recuerdo los acerca a nosotros a través de sus descendientes. Hoy son ellos la continuación que viene a ser el principio.


Los hermanos Dronda Núñez en la actualidad
Ya conocimos la Historia y vida de Emilio, también la de Asunción y la trayectoria profesional de los hijos de estos en diversos campos, principalmente en la educación y el ámbito cultural madrileño, nacional e internacional.
Como ellos, los hijos de Mariasun Núñez y Fernando Dronda, también desarrollan una importante labor para Madrid y su gente. También en el extranjero.

Fernando: Médico especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Ramón y Cajal.

Belén: de formación pedagoga. Trabaja como docente en el colegio Estudio desde 1985 hasta 1992, año en el que viaja a Centroamérica para ser cooperante voluntaria hasta 1996. A su regreso a España trabaja en diversas ONG en programas de educación no formal. Desde 2011 es docente en un instituto de FP. 

Almudena: de formación arquitecta, en la actualidad trabaja en la Asociación ColArte en Madrid (www.colarte.org), de la que es socia fundadora desde su fundación en 2014.


***

Nota del autor

El 1 de mayo de este año 2024 tuve el honor de mantener una entrevista con Almudena, Belén y Fernando, los nietos de Emilio. El nexo de comunicación fue Natalia, su bisnieta, hija de Fernando. De ellos viene la colaboración para la realización de este artículo gracias a los muchos recuerdos que tienen de sus abuelos y padres; es decir, de la familia Núñez Pérez y Dronda Núñez.
La aportación genealógica, fundamental para conocer las líneas y ramas familiares protagonistas de esta Historia y vida, debo agradecérsela a Sofía, la otra hija de Fernando.
Que el artículo anterior, del que se habla al inicio, llegara a los descendientes es obra de una compañera y amiga de Fernando, la doctora Matilde Sánchez Conde. De esa primera conexión, todas las demás.

Dicho esto, y siendo mi pasión contar historias de Madrid y de los madrileños de antes, la intención de este trabajo no ha sido otra que seguir esa premisa, recuperando del pasado esta Historia de superación y triunfo. Y digo Historia porque no es biografía, aunque lo parezca.

Poder conocer a Don Emilio a través de sus descendientes y de las fotografías que enviaron, resultó una experiencia gratificante y apasionante, a pesar de la laboriosa tarea de investigación que deriva en las muchas conexiones que se recogen. Sorprendentemente, esas conexiones traen otros nombres de personas que sirvieron a Madrid desde uno u otro ámbito. En esencia, formaron parte de la vida de nuestra ciudad y su evolución. Para todos ellos, este sincero homenaje de Historia urbana de Madrid.


Eduardo Valero García



© 2024 Eduardo Valero García - HUM 024-002 ALCALÁ-NÚÑEZ
Historia Urbana de Madrid
ISSN 2444-1325


Bibliografía y Cibergrafía
 

[1] Diccionario geográfico, estadístico, histórico, biográfico, postal, municipal, marítimo y eclesiástico de España y sus posesiones de ultramar (1882 – 1887) Tomo VIII, pág. 876.

[2] Datos consultados en www.citypopulation.de  

Fuentes:

Biblioteca Nacional de España - Hemeroteca digital - Biblioteca digital hispánica
Archivo de la Villa - Memoriademadrid - Ayuntamiento de Madrid
Biblioteca Virtual de Prensa Histórica

De las fotografías:

Archivo familiar Dronda Núñez

Fundación Estudio. Colegio Estudio: https://colegio-estudio.es/historia/ 



Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.
 
 
Todo el contenido de Historia urbana de Madrid está protegido por:






En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2024) "El sastre Emilio Núñez de la calle de Alcalá. Historia y vida.", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325

o siga las instrucciones en Uso de Contenido.

[VER: "Uso del Contenido"]


• Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.
• En todas las citas se ha conservado la ortografía original.
• De las imágenes:
Muchas de las fotografías y otras imágenes contenidas en los artículos son de dominio público y correspondientes a los archivos de la Biblioteca Nacional de España, Ministerio de Cultura, Archivos municipales y otras bibliotecas y archivos extranjeros. En varios casos corresponden a los archivos personales del autor-editor de Historia Urbana de Madrid.

La inclusión de la leyenda "Archivo HUM", y otros datos, identifican las imágenes como fruto de las investigaciones y recopilaciones realizadas para los contenidos de Historia Urbana de Madrid, salvaguardando así ese trabajo y su difusión en la red.
Ha sido necesario incorporar estos datos para evitar el abuso de copia de contenido sin citar las fuentes de origen de consulta.
 


© 2024 Eduardo Valero García - HUM 024-002 ALCALÁ-NÚÑEZ
Historia Urbana de Madrid
ISSN 2444-1325