Esta es una historia surgida de la animada conversación con alguien que tiene un lejano recuerdo y una curiosidad. Ese alguien vivió durante su niñez y adolescencia en la calle Doctor Castelo, 32; se llama Pilar, y acaba de cumplir unos radiantes ochenta y dos años.
Entre sus recuerdos y vivencias figuraban los juegos infantiles con sus hermanos por el Parque de El Retiro; las visitas al puesto del famoso "Pirulo"; las costumbres familiares, entre las que destacó la educación y la gastronomía, además de un sinfín de detalles sobre el edificio, la distribución de su casa, y los negocios que había entonces en esa calle.
Todo su relato representaba un retrato amable del Madrid de la década de los cuarenta y cincuenta del pasado siglo, pero su interés estaba en saber algo más del lejano recuerdo, de la curiosidad nunca resuelta.
De entre los habitantes de la casa, incluido el portero de levita, su memoria rescataba la imagen de un misterioso señor de gran porte, elegantemente vestido, muy educado, pero de pocas palabras. De cabello cenizo, pobladas cejas y una mirada penetrante, confesó que le producía cierto temor.
Al verme tan interesado en ese detalle, aprovechó para decirme: "—Iba casi siempre con una señora rubia, alta y muy bien vestida. Creo que ella era espiritista. A ver si usted que busca tantas cosas de Madrid averigua algo de este personaje".
La tarea encomendada parecía difícil pero no imposible. En cuanto tuve la oportunidad comencé la investigación, dando por resultado una curiosa historia más de las muchas que nos ofrece Madrid a través de su gente.
La persona misteriosa que vivió en la calle Doctor Castelo, 32, se hacía llamar MANU DE LUTXI, aunque su verdadero nombre era Manuel Rapallo Ronco, nacido en Almería el 26 de marzo de 1914.
Fue un renombrado magnetizador y parapsicólogo, alumno y después director del Instituto Científico Español de Investigaciones Psico-Magnéticas (I.C.E.I.P.S. – Legalmente autorizado).
El Instituto estaba ubicado en el mismo domicilio, desde donde se impartían cursos presenciales y por correspondencia. Además, allí se realizaban sanaciones para corregir malos hábitos y sesiones prácticas con la presencia de reputados médicos y científicos. En ocasiones, a las sesiones asistían periodistas.
A finales de la década de los cuarenta ya había editado unos cursos elementales y superiores por correspondencia con el famoso hipnotizador FASSMAN (José Mir Rocafort) “El hombre radar”, a través del Instituto FASSMAN. En ellos se instruía a los alumnos en el uso y control de la mente.
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En 1951 eran más de 7500 los alumnos que seguían por correspondencia los cursos de magnetismo del profesor DE LUTXI, además de los muchos que asistían a las clases prácticas de hipnotismo magnético y a las demostraciones de desdoblamientos para sanación a distancia con la intervención de médiums.
Llegados a este punto, hacemos un breve inciso para conocer algo más sobre el hipnotismo en el Madrid de otros tiempos.
La moda del hipnotismo en Madrid
En esta publicación seriada hemos hablado del espiritismo y las mesas giratorias, también de las supersticiones de los madrileños de antes y de algunos sanadores en Historia de Madrid en pildoritas. Ahora sumamos otras prácticas de la parapsicología.
La Real Academia Española define la parapsicología como el «estudio de los fenómenos y comportamientos psicológicos, como la telepatía, las premoniciones, la levitación, etc., de cuya naturaleza y efectos no ha dado hasta ahora cuenta la psicología científica».
Sin remontarnos a los egipcios, autores de los siglos XVI y XVII ya hablaban del hipnotismo como un sueño nervioso con insensibilidad y catalepsia, en aquellos tiempos asociado a ciertos animales, principalmente a las gallináceas.
Su consolidación como doctrina del "magnetismo animal" llega en el Siglo XVIII con Franz Anton Mesmer y el "mesmerismo", método hipnótico por el cual podían curarse enfermedades. Para muchos, Mesmer está considerado el padre de la hipnosis. Después le secundaron otros médicos y científicos alemanes, franceses, españoles y americanos que no viene al caso citar ahora.
Ya en la primera mitad del Siglo XIX se practicaba el uso de la hipnosis en remplazo del cloroformo, si bien algunos científicos no veían futuro en su aplicación ni en los resultados.
Así explicaban en el método en la publicación El Monitor de la salud de las familias y de la salubridad de los pueblos:
«El modus faciendi no puede ser más sencillo, ni menos inofensivo. Se pone á un palmo ó palmo y medio encima de la frente de la persona á quien se pretende anestesiar (insensibilizar) un objeto luciente, pulimentado, brillante, encargándole que lo mire con mucha fijeza. A los pocos minutos de ese mirar fijo, se produce una especie de estrabismo convergente y superior, esto es, la persona mira bizco con ambos ojos hacia adentro y arriba. Siente además una gran fatiga, y á los tres ó cuatro minutos después, su pupila se dilata y contrae alternativamente, los párpados vacilan (parpadea) y pierde blandamente el conocimiento, sobreviniendo un periodo de insensibilidad (que se prolonga unos diez minutos) bastante profundo para que puedan practicarse cualesquiera operaciones quirúrgicas sin que el enfermo tenga conciencia de lo que le pasa. Se han practicado y repetido varios experimentos, unos con bueno, otros con malo ó ningún resultado.—No nos hemos dado prisa á hablar del hipnotismo, porque creemos que esta nueva maravilla caerá muy pronto en el olvido, cual cayó ya en 1842»
Lejos del premonitorio olvido, a mediados del siglo el hipnotismo se puso de moda y eran frecuentes las sesiones que derivaban en terribles susto. Mientras unos científicos se sumaban a los avances de esa "ciencia", otros advertían de sus peligros , como indicaba La Correspondencia de España en una noticia de 1860:
«Muchas personas se entretienen en Madrid en hacer experimentos con el nuevo anestésico denominado hipnotismo. Debemos advertir que tales esperiencias, al menos hechas empíricamente, son en estremo peligrosas».
Desde entonces, sesudos doctores escribieron sobre el hipnotismo y el magnetismo, con demostraciones en paraninfos, teatros, círculos, salones aristocráticos y en el mismísimo Palacio Real.
A pesar de haberse prohibido en Italia, la Reina Regente María Cristina de Habsburgo-Lorena nombró comendador de Isabel la Católica al doctor italiano Alberto Daas; además, obsequió un rico y elegante medallón de brillantes y rubíes a la hija del magistrado Montero de Espinosa, asistenta del doctor en la sesión de hipnotismo dada en Palacio la tarde del 13 de enero de 1888.
Aún así, la Prensa continuaba advirtiendo de la peligrosidad del hipnotismo sin que le hicieran mucho caso. De hecho, encontramos en las noticias de la época infinidad de referencias al hipnotismo durante todo el siglo XX, con sesiones y premoniciones de estrafalarios personajes, además de anuncios para cursos por correspondencia y manuales prácticos. Aquí un par de ejemplos.
Monsieur Aris y la médium Pakara. Estampa, 1935. |
Manual práctico de hipnotismo a distancia. Crónica, 1935 |
Como curiosidad, entre los personajes que fueron noticia en Madrid, cito a Alberto Mars de Madrigal, joven hipnotizador de diecinueve años del que decían tenía un poder magnético descomunal. A través de la hipnosis hacía que paralíticos caminaran, los ciegos recuperaran la vista y los enfermos desahuciados se curaran. Eso sí, cuando el periodista de Ahora que le entrevistó quiso ser hipnotizado por el joven, este se negó. Alberto vivía en la calle Duque de Alba, 11.
Considerada por muchos una pseudociencia, un fraude o un espectáculo circense, existe un amplio listado de parapsicólogos de fama internacional especializados en una u otra actividad paranormal. Mientras unos doblan cucharas, hipnotizan o hacen levitar personas, otros dedican sus poderes mentales a la sanación.
Continuamos con MANU DE LUTXI
DE LUTXI también fue famoso por sus predicciones, muchas de ellas publicadas en la prensa por sus aciertos; aunque de doce, con suerte atinaba en dos o tres.
Lógicamente, en los publirreportajes se aseguraba que sus predicciones se cumplían al cien por cien.
Es verdadero que predijo la muerte del monarca inglés Jorge VI y la de un pez gordo ruso, acontecidas meses después de su vaticinio, además de algunas catástrofes naturales.
Mientras Pilar disfrutaba de aquella infancia impensable en los niños de hoy y compartía con la familia la merienda, un momento de ocio o se preparaba para ir a jugar a El Retiro, en otro apartamento de la misma planta MANU DE LUTXI se disponía a hipnotizar y hacer levitar a una señora (posiblemente la dama que Pilar describió como muy elegante y de la que pensaba era una espiritista).
Los periódicos de la época arrojan datos del Instituto en la calle Doctor Castelo hasta 1957, lo que hace suponer que cesa su actividad ese año, cuando viaja a América y se instala en la ciudad de Montevideo (Uruguay). Allí, con su verdadero nombre, presidirá el Instituto Español de Investigaciones Científico-Experimentales Bioeléctricas y Supra-psicológicas de Uruguay, donde perfeccionará sus técnicas.
El profesor Manuel Rapallo Ronco
Con su verdadero nombre se presentará en Uruguay y así será conocido a partir de 1958 en todas partes. MANU DE LUTXI pasará a la historia sin ser recordado ese alias cuando regrese a España. Sin embargo, nunca desaparecerá en lo más profundo de su ser, porque el enigmático personaje continúo con el espectáculo cada vez que pudo pero como profesor Rapallo.
Hablando con Carlos Gardel
Así fue que en octubre de aquel año los periódicos argentinos dieron cuenta de un español que vivía en Montevideo y decía hablar con Carlos Gardel a través de la "super-actividad emocional". Para demostrarlo celebró una sesión a la que acudieron médicos y periodistas, además de los técnicos que grabaron lo ocurrido.
El corresponsal de Pueblo en Buenos Aires, Braulio Diaz Sal, relató el suceso:
“Uno de los asistentes al acto le entregó a Rapallo una fotografía de Gardel y, en seguida, comenzó el diálogo: «Mis dos guitarristas—habría dicho Gardel—comenzaron a discutir acaloradamente, en pleno vuelo, sobre Medellín… Quise calmarlos. Intervinieron otros pasajeros… Pero la bronca se apasionó de tal manera que, el piloto, les llamó la atención… Para que se callara, uno de los guitarristas lo mató de un tiro… Después nos estrellamos todos…».Gardel habla con energía—sostienen los informadores—y la escena es estremecedora, terminándose cuando Carlitos dice: «¡Nos vamos… Nos vamos!». Luego se oye un chasquido y todo concluye. Esta versión, declara Rapallo que es exacta y que está dispuesto a repetirla”.
"Antología del disparate" fue el título que Braulio Diaz Sal puso a esta crónica.
Sus tratamientos a Juicio
Resultaba difícil comprender la eficacia de sus tratamientos bio-eléctricos, tal es así que en 1966 el Ministerio de Salud Pública uruguayo interpuso una denuncia ante el Juzgado de instrucción contra Rapallo, ilegalizando sus métodos de sanación por “ejercicio ilegal de la medicina”.
La situación era contradictoria, ya que el mismo Ministerio lo había legalizado años antes con la condición de que siempre contara con el respaldo de un médico, algo que Rapallo cumplía a rajatabla, salvaguardando así sus espaldas.
En una entrevista de CIFRA para ABC, el entonces “Profesor Roncallo” había aclarado:
«En 1958 fui invitado por el embajador uruguayo, general Alberto M. Fajardo, a visitar Montevideo y presentar al ministro de Salud Pública, doctor Basagoiti, mis técnicas terapéuticas, que fueron oficialmente controladas y estudiadas por varias comisiones médicas, especialmente creadas para comprobar su eficacia y oficializarlas. Como consecuencia de ello, se creó el Instituto del que soy presidente, bajo el control de médicos uruguayos. Por cierto, que la autorización oficial que recibí de poder enseñar mis técnicas y aplicarlas a enfermos ha sido la primera de este tipo que se ha concedido desde que existe el Estado uruguayo».ABC. 21 de abril de 1966
La polémica llegó a las pantallas de Canal 12 de televisión (Montevideo), donde Rapallo intentó demostrar la efectividad de sus curaciones con la presencia de pacientes curados y echó balones fuera cuando le increparon por las que no dieron buenos resultados; en esos casos, responsabilizó a los médicos que respaldaban sus tratamientos.
En un artículo publicado por el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) se hace referencia a unas Jornadas sobre la responsabilidad médica en las que el Dr. Antonio Turnes había disertado sobre el SMU (fundado en 1920) frente al intrusismo a través de su historia. Decía:
«Un nuevo empuje (esta vez en su variante de charlatanismo) es detectado en la década del 50, con la meteórica popularidad lograda por el español César (Sic) Rapallo Ronco, que pretendía curar la úlcera gastroduodenal con su procedimiento electromagnético». [1]
De regreso a Madrid
El renovado profesor Manuel Rapallo Ronco regresará a Madrid a finales de abril de 1966 con un abultado dossier compuesto por noventa radiografías legalizadas con la firma del cónsul de España en Montevideo. Eran demostrativas de las curaciones de cáncer sin metástasis y úlceras gastroduodenales crónicas logradas en quince días con su nueva técnica de bioelectricidad aplicada a un tipo de radiaciones totalmente inofensivas. Al parecer, centros científicos de los Estados Unidos se habían interesado por esas nuevas técnicas de Rapallo.
Además de los cursos, entre 1968 y 1969 grabó una serie de discos que él denominaba “Discoteca Científica”, también conocidos como DECIBEL. Su voz profunda e hipnotizante invadía la mente del paciente y obraba sobre él la sanación, la corrección de un hábito, la mejoría en las actitudes y otros síntomas. Iba acompañado por música clásica.
La receta era sencilla: debían escuchar el disco por la noche, cuando se acercaba el sueño profundo. Así lo evidencian los títulos de algunos discos: “Durmiendo libérese de las depresiones de ánimo”, “Durmiendo frene sus nervios: Auto domínese”, “Durmiendo venza la timidez”, “Durmiendo venza el insomnio” (un tanto contradictorio) y “Durmiendo logré triunfar en la vida” (¡Que alguien me lo explique, por favor!).
La dosis: escuchar lo mismo durante treinta noches.
Hubo otra serie de 1970 titulada “Mientras Usted duerme”, centrada en la impotencia sexual, el hábito de fumar, la obesidad, el control de la respiración, etc.
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Curación por el Cosmos desde Collado Mediano
En 1980 es entrevistado por el diario Pueblo en su chalé serrano de Collado Mediano, desde donde decía curar a distancia, sin la presencia del paciente, sin medicamentos y gratuitamente, enfermedades tales como úlceras, leucemia y tumores cancerígenos.
En sus palabras, la técnica mediante la que aseguraba haber logrado curar graves enfermedades sin la presencia física consistía en «establecer un cable fluídico anímico semimaterial, a través del cual envío energía bioeléctrica a cualquier lugar de la Tierra, donde se encuentra el paciente y, a su paso por el espacio, se le asocia la energía cósmica».
Para realizar esta compleja terapia, el profesor recibía el historial clínico del enfermo, una fotografía reciente y la dirección completa. Con estos datos tenía suficiente para curar cualquier dolencia, valiéndose de dos médiums que él denominaba "metagnomas" a través de las cuales enviaba la energía.
Las "metagnomas" eran sus colaboradoras Mari Carmen y María Elena, profundamente dormidas en la fotografía.
Así las definía Rapallo:
«Metagnoma quiere decir más allá del conocimiento normal. Son personas con características especiales que yo elijo mediante un test. Yo soy un generador y un acumulador que transmito hacia ellas esa energía, saco de su cuerpo el ego, que va atado a un cordón que emana de la región umbilical, indefinidamente extensible, y a través de ese cable fluido anímico va la energía que envío, que a su vez se asocia a la energía cósmica del espacio y así la recibe el paciente en un grado mucho mayor».
El ojo de Mahou
Rapallo aseguraba haber fotografiado el "ego" de personas sin el uso de cámaras ni objetivos. Valiéndose de placas ortocromáticas de cristal guarnecidas por un chasis de metal obtenía las imágenes, como esta que ofrecemos que es, ni más ni menos, el ojo de Casimiro Mahou (hijo).
Decía haber tomado la fotografía cuando Casimiro contaba con setenta y dos años, pero que en su "ego" aparecía como el ojo de un joven de veinte.
¿Puro cuento o le fallaron los cálculos? Casimiro Mahou había fallecido en 1943 a la edad de sesenta y dos años.
Su fisonomía había cambiado considerablemente. Ya no quedaba nada del misterioso vecino de Pilar, del enigmático MANU DE LUTXI.
Ahora decía tener poderes únicos en el Mundo; ser el máximo exponente de la Supra-psicología Experimental; estar en vías de construir un generador de energía bio-eléctrica para curar a miles de enfermos simultáneamente y a la distancia, "de la Tierra y de la Luna", entre otras excentricidades.
En 1981 Pueblo vuelve a hacerle una entrevista. En esta afirma que sólo curaba a los desahuciados pero que no era un curandero. Presentaba a Margarita Jurado Santos, paciente a la que había sanado de un coma profundo y parálisis total a través del cable fluidico vital.
En 1986 ABC publica un reportaje a toda página titulado “MANUEL RAPALLO. CURAR A TRAVÉS DEL ALMA”. Ante la incredulidad de muchos y el nulo interés de las instituciones, Rapallo Ronco lanzaba este mensaje:
«Desde hace años vengo curando enfermos desahuciados por la Medicina. He explicado decenas de veces mis técnicas paramédicas sin encontrar eco en los organismos e instituciones oficiales. No me importa ya que crean en mis explicaciones, que rompen esquemas e ideas erróneamente aceptadas sobre el ser humano. Pero lo que no es concebible es que ni siquiera admitan la evidencia de los hechos. Yo insto a que se nombre una Comisión de especialistas, me den una lista de cuatro o cinco personas para las que la Medicina no tiene solución y, si les curo, me escuchen. ¿Es tanto lo que pido?».
Eso nunca ocurrió.
Poco más se supo de él hasta hoy, que lo recuperamos del olvido a partir de un recuerdo.
De aquel vecino, elegante y misterioso, queda este último retrato que pone punto final a la anecdótica historia.
El 26 de marzo de 2024 se cumplieron ciento diez años de su nacimiento y cincuenta y seis de la desaparición de MANU DE LUTXI, el alter ego de Manuel Rapallo Ronco... o a la inversa.
Por el Cosmos andarán, digo yo.
NOTA INFORMATIVA:
Este artículo de investigación no pretende aportar una idea negativa sobre las terapias alternativas ni inclinarse a favor de ellas. Quien desee conocer más sobre ese tema, puede visitar la web de la Organización Médica Colegial de España - Observatorio OMC contra las pseudociencias.
© 2024 Eduardo Valero García - HUM 024-004 MANU DE LUTXI
Historia Urbana de Madrid
ISSN 2444-1325
Bibliografía y Cibergrafía | ||||||
[1] SUM [en línea] smu.org.uy, año sin determinar [Consulta: 15 de septiembre de 2024] Disponible en: https://www.smu.org.uy/publicaciones/noticias/noticias95/art18.htm Fuentes: Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Biblioteca Nacional de España - Hemeroteca digital. Hemeroteca La Vanguardia. Hemeroteca ABC. De las fotografías: En los casos que ha sido posible, se citan los autores. Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor. Todo el contenido de Historia urbana de Madrid está protegido por:
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